Capitulo 28

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Scar, aún no podía asimilar los que veía, ¿Acaso su imaginación le estaba jugando una mala pasada?, ¿Estaba viendo un fantasma?. O más bien. Estaba viendo a su hermano vivo ante el.

Sarabi por su parte tenía un panorama muy diferente, el estaba alli, frente a ella, vivo, no era un espejismo y mucho menos un delirio.

-¿Muffy?- dijo la leona en voz baja-¿Eres tú?-

El león bajo entonces de las rocas y se dirigió hacia la leona, y se le acercó.

-No, no puedes ser tu, tu moriste, debo estar volviéndome loca, eso es, creo estar viendo un fantasma-

-¿Acaso un fantasma podría hacer esto?- entonces le dio un tierno leguetaso en la mejilla, y ella pudo sentir el calor del león, y su respiración, y eso fue suficiente para conversela. Antes de que ambos se dieran cuenta, ya estaban los dos juntos, dándose una especie de abrazo y compartiendo carísias.

-Amor, Muffy- decía Sarabi con toda la alegría de su corazón.

-Volvi amor, volvi por ti-

Seria muy difícil describir la alegría que Sarabi sentia en ese momento, lo que no sabía es que esa felicidad estaría apunto de aumentar, cuando otro león se acercó, mientras le gritaba:

-¡Mamá!,¡Mamá!-

-¿Simba?- dijo Sarabi antes de que el joven león se abalanzara sobre ella. Apenas estuvo en sus brazos la leona lo cubría de besos, para después acurrucarlos entre sus patas. Por fin la familia estaba reunida.

Mientras para ellos era un momento feliz, para Scar era el peor momento de su vida. Primero, su hermano, a quien el mismo había arrojado al vacío, estaba allí vivo. Segundo, su sobrino Simba también estaba vivo, por lo visto las hienas habían fallado en su misión de matarlo y le habían mentido. Tercero, le había confesado a Sarabi que el había sido quien había provocado todo. En conclusión, estaba perdido.

-Mufasa, hermano- dijo la voz horrosa de Scar, rompiendo aquel feliz momento -no sabes cuanto me alegra el que estés vivo y bien, lo mismo digo para Simba-

-Scar- dijo Mufasa con una voz enojada, con el rostro serio y con una mirada que podría matar a alguien -Tu eras mi hermano, mi hermano menor, ¿Como pudiste hacernos todo esto?-

-Pues veraz, es que...-

El león no pudo terminar su frase porque Mufasa se le abalanzo encima, lo apretó con todas sus fuerzas contra el suelo y con una de sus patas delanteras, le puso las garras en el rostro.

-Hermano, déjame explicarte-

Mufasa le apretó un poco el cuello y después lo soltó, para que esté tuviera un respiro.

-No es necesario explicar nada, Scar, lo oí todo, ¡todo!. La verdad es que ya no te reconozco hermano, aún no puedo creer que te hayas convertido en un monstruo, sediento de poder y de vengunaza- tras eso le volvió a presionar un poco el cuello otra vez.

-Oye- dijo Scar una vez que volvió a respirar -perdoname, en serio perdoname, te lo pido perdoname, se que lo que hice estuvo mal, pero mira estás vivo y yo, yo, te regreso el reino y el título de rey, pero perdoname-

-Amor, sueltalo, creo que esos apretones ya fueron suficientes-

Ante las palabras de Sarabi, Mufasa, lo soltó, dejandolo tirado en el suelo.

-Bien, ahora escucha esto Scar- le dijo Mufasa -Ahora, lo primero que haré contigo es esto: Primero: te llevarás del reino a todas tus hienas y las mandaras de regreso a su territorio. Segundo: apartir de ahora estás despojado de tu título real, ya no eres parte de esta familia y estás exiliado de la Roca del Rey para siempre. Tercero: serás obligado a vivir en los pantanos del norte donde te quedarás para siempre, y les ordenaré a todos que tengan prohibido ayudarte en cualquier cosa. Además-

EL REGRESO DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora