03. ¡Nunca digas nunca!

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¡Buenos días, ya quiero que sea de noche para volver a dormir!

Sin mucho ánimo me levanto de la cama antes de que suene la alarma, no pude pegar el ojo en toda la noche.

En toda la madrugada.

Ya ni para dormir sirvo.

Ustedes dirán, de seguro es porque está nervioso de lo que pueda pasar hoy.

En parte si y en parte no.

Si y no.

Positivo y negativo.

Pero la verdad no pude pegar el ojo en toda la madrugada por estar viendo tiktoks y esta vez sí usé todos los audios de suerte que me salieron.

Hasta aprendí a como manifestar. Tuve que entrar a Youtube y ver un tutorial. Imagínense que lo hacía mal y al final no se me cumplía nada.

Ay no, que horror.

No le deseo eso a nadie.

Que la mala suerte se vaya de mi camino. Amén.

Es increíble lo que uno puede aprender por internet. Me siento un anciano.

Una persona de los millennials.

Pero soy de la generación Z.

La generación de cristal.

La generación que no le importa nada.

La generación que comprendería a sus hijos pero que no quiere tenerlos.

La generación con menos salud mental.

La generación más abierta.

Cómo lo quieran llamar.

Cómo seguía diciendo en uno de esos vídeos de YouTube me salió un recomendado de audios subliminales y al parecer sirve para todo.

¿Lo escuché?

Si.

¿Me puse los audífonos para que funcionen mejor las afirmaciones?

Si.

¿Tomé agua como decían los comentarios?

Claro que sí.

Pero lo que no comprendo es por qué se me aflojó el estómago en medio del vídeo. ¿Es uno de los efectos de escuchar esos audios?

Ví algunos comentarios y decían que era normal, aunque normal era todo menos lo que sucedía dentro de mi estómago.

Estuve escuchando un audio para atraer la buena suerte y obviamente el dinero.

Porque el sinónimo de dinero es:

Felicidad.

Amor.

Vida.

Alegría.

Y todo lo positivo.

Quién piense lo contrario que venga aquí y ahora y lo solucionamos fuera de mi casa.

A puño limpio.

Me he visto todas las temporadas de Kobra Kai así que soy un experto peleando. Y ni mencionar las películas de Karate kit y por supuesto sin olvidarme de Kung fu panda.

Deberían de darme de una vez el cinturón negro.

Espero que hoy mi día empiece con el pie derecho y no izquierdo. Escuchar todos los audios de tiktoks y manifestar más de veinte veces no han sido por las puras.

Y si no llegan a funcionar significaría una sola cosa.

Estoy maldito. Así de simple.

Me levanto de mi cama y voy hasta mi armario buscando mi uniforme escolar.

Maravillosa PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora