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El sonido de algo rompiéndose sacó a Jungkook de sus sueños.

Jimin se removió incomodo sobre su cama, entonces recordó lo que habían hecho horas antes, cometió un error al quedarse ahí.

Con cuidado de no despertarlo, se alejó de él y rápidamente se puso la ropa, si era Suni y los había visto tendrían serios problemas.

Salió de la habitación del menor con cautela y bajó al primer piso de dónde provino el sonido.

– ¡¿Suni que haces?! – Jungkook corrió hacia la mujer quien recogía los pedazos de vidrio roto y pudo notar como sus delicadas manos sangraban levemente provocando que pequeñas lágrimas de dolor rodaran por sus mejillas. – Debes tener cuidado mujer.

No dijo nada más, se encargó de alejarla de ahí y sentarla en uno de las sillas del comedor, recogió los restos de vidrio para evitar accidentes y fue al baño por el botiquín. Que las cosas no estuvieran bien en su matrimonio no significaba que sería un insensible y no se preocupara por Suni.

–Voy a limpiar tus heridas. – le dijo tomando su mano con cuidado, Suni no había dicho nada, solo lloraba y mordía sus labios para evitar que sus sollozos se escucharan. En la mente de Jungkook se repetía que tal vez estaba exagerando.

– ¿Qué estabas haciendo, Jungkook? – preguntó de repente, dejando paralizado a Jungkook, ¿qué podía decir? Sus mentiras estaban empezando a tener el efecto bola de nieve, cada vez las mentiras se iban haciendo más y más grandes pero no podía hablar, no podía decirle a la mujer con la que se casó que él y su hijo estaban acostándose y que ahora sus sentimientos por el niño estaban creciendo. – Contéstame, ¿no se supone que tenías mucho trabajo?

–Pude salir antes de lo previsto y me quedé dormido. – contesto sin titubear, ella no podía descubrirlos, no aún. – ¿Te duele mucho?

Suni negó, mientras su mano era envuelta en una venda. Escuchó pasos por las escaleras y saltó sobre Jungkook, juntando sus labios, haciendo imposible que este se moviera para evitarlo, el beso era profundo, ella se movía torpemente, sacando su lengua y a pesar de que Jungkook no le correspondía, había logrado su objetivo.

Cuando ella se alejó, Jungkook notó como Jimin se mantenía de pie observándolos desde la puerta, su cara indicaba lo enojado, decepcionado y triste que se encontraba.

Las cosas se estaban saliendo de control.

El chico se tragó el nudo en su garganta y pasó a la cocina directo al refrigerador, sacó una bebida y para aligerar el ambiente preguntó a su madre que es lo que había pasado.

Jungkook no sabía qué hacer, se mente estaba hecha un caos, se preguntaba constantemente si estar con Suni era lo correcto, pues sus sentimientos hacía Jimin habían cambiado durante todos estos meses, él quería estar con él, estaba dispuesto a todo, pero, ¿Jimin estaría dispuesto también?

Jimin azotó la puerta de su habitación, no quería llorar, no quería sentirse estúpido, su cuerpo se dejó caer al suelo, pegado a la puerta, con su rostro escondido en sus rodillas, no pudo evitarlo más y el llanto comenzó, pero es que a él le dolía, le dolía demasiado ver a Jungkook besando a su madre, él quería ser ella, quería tomar su lugar y ser el único en la vida de Jeon Jungkook. No quería seguir fingiendo, no quería seguir engañándose a él mismo, amaba a ese hombre, se había enamorado de él, como nunca lo había estado antes.

Escuchó toques en su puerta, se limpió las lágrimas rápidamente y se puso de pie, fingiendo que nada pasaba.

– ¿Por qué estas llorando? – ahí estaba él, ambos fingiendo que todo estaba bien, fingiendo que sus cuerpos y sus corazones no se necesitaban. – Dejé mi teléfono acá, ¿podrías dármelo?

Daddy give me more (Kookmin) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora