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—Ve por tus cosas, te espero acá. —luego de que las cosas habían sido aclaradas entre ambos y que Jungkook ahora pudiera estar con la tranquilidad de que no sería padre, el mayor había propuesto pasar la noche en algún hotel, pues sus cuerpos se necesitaban. —No tardes mucho, Jimin-ah. —el pelirosa asintió mientras bajaba del coche.

Jungkook se quedó viéndolo hasta que entró a la casa, la sonrisa estúpida que tenía en esos momentos no se la podía quitar nadie, todo estaba saliendo bien, todo iría bien.

Se quitó el cinturón de seguridad, Jimin estaba tardando un poco pero se lo esperaba, ese chico se tardaba miles de años en escoger atuendos y la verdad es que al final se lo agradecía. Pues al final él es quien disfrutaba más.

Mientras esperaba, encendió el estéreo y estaba por poner una de sus canciones favoritas pero una llamada interrumpió su acción.

Quiso ignorar la llamada pero se trataba de algo importante ya que vio el contacto del señor Kim en la pantalla.

—Buenas tardes, señor Kim. —Jungkook saludó cordial como siempre.

—Señor Jeon, salió algo urgente que atender en America, es sobre la empresa, debemos estar allá lo más pronto posible. — ¿qué podría salir mal? Apenas habían hecho negocios y se supone que todo debería ir bien, la empresa Jeon y Kim no hacían malos negocios. — ¿Jeon, sigues ahí?

—Sí, sí. Lo siento, le diré a mi asistenta que compre el primer vuelo que encuentre para mañana. —Jungkook se volvió a abrochar el cinturón de seguridad y encendió el auto cuando vio salir de nuevo a Jimin con un atuendo diferente y una mochila más grande.

—No es algo que podamos dejar para mañana, Jungkook. —quitó el seguro para que el menor subiera, pero seguía atento a la llamada, su rostro demostraba molestia. —Necesitamos viajar esta noche, te espero en el aeropuerto, tengo un jet listo.

Jungkook en esos momentos quería maldecir, eso no es lo que tenía para sus planes.

Esa noche pensaba llegar a algún club a su niño, como le llamaba, y después llevarlo a algún hotel para follarlo toda la noche.

Pero negocios eran negocios y no podía hacer nada más que aceptar ir a atender ese asunto y volver pronto, pues no quería estar tanto tiempo lejos de Jimin.

—Está bien señor Kim, por mensaje dígame la hora en la que debo estar ahí. —Jimin quien se había mantenido callado lo volteó a ver, ahora interesado en la conversación, Jungkook le devolvió la mirada, con su mano libre acarició su mejilla y le guiñó un ojo, provocándole un sonrojo. —Sí, tengo esos documentos listos por cualquier cosa. —Luego de unas palabras más colgó el teléfono y no pudo evitar besar la tierna boquita de Jimin, ahí frente a su casa, arriesgándose a que alguien más los viera.

— ¿Pasó algo? —pregunta Jimin cuando habían parado gracias a un semáforo.

— ¿Suni estaba dentro? —Jungkook estaba buscando las palabras correctas para decirle a su chico que tendrían que dejar sus planes para otro día pero sabía lo berrinchudo que a veces podía llegar a ser. —Oye nene, tengo malas noticias.

Jimin de inmediato puso una cara confundida.

—No había nadie, ¿qué pasa?

Jungkook arranca de nuevo el carro cuando el semáforo se pone en verde, ni siquiera sabe a dónde se dirigen, la noche estaba cayendo, quizá era buena opción ir a algún lugar para cenar. Mientras maneja toma la mano de Jimin y da pequeños besitos en sus dedos.

—Tendremos que dejar los planes de hoy para otro día, mi amor.

— ¿Y por qué? —inmediatamente el pelirosa alejó su mano y se formó un puchero en sus labios. —Pero dijiste que querías que pasáramos juntos toda la noche, Jungkook. —el tono de voz que estaba usando era una clara señal de que estaba molesto. —Además, en la mochila traje algunos juguetitos que te interesaría usar en mí...— su voz cambió a una más coqueta.

Daddy give me more (Kookmin) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora