Monkey D. Charlotte Luffy

Capítulo 1: Totto Land

Los esclavistas estaban encantados.
No todos los días podían capturar un chico joven y sano y, en ese trimestre, habían capturado dos, en dos lugares muy apartados entre sí.
Al primero lo capturaron en una pequeña isla del East Blue. No esperaban que el niño pusiese tanta resistencia a ser capturado, pero igualmente se hicieron con él.
El segundo era una niña, aparentemente tres años menos que el chico que, a diferencia de él, no opuso nada de resistencia, a pesar de haber sido capturada en el Nuevo Mundo.

El niño, era Monkey D. Luffy, un chico de catorce años que vestía una camiseta roja sin mangas, unos vaqueros cortos y tenía una pequeña cicatriz bajo el ojo izquierdo.

Sobre su cabeza, protegido con todas sus fuerzas cada vez que se lo intentaban quitar, descansaba el sombrero de paja que su ídolo, Akagami Shanks, le había dejado, a petición de que se lo devolviese en cuanto se convirtiese en el Rey de los Piratas.
Él estaba tranquilamente en el puerto de Villa Foosha, en la isla Dawn, cuando de la nada surgieron los esclavistas, que lo tomaron y lo lanzaron al interior del barco.
Luffy gritó, lloró, pero de nada sirvió que lo hiciese, porque el barco ya se alejaba de su hogar antes de que nadie se diese cuenta de que había sido capturado.

La chica del Nuevo Mundo era Charlotte Pudding, aunque los esclavistas eran ajenos al hecho de haber capturado a uno de los hijos de Big Mom.
Llevaba un vestido rosa, aunque este estaba roto en varias partes y manchado, por lo que ya le quedaba poco de rosa.
Ella no había dejado de llorar, a pesar de los constantes intentos de Luffy por animarla. Era normal, tenía trece años y aún no entendía porque le estaba pasando eso a ella.
Era completamente injusto.

-Por favor, deja de llorar-le pidió-Tenemos que ser fuertes juntos para salir de aquí. Lo primero es hacernos amigos. Me llamo Monkey D. Luffy y mi sueño es ser el Rey de los Piratas.

-Mi mamá es pirata-respondió entre lágrimas Pudding-Me llamo Charlotte Pudding y mi mamá es la pirata más fuerte del mundo.

-¿Más que Shanks?-preguntó Luffy asombrado.

-No se quien es Shanks, pero a mi mamá la llaman emperatriz o algo por el estilo.

-Pues Pudding, cuando sea pirata superaré a tu mamá. Ahora que sabemos nuestros nombres somos amigos, ¿no?

Pudding asintió.
Entonces, la puerta de la bodega donde los mantenían se abrió y apareció un hombre, con una vara de metal en la mano. Se acercó a ellos con mala cara, parecían una bestia y Luffy recordaba cómo trataba a las bestias del bosque cuando entrenaba con Sabo y Luffy.

-Veamos cuánto aguantáis los golpes

-Pudding, tápate los ojos. Mi hermano Ace me dijo que a una niña pequeña no se le deja mirar cosas asquerosas.

Sin entender lo que le decía Luffy, se tapó los ojos.
Cuando se aseguró de que Pudding no miraba, Luffy saltó sobre el hombre y comenzó a golpearlo, como aquella vez que Ace, Sabo y él mataron a un tigre enorme.
Logró hacer que cayese al suelo y tirase la varilla de metal. Luffy la tomó y comenzó a golpear la cabeza del hombre con furia.

-¡Muere, estúpido tigre!-gritó llorando-¡No dejaré que hagas daño a mi amiga Pudding!

Cuando dejó de golpear, vio que tenía su pequeño cuerpo completamente cubierto de sangre y la cabeza del esclavista se había convertido en un emplasto de sangre y restos de su cerebro reventado.
Al verlo, no pudo aguantar las ganas y vomitó sobre el cadáver, incapaz de soportar la vista.

-Luffy-dijo sollozando Pudding-¿Estás bien? ¿Puedo mirar?

-Es...Espera-dijo Luffy jadeando, aún revuelto por la imagen del cadáver.