Capítulo 24

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Veo como Ana se acerca... Madremia viene fabulosa.... Da hasta miedo como me encanta esta mujer, tiene todo lo que me encanta y me vuelve completamente loca. Leva un vestido azul celeste que le llega por los muslos (esos muslos que antes eran míos) y también tiene un poco de escote.

—Hola señorita—se queda paraliza después de decir eso— digo... hola Cristina.

Era muy raro que me llamara "Cristina", ella siempre me había dicho "Cris" desde el primer día. 

—Hola Ana—no sé que más decirle, lo que más deseo ahora mismo es comerle la boca delante de esa...

—¿Qué pasa me has reemplazado por esta?— dice Ana mirando mal a Maite.

—Esta como tú dices tiene nombre eh—se defiende Maite.

—Y lo hace de puta madre—añado mientras le doy un beso en la mejilla a Maite.

—¿Qué?—dice Ana y abre los ojos.— Sabes que no es verdad, además si lo fuera sabes que en el fondo me sigues perteneciendo—dice acercándose de forma provocativa, no puedo echarme atrás, en el fondo quiero y necesito que me bese.

—Ni se te ocurra besarla o tendrás problemas— amenaza Maite y no solo con sus palabras sino también con una mirada que da miedo. Parece que Maite se había tomado demasiado enserio lo de fingir que era mi novia...

—¡Ay! Qué miedo. ¿Qué me va a hacer a mí una niña de dieciséis años? Te recuerdo que tengo veinticuatro.

—Primero, no me importa cuántos años tengas y segundo, deja a Cris tranquila o sabrás de lo que soy capaz...

—Cris, necesito que hablemos a solas. Y tú calla que contigo no estoy hablando — le dice Ana a Maite cuando intentaba protestar...

Yo no sabía que decirle, sabía que si hablaba con ella a solas las cosas no terminarían bien, o nos besábamos o me volvía a lastimar con sus palabras... Aunque en el fondo necesitaba hablar con ella...

—Por favor, solo será un minuto— dice Ana interrumpiendo mis pensamientos.

—Mmmm— miro a Maite y su mirada me dice que no acepte pero yo necesito aceptar— Vale, pero solo un minuto eh...

—Tranquila Maite, enseguida regreso—intento tranquilizarla porque se le ve enfadada y no sé porqué.

Nos apartamos y Ana se queda un rato mirándome sin hablar. Tiene su mirada intensa puesta en mis labios... Y eso me pone nerviosa y a la vez me gusta...

—¿Hemos venido aquí para hablar o para que te me quedes mirando sin decir nada?—cuando digo esto Ana  reacciona y me mira a los ojos.

—Aver, sé que no me vas a creer pero...— Ana se queda sin palabras y eso hace que me ponga impaciente.

—Pero... ¿qué?

—¿Vas a decir algo o te ha comido la lengua el gato?—me río al decir esto y Ana hace lo mismo, me recordó a la manera en que teníamos de provocarnos...

—Yisel es solo una amiga— levanto mi ceja porque no me creía la que me estaba diciendo— Te lo juro, ella es solo una amiga—cuando me dice esto mis ojos se abren demasiado, me quedo sorprendida.

—Perdón por no creerte —le digo mientras la abrazo y se me escapa una lágrima— Me gustas muchísimo, espero que entiendas mis celos.

—Te entiendo, ya también hubiera pensado lo mismo si te hubiera visto así con alguien—se me escapa una sonrisa al escuchar eso...

—Gracias señorita—digo mientras intento besarla pero Ana para mi sorpresa se aparta..

—Ella es una amiga, pero también sabes que yo no puedo ser tu novia cuando quiero otra cosa.—esas palabras me sientan como un disparo en el corazón...

Soy solo tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora