6 capítulo

1.1K 367 23
                                    

Voy a ir a comprar al supermercado. Todo va bien hasta que veo a una pareja que me suena mucho la cara, y que una vez escuché a mi abuela discutir con ellos...

Yo pienso que no me reconocieron porque cuando pasó eso yo tenía 10 años.

Estoy comprando unos tomates cuando se acercan sin que me dé cuenta. 

-Mira  pero si es Cristina la huérfana, que pena que no haya muert0 igual que sus padres.-dice empujándome. 

Me pongo como los tomates pero no de vergüenza sino de enojo. Me entró una rabia que me comía el mundo.

-Que pena que no te hayas muert0 tú. Eres una Vieja sinvergüenza. Además, ¿qué tienes contra nosotros?.

-Tengo lo que me dé la gana, porque no debisteis haber nacido. Y una niñata de 16 años, no me va a decir lo que tengo que hacer así que yo hago lo que quiera. Y si quiero meterme con ustedes lo seguiré haciendo...

-Mira, vete a la mierd*. Te odio vieja asqueros*. 

Me voy a otra zona, no tengo ganas de seguir discutiendo con ella.  Y por un momento, me viene la idea que seguro ella ha sido la que tiró las flores de mi abuela, pero no quise decir nada.

Me suena el móvil, y pienso que es Ana. Pero es una amiga del instituto que me preguntó cómo me estaba yendo el verano. 

Le escribo un WhatsApp a Ana, preguntándole cómo le está yendo en el trabajo.

Me contesta enseguida: 

-Me está yendo bien mi amor, está la cosa tranquila hoy. Muchas gracias. Aunque te echo de menos, quiero volver a estar en tus brazos...

-Ay amor yo también te echo de menos pero pronto nos veremos princesa. Te amo. Me alegro mucho que te esté yendo bien. Y seguro que estás cansada. Jajajaja

- Gracias bebé. Que mala suerte que hoy no te voy a poder castigar, porque tengo guardia esta noche. Sí, estoy cansada por tu culpa, me has fundido. Todavía siento tu lengua en mi cuerpo...

-Oyeeee ya que estoy en el supermercado y me estás provocando...

- Adiós, ahora después hablamos que han venido personas heridas.

 Me despido de ella, y me pongo en la fila para pagar.

 Cuando estoy saliendo veo a la pareja de antes, están lejos y me entran ganas de seguirles. Tiran primero a la izquierda, luego recto, y vuelven a la izquierda y entran en un portón negro, donde a su lado, antes había un veterinario.

Ellos no se percatan de mi presencia, pero ya sé dónde viven y eso me hace sentir más tranquila.

Llegó a mi casa coloco las cosas en su lugar y cuando termino me pongo a escuchar música en mi cama, no tengo ganas de hacer nada. No tengo ganas de recordar eso, pero al mismo tiempo no paro de agobiarme con ello. 

Lo primero es síntoma de depresión y lo segundo de ansiedad, y esto es lo malo de las personas que tenemos los dos. 

Son las 00:00, y no puedo dormir nada. Decido ver Facebook, porque Ana está trabajando y no quiero molestarla. Luego intento ponerme a ver una película, pero no lo consigo mi mente está en otro sitio. En un sitio llama 24 de junio de 2016. El día que mis padres tuvieron el accidente. Otro coche chocó con ellos y los tiró por un barranco, el otro vehículo huyó y nunca se supo nada de ellos... Aunque mi abuela sabía algo, pero nunca lo quiso decir.

Empiezo a llorar, me viene bien desahogarme. A Veces desahogarse, es lo que evita que explotemos de otra forma.

Me llega un mensaje de Ana: 

-¡Hola preciosa! ¿Cómo te ha ido esta tarde? Es de noche y te extraño😏.

- Hola amor. Me ha ido bien, muchas gracias- no quise preocuparla-¿y a ti cómo te ha ido?

-Bien también no ha habido casi urgencias, menos mal.

-Yo si tengo una urgencia. Y es urgente. Necesito que vengas urgentemente a mi cama y que me cures la piel con besos😘. 

- Uy llama a urgencias que voy corriendo a quitarte eso que se denomina "calentura🔥". 

-¡Correee!

-Quítate las ganitas tú solita, porque yo no te las puedo quitar ahora.

-Bueno, entonces voy a prenderte a ti también.

Empezamos a decirnos cosas que queríamos hacernos y mientras nos tocamos, nos lo imaginamos y se lo decimos a la otra para que se caliente más. 

Cuando terminamos, las dos nos decimos lo que nos encanta de la otra y lo que nos deseamos. Nos tiramos un buen rato hablando hasta que llega una mujer al hospital que se había hecho un esguince en el tobillo.

Por fin, consigo dormir y dejar de pensar. 

El orgasmo me ha venido super bien para relajarme. Unas de las buenas cosas que tiene es que nos relaja y nos entra sueño después de llegar al clímax.

Soy solo tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora