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—Ahora siéntate, tenemos que hablar. —A Jungkook en verdad, le urgía terminar todo este asunto. Ya que, independientemente de Jimin, no era feliz con Suni a su lado.

La mujer es bella, por supuesto, tiene un porte espectacular y un cuerpo hermoso a pesar de la edad, tiene una elegancia que no cualquiera porta y sus padres por supuesto la aceptaron en seguida. Cuando se casaron no estaban enamorados, pero Jungkook sentía que se le estaba pasando el tiempo y era momento de sentar cabeza. Y ella, era la única opción que tenía; pero luego de casarse, específicamente en la luna de miel, se dio cuenta de las verdaderas intenciones de ella. Interés, el dinero es lo único que le importaba y a él, claro que le molesto, gastaba sin medirse, pero después, ya no podía negarle nada porque le convenía tenerla contenta y lejos haciendo sus viajes o compras, para tener tiempo con Park Jimin.

La relación entre ellos dos, había cambiado en todos esos meses. Jungkook no quería seguir ocultándose, él quería demostrarle a Jimin que no lo veía como un simple pasatiempo y para eso, debía empezar con pedirle el divorcio a Suni.

Vio a la mujer ponerse pálida, suponía que ya sabía la razón de tanta seriedad. Ellos ya casi ni se comunicaban y Jungkook ni siquiera la había tocado en largos meses.

— ¿Podemos hablar otro día, cariño? —la mujer bostezó, estirando su cuerpo demostrando cansancio. —Me siento demasiado cansada.

—Suni, esto es algo importante, por favor, hablemos. —La paciencia de Jungkook en verdad que era poca, al único que le tenía paciencia era al chico quien supone ya dormía en su habitación. —Siéntate por favor.

La única respuesta que recibió fue una arcada por parte de Suni, quien se tapó la boca con una mano y con la otra se fue directo a su estómago. Luego salió corriendo en dirección al baño. Mientras él se quedó estupefacto sentado en el sofá, con las palabras en la boca. Esperando que no fuera lo que estaba pensando.

Sin esperar más tiempo, se levantó y fue al baño para averiguar lo que pasaba. Escuchó afuera como la mujer estaba devolviendo la cena por el retrete.

—Abre la puerta, Suni. —dijo mientras tenía la mano en la perilla de la puerta y su frente estaba pegada a la pared, pensando en los diferentes escenarios. — ¿Necesitas algo?

Escuchó el seguro quitarse y no dudó en entrar. Suni estaba sentada en el piso, con la mirada llorosa y las mejillas rojas por el esfuerzo que había hecho.

—Estoy bien, te dije que no me sentía bien. —dijo apenada, mientras se limpiaba la boca con el dorso de su mano. — ¿Podemos tener esa conversación mañana? Creo que la cena me cayó mal.

Jungkook quería ver algún rastro de mentira en su mirada, pero no encontró nada más que verdad. Así que no tuvo opción, simplemente asintió y la dejo ir.

Mientras tanto, él fue a servirse otra copa de Whisky a sentarse en su sofá favorito. ¿Cuántos meses tenía que no se había acostado con Suni? Eran casi cuatro meses, era imposible que estuviera embarazada, ya hubiera tenido síntomas antes, a menos que no le hubiera dicho nada. ¿Qué se supone que haría? ¿Jimin que diría?

—Mierda. —fue lo único que dijo, para que después bebiera de su copa y sacará su teléfono para enviarle un mensaje a Jimin de que al día siguiente tenían que hablar. —No puede ser posible, ¿o sí?  

Al día siguiente, tal como había dicho, se tomó la libertad de cancelar todas sus juntas y cosas importantes, para ir por Jimin a la escuela. Era un día lunes, tenía trabajo por montones, pero necesitaba hablar con el menor respecto a sus sospechas. No quería ocultarle ni mentirle por nada.

El chico estaba afuera del instituto, ya esperándolo, junto a Yoongi y un chico, al que luego reconoció como Jung Hoseok.

Jimin en cuanto reconoció su coche, su semblante cambió a una aburrida a una demasiado feliz, para su propio bien. Quería matarse en esos momentos por ser él quien le borraría la sonrisa por lo que estaba por decirle. Lo vio despedirse de sus amigos y corrió hacia él.

Daddy give me more (Kookmin) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora