Daddy give me more (Kookmin) ♡

05

Jimin se removió en la cama, no sabía cómo había llegado ahí, ni cómo es que ahora tenía puesta una de sus enormes playeras y un pantalón de chándal, lo último que recuerda es haber estado follando con su padrastro horas atrás.

Mierda.

Jimin al recordar eso se sentó de golpe en la cama revolviéndose el cabello y maldiciendo, creía que solo había sido uno de sus calientes sueños pero el dolor en sus caderas le confirmaba que todo fue real, ahora como vería a su padrastro a los ojos si prácticamente había rogado por su polla.

Su mente estaba hecha un lio en esos momentos, se dejó llevar por el momento y las hormonas, pero obvio, jamás se volvería a repetir algo como eso. Además el imbécil de su padrastro debió detenerlo no seguirle el rollo.

-Joder.- Jimin dijo acostándose de nuevo dramáticamente. Tomó el teléfono celular para ver la hora, apenas darían las siete de la noche suponía que después de lo que pasó quedó tan cansado y se había dormido casi toda la tarde.

Cuando se cansó de maldecir se paró de la cama y se dirigió al baño, se despojó de la ropa que traía puesta, sintió sus mejillas arder al recordar todo lo que habían hecho con su padrastro, no quería admitirlo pero fue la mejor follada de su vida, sus ojos se abrieron sorprendidos al ver en el reflejo de su espejo las marcas y chupetones que tenía en todo el pecho y cuello, una oleada de excitación invadió su cuerpo.

Jimin se metió a la ducha y dejó que el agua recorriera su cuerpo, sus músculos se relajaron, mientras dejaba caer su frente en la pared del baño, no se explicaba cómo es que había llegado hasta ese punto, una cosa era fantasear con el esposo de su madre y otra era hacerlo con él. Sabía que estaba mal pero su cuerpo rogaba por un poco más de Jungkook.

Al salir de la ducha se puso algo de ropa cómoda y salió de su habitación, necesitaba aclarar todo con Jungkook, decirle que lo que habían hecho solo fue un desliz y que no volvería a ocurrir, que de su parte no diría nada mientras él también se mantuviera callado. Sería como si nunca hubiera pasado.

Iba directamente a la habitación de Jungkook, posiblemente el estaría allí pensando lo mismo que él. Que todo fue un error. Su corazón se sentía al mil, no sabía cómo lo vería a los ojos después de haberle estado pidiendo más mientras lo jodia y le gritaba papi.

Tocó la puerta pero nadie respondió, frunció el ceño, posiblemente estaría durmiendo, tocó ahora un poco más fuerte, pero nadie volvió a responder, ya hartó abrió la puerta encontrando todo el espacio vacío.

Escuchó algunos murmullos y risas en el piso de abajo, sus pies se movieron rápidamente y su corazón se oprimió al ver la imagen frente a él.

-Oh, bebé, que bueno que despiertas.- su madre estaba sentada en el regazo de Jungkook en el sofá de la sala mientras en el televisor se transmitía un partido de beisbol.- ¿Te unes a nosotros? El equipo de blanco con líneas azules va ganando.

-Nena, te he dicho que el nombre del equipo son los Dodgers.- Jungkook rio, pero su vista no se movió del televisor.

Que hijo de puta, pensó Jimin.

-No, solo baje a decirte que esta noche iré a dormir a casa de Seokjin.- Eso era mentira, pero por alguna extraña razón necesitaba la atención de Jungkook.

Jungkook tensó su cuerpo al escuchar el nombre del imbécil novio de Jimin, no quería que nadie más lo tocara, pero tampoco podía hacer nada cuando tenía a su esposa en las piernas y no había podido hablar con el menor de lo sucedido.

Jungkook no lo soportó y dijo lo que siempre decía cuando quería que se cumplieran sus órdenes.

-Jimin, en esta casa hay reglas y horarios, no es un hotel para que salgas y entres a la hora que quieras.- Dijo con total autoridad, pero claro, solo en sus sueños Jimin lo obedecería.