Cambiaré por Tí (Damián)

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Despierto aun acurrucada en sus brazos, no quiero moverme y despertarlo, se ve tan pacifico dormido, quiero a este hombre, pero en mi mente sigo preguntándome si hice lo correcto después de todo lo que ha ocurrido entre nosotros.
- ¿Qué sucede?
Me sobresalta escuchar su voz, levanto el rostro y lo observo.
-Nada –miento.
-Se que algo ronda por tu cabecita.
-Nada –vuelvo a poner mi mejilla sobre su pecho.
-Escúchame tal vez no tengo las palabras correctas con respecto a tu familia y como llevaremos esto pero... quiero que escuches algo te amo, desde que te conocí de alguna forma pusiste todo patas arriba, y ahora sé que si me hubiera alejado no sabría como ordenar lo que soy, nunca creí en el amor a primera vista, hasta el día en que te vi en el antro, aquel día comencé a creer, y sigo preguntándome ¿por qué tu? Me puse a recordar historias que una vez me conto mi madre, de los momento en el que uno mismo sabe que están hechos el uno para el otro, y así fue, y vuelvo a repetirte no tome las decisiones correctas, y eso me llevo a que no sabía dónde estaba parado, si tu llegabas a sentir algo o no –sus dedos acarician mi hombro, me quedo callada –eres como el aire, impredecible, difícil de mantenerte a mi lado, debo admitir que tuve mucha culpa en eso, la forma en la que me comporte ayudaron a crear un abismo entre nosotros, y lo supe cuando escapaste, no sabía cómo ganarme tu corazón, como hacer que te quedaras conmigo para siempre, estabas en mis sueños y sigues estando en ellos, cuando te capture nuevamente me aleje de alguna manera por el bien de los dos, pero siempre divagaba cuando me encerraba ya sea en la oficina o en las noches en mi habitación, me imaginaba tocándote, probando tus dulces labios, tus partes reservadas solo para el indicado, sentía el tacto de mis dedos sobre tus pechos, tu olor esa fragancia que se quedó conmigo, tu lengua bailando con la mía, deseaba estar dentro de ti cada día, era una pena malgastar mi deseo, mis suspiros, me mantenías vivo a medias, deseaba renunciar a todo por tenerte libremente, lo que hubiera sacrificado porque no sucediera así, no tengo forma de cambiarlo y no sabes cuánto lo lamento, estoy arrepentido de haber manejado las cosas así.
-Lo sé –lo interrumpo –me lo has demostrado en las últimas ocasiones, sé que te arrepientes y te lo agradezco, yo también hubiera querido que fuera todo diferente, nunca te mentí cuando te dije que me sentía atraída por ti, en verdad lo estaba, no se tal vez hubiéramos intercambiado números, mandarnos mensajes de vez en cuando, salir al cine o no sé, cosas que hacen las parejas para conocerse más a fondo, ser nosotros.
-Siento en verdad que las disculpas no bastan para reparar el daño que te hice, no sabes en verdad me arrepiento de haberte secuestrado, tome la decisión equivocada... –medito sus palabras me alegra escuchar que se arrepiente, es como un alivio enorme saber que después de todo he descubierto al verdadero hombre escondido en el bruto que conocí en un principio –Amo tú sonrisa, como tú cuerpo reacciona y despierta mi lujuria, quiero tenerte solo para mi lo admito, me hiciste descubrir un amor tierno un amor correspondido... yo... debo confesarte algo –levanto el rostro,
- ¿Grave?
-Algo.
-Sigue.
-La noche que estuviste borracha - ¿ah? Es extraño que hable de eso ahora –escucha estoy tratando de limpiar mi alma, así que trata de no odiarme.
-Bien –digo dudosa.
-Esa noche, yo... Mmm, yo, bueno nosotros –no entiendo a donde quiere llegar –nosotros tuvimos sexo.
Me levanto de golpe, espero haber escuchado mal.
- ¿Qué dijiste?
-Lo que escuchaste.
-Damián tú me dijiste que nada paso.
-Lo sé, yo te mentí, no quería que me odies.
-Te aprovechaste de mi debilidad.
-Lo siento.
Me tomo la cabeza entre las manos, no puedo creer que me haya ocultado eso, es cierto que tuve flashes, pero no pensé que fueran reales después de todo estaba alcoholizada y fuera de mí, no podía controlar mis actos, ni siquiera logre recordar lo que dije y lo que hice.
-Eres un caso.
-Lo siento en verdad.
-Damián.
-Escucha yo no quería o más bien nunca tuve la intención, es solo que cuando prácticamente te ofreciste yo no pude resistirme.
-Estaba borracha.
-Lo sé.
- ¿No se te ocurrió que luego me iba a arrepentir de mis actos?
-Si, pero tú me odiabas, y quería tener, aunque sea por una vez tu rendición a mí, lo vi como que en verdad estabas lucida y querías estar conmigo, perdóname.
-Yo no sé qué pensar, has hecho tantas cosas.
-Lo sé, pero lo he hecho por amor.
Viéndolo de ese modo es algo conmovedor que me quiera de esa forma, pero frustrante al ver tantas tonterías que ha hecho y solo ha ocasionado problema tras problema.
-Perdóname.
-Ya paso, así que no tiene caso hacerlo más grande.
Me recuesto nuevamente y lo miro, paso mis dedos por su mejilla.
-Sabes, no he puesto mucha atención en estos días, no me había dado cuenta de que te has dejado la barba.
-Si, no te preocupes, luego me afeito.
-No, te ves bien, acentúa tu mirada.
- ¿Ah?
-Te ves más atractivo.
-Eh gracias.
Me sonrojo.
-De nada.
-Te amo.
Escucharlo siempre me deja sin palabras, no sé, a pesar de que estamos casados, que siento un gran afecto por no decir amor hacia él, no he podido decirle estas dos palabras que significan mucho para él.
-Lo sé –digo y le sonrió, trato de actuar con normalidad, después de todo sé que sus sentimientos son reales.