Algunos detalles serán cambiados para que el one-shot tenga más sentido y que la edad de amabas jóvenes sea de dos años
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A sus 15 años huyó de las garras de su familia que abusaba de ella, su carácter no era el mismo que antes; rencor y odio recorrían cada fibra de su cuerpo hacia todo el mundo ninja.
Todavía podía escuchar los gritos de su padre exigiéndole ser la mejor y las risas burlonas junto a comentarios hirientes que habían salido de la boca de su madre al verla sangrar y llorar por piedad y descanso.
Su mente no olvidaría como se arrodilló ante su villa pidiendo ayuda, como algunos la veían con lástima, asco y algunos la ignoraban. Recordaba cada cara y como ignoraron sus lamentos, que próximamente serían los suyos.
Iba caminando hasta toparse con dos hombres que vestían batas negras con nubes rojas en ellas, estos pararon de caminar al verla haciendo que se encojiera en sí misma sintiendo sus chakras que la superaban.
Un tipo con rasgos de serpiente la vio con los mismo ojos que la veía su padre cada vez que entrenaban, sintió la adrenalina recorrer cada parte de su cuerpo y sacando una mínima porción se desquito con él. En un destello los brazos se encontraban en el suelo mientras un cuchillo se encontraba perforando la zona de su corazón.
El cuerpo se empezó a desmoronar en pedazos por cada corte que la joven había hecho, sus ojos de un color rojo como la sangre pura brillaban al ver lo que había hecho mientras una deformada mueca se posaba en su cara. Más fue reemplazada al ver cómo las partes de aquél cuerpo se volvian una masa irreconocible.
Frente a ella apareció el otro acompañante que tenía los mismos ojos que ella a diferencia que el tenía 3 puntos en cada glóbulo, una forma apareció en estos para sumergirlá en una tortura peor.
Pasaron unos días que sintió como años con algunos descansos para que él poseedor de aquellos ojos malditos los descansará, aquella tortura sólo deterioro su estado mental cosa que aprovecho un azabache para reclutarla a su grupo.
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Sus ojos veían fijamente a una pelirroja que estaba sonrojada ante su presencia mientras sus manos se movían con nerviosismo, aquella desconocida que aparentemente iba a pertenecer a Akatsuki junto a otros que no eran tan pequeños contra ella le había llamado su atención.