Cambiaré por Tí (Damián)

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Entramos al restaurante, todo es tranquilo, nunca había venido a este lugar, mis amigas me traen a distraerme un poco,he tenido una decepción con uno de los trabajos entregados en la mañana de ayer, nada ha salido bien, al parecer, los editores no están satisfechos, lo cual ha causado un alto estrés en mí. Observo detenidamente cada lugar mientras nos guían a nuestra mesa, se siente un ligero aroma a miel, lo cual me agrada, en el fondo hay unas puertas correderas, se vislumbran luces.
- ¿Disculpe es una discoteca lo que hay al fondo?–preguntan al maître.
-Si señoritas, si gustan al terminar su cena, pueden dirigirse ahí, todo está incluido, con el pase de entrada.
Le sonrió y miro a las chicas, Melanie gano unos pases desde hace unas semanas para este restauran exclusivo, al parecer es un pase VIP para toda la instalación, estuve investigando y al parecer, este restaurante cuenta con todo,antro, spa y centro de entretenimiento, muy bien equipado, junto a la sala de danza clásica donde se presentan esta noche música tradicional.
-Bueno al parecer quieren que disfrutemos al máximo nuestros pases –dice Aurora entusiasmada.
-Creo que sí, pero no sé.
-Vamos Keira no seas aguafiestas –contraataca Melanie.
-No soy aguafiestas solo que no estoy de humor.
-Vamos cariño, por una vez en tu vida que te olvides de todo y te diviertas ¿en verdad crees que será malo?
-Supongo que no, pero...
-Nada de peros amiga, por favor –me dice con cara compungida –diviértete, vive, aunque sea por una vez.
Pongo los ojos en blanco, estoy prácticamente acorralada entre las dos.
-Miren no me siento bien.
-Oh vamos ¿Qué puede salir mal? Solo vamos a divertirnos.
Genial, no tengo voz ni voto, después de todo, ellas me trajeron y no puedo irme sola, así que simplemente asiento con la cabeza con desgana, me pasan los brazos por el hombro y nos dirigimos a la discoteca.

Esto está mal realmente mal, nos instalamos en una mesa en un rincón del antro o discoteca como se llame, ellas me han abandonado, las veo mover sus traseros contra sus parejas, claramente el alcohol se les ha subido a la cabeza, las miro desde mi asiento y ciertamente pasamos de animarme a animarse ellas solas, no me culpen lo dije desde un principio yo no estoy para salir y más en este día así que, me deslindo de las consecuencias, y a eso me refiero, a las jaquecas de mañana, y claramente irse a rastras de aquí. Este viaje ha sido un completo error, ciertamente tomar un avión luego de mi maravilloso fracaso con los editores, no fue la decisión correcta.
Paseo la vista por el lugar debo admitir que es agradable, no se tal vez me imaginaba un lugar repleto de gente sin lugares para sentarse, una barra cosa que, si hay y en ella se sirve bebidas cada dos por tres, así que no culpo a las chicas por beber como si no hubiera mañana, sé que dijeron que hoy hay que desinhibirse, pero esto es ridículo.
Me levanto y me dirijo a la barra después de todo no he tomado ninguna copa en todo este tiempo, así que una no me hará nada, me acerco a la barra y pido una margarita, mientras espero, verifico que en mi campo de visión sigan presentes las locas de mis compañeras, me tocan el hombro y veo mi copa en la barra, la tomo sin dejar de mirar a las chicas que bailan ya subidas de tono, me sonrojo, mejor aparto la vista. Al girarme a mi izquierda se encuentra un caballero vestido con camisa de lino, pantalones de mezclilla, me observa detenidamente que comienzo a hiperventilar, es un hombre realmente atractivo, está bebiendo algo y me mira sobre el borde.
-Ya era hora que tomes algo –dice aurora y me arrebata la copa de mi mano. La veo bebérsela de un solo trago, ni siquiera la probé, me pasa su cartera y pide dos wiskis, la toma de la barra, me lanza un beso y se dirige a Melanie, las veo reírse y pongo los ojos en blanco. Les hago un gesto con la mano, pero me ignoran categóricamente.
Me giro y el caballero me dirige una sonrisa, supongo que vio la escena y eso le causo gracia, le sonrió y hago un gesto de qué más da, después de todo son mis amigas. Pero ya estoy agotada solo quiero irme a dormir.
Me levanto del taburete luego de pagar la bebida, lo observo por última vez, está hablando por teléfono, así que simplemente me alejo, voy en busca de las exhibicionistas.
-Chicas –grito para que me escuchen por encima de la música –me pueden dar la dirección del hotel, estoy cansada.
Las dos me miran, tienen algo turbia la mirada, pero no puedo hacer más, si les digo que nos vayamos me mandaran por un tubo las conozco demasiado bien, así que opto por irme sola de aquí.
-Ya veo que no sabes divertirte, aunque sea una vez en tu vida –dice Melanie y me entrega un papel, le tomo foto y se lo devuelvo, junto con la cartera. Me abrazan y me dirijo a la salida. Ahora a buscar un taxi, maldita sea, a estas horas tengo un pavor de andar sola por las calles, mi valentía ha descendido a prácticamente nada.
Está todo desierto al salir del local ¿Dónde diablos acabaron los autos? Trato de ver algún taxi pero no consigo nada,paseo la mirada en todas direcciones, no se creó que no es buena idea alejarme pero necesito encontrar un taxi y regresar segura, o de lo contrario esperar a que las borrachas de mis amigas decidan irse e irme con ellas, estoy debatiéndome cuando oigo un ruido a mi izquierda, una luz me cega por completo y siento una mano cubrir mi boca con un pañuelo, comienzo a forcejear, hay un olor fuerte en el maldito pañuelo, trato de quitármelo pero no consigo nada, contengo la respiración lo más que puedo, me sujetan más fuerte que siento como crujen mis costillas, trato de patearlo, pisarlo o tratar de quitármelo de encima, no soporto más y al inhalar empiezo a perder fuerzas, mi visión comienza a estar borrosa, el olor me invade por completo,  no distingo nada, trato de gritar, de moverme pero mis músculos no me responden, todo comienza a ser obscuridad.
Alguien me toma en brazos una silueta logro distinguir, pero nada más, escucho algunos ruidos y pierdo el conocimiento.

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