Capitulo 21

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Habían pasado ya tres días desde que Mufasa había encontrado a Simba. Malkia había mejorado un poco, pero no completamente, sin embargo según ella, ya estaba en condiciones para seguir adelante. Durante ese tiempo Malkia le había contado a Mufasa todo lo que Ni le había dicho sobre su estadía en Pridelands, así que el león había ido a hablar con el joven león.

-Eso es todo?- pregunto Mufasa

-Lamentablemente si- respondió Ni -la verdad no estuve allí mucho tiempo-

-Y sabes cómo llegar allá?-

-No, la verdad solo e estado vagabundeando y no vi por qué lugares pase, lo siento-

-Bueno está bien, no te preocupes, pero tenemos que hallar la forma de volver-

Mufasa había pasado toda la noche escubrillando el cielo para ver si lograba ubicar las estrellas del león, pero no tuvo éxito y por lo tanto no sabía cómo regresar a casa. Además debía buscar la manera de deciserlo a Simba, ya que había notado que le gustaba vivir en aquella selva y al parecer no tenía deseos de volver a casa, entonces decidió decirle de la manera más suave posible.

-Malkia, como le hará tu padre para poder encontrar el camino a su reino-

-No lo se, pero estoy segura de que lo allara-

-NOOO- se oyó entonces un grito muy fuerte.

-Ese es Simba, verdad?-

-Si, vamos a ver qué sucede-

-No, no volveré allá papá, este lugar es mi hogar ahora-

-Pero Simba, como puedes decir eso?-

-No quiero volver, estoy seguro que todos allá me culpan por lo que hice y si me ven me mataran-

-Y porque habrían de odiarte?- pregunto Mufasa -yo sigo aquí, y además el culpable de todo fue Scar, además piensa en tu madre, no quieres volver con ella?-

-Si-

-Entonces vamos-

-No-

Mufasa ya se había cansado de la actitud de su hijo, el creía que habría cambiado durante todo ese tiempo, pero por lo visto no había cambiado en nada.

-Simba, si huyes de este problema, escaparas de todos los venideros, no tengas miedo, enfrentalo-

-Entonces porque huiste tu tambien-

-De que hablas?-

-Quien me asegura de que todo lo que me contaste fue verdad?- dijo con un poco de ironía -quien me asegura de que no escapaste también como yo del reino?-

-Ya te lo conté, caí en el río y este me arrastro bastante lejos-

-Asi, entonces porque no regresaste primero al reino, en vez de venir para acá?, Porque no regresaste con mamá?, Acaso ya no la quieres?, Porque esa leona te llama Papá?, Que me estás ocultando?-

-Simba, estás pasando el limite-

-No, eres tú el que está pasando el límite padre, tu también tienes miedo lo se, si quieres ir a "casa", vete yo me quedo, soy feliz aqui-

-Simba-

-Ya dije que me quedo- grito mientras empezaba a llorar -vete, vete y no vuelvas-

Simba salio corriendo mientras lloraba, corrió y corrió hasta llegar a una pradera que estaba en el límite de la selva y hay se puso a llorar solo.

El sol ya estaba por ocultarse y el aire nocturno empezaba a sentirse.

-No, no, no volveré- gemía Simba en voz baja -tengo miedo, tengo miedo-

El joven sintió entonces como alguien se acercaba por detrás, de reojo volteo y vio a quien provocaba el ruido

-Simba, estás bien?- dijo la voz

-Vete Malkia, déjame solo-

-Vi lo que ocurrio-

-Me alegro, así sabrás lo que pienso-

-No, no me alegro, no me gustó lo que le dijiste a tu padre-

-Y a ti que te importa?. No es tu padre-

Hubo un silencio entre ambos leones, entonces Malkia se sentó alado de dónde Simba estaba echado.

-Tienes razón Simba no es mi padre, pero es como el, fuerte, valiente, decidido, sin miedo-

-Sin miedo?, Ja, entonces no se parece a mí padre-

-Si, sin miedo-

-Entonces no se parece a mí padre-

-Escuchame Simba- dijo Malkia enojada -tu padre es el león más valiente que he conocido, y te ama mucho-

-Entonces porque huyó?-

-El no huyó, te dijo la verdad, cayó en un río y fue a parar a mi reino natal, hay lo conocí y me encariñe con el, al ver qué habia decidido regresar a su hogar yo decidí acompañarlo-

-Pero según me contó el su viaje fue tranquilo, no tuvieron que enfrentarse a ningún peligro-

-En eso te equivocas, el no quería contarte para que no te asustaras, pero en más de una ocasión estuvimos en peligro de muerte, pasamos y vimos lugares que tú no podrías imaginar, pasamos por un valle lleno de esqueletos, para después enfrentarnos a una tormenta de arena, luego tuvimos que enfrentarnos a una leona cruel que quería usar a tu padre como diversión, el solo peleó con un león tres veces su tamaño y después unos monstruos me capturaron y el también luchó contra ellos para liberarme de sus garras-

Simba estaba asombrado con todo lo que oía y parecía que dentro de su corazón volvía a nacer esa fe en su padre, esa fe que siempre había tenido en su corazón desde que era un cachorro.

-Y sabes?- dijo Malkia alzando la cabeza de Simba -todo eso lo hizo por ti y por tu madre, el los ama mucho y correría muchos más peligros para salvarlos a ambos, ama a tu padre Simba, una vez lo perdiste, pero el volvió, créeme, yo quisiera tener tu misma suerte-

Malkia entonces lamio la frente de Simba y le dio un fuerte y largo abrazo.

Después de unos segundos Simba volteo a ver a Malkia y le dijo.

-Sabes Malkia, siempre quise tener una hermana-

La leona frotó con su pata la cabeza de Simba mientras le dirigía una sonrisa

-Bien, vamos con tu padre-

-Aun no se en que falle- le decía Mufasa a Ni.

-No soy padre, pero puede entenderlo desde el punto de vista de un hijo, la verdad es muy difícil asimilar algo como esto-

-Creo que tienes razón, pero...

Mufasa interrumpió y se puso de pie, con la vista al cielo y se le quedó viendo unos momentos

-Hay estan- dijo Mufasa

-Hay están que?- pregunto Ni -esas estrellas?-

-Si- dijo Mufasa -las estrellas del león, el camino a casa-

En eso Mufasa volteo al ver que Simba y Malkia llegaba juntos, durante unos segundos padre e hijo se vieron directo a los ojos, antes de que Simba volviera a correr al encuentro de su padre.

-Papa- dijo mientras se abrazaba a el -perdoname, te quiero mucho-

-Te perdono hijo, yo también te amo-

Una vez que pasó aquel momento Simba le dijo a su padre que estaba listo para volver a casa, así que Mufasa decidió que partirían al día siguiente, ahora que sabía cuál era el camino a casa y ahora que el y su hijo volvían a ser lo que eran antes.

EL REGRESO DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora