¿Qué acababa de pasar? ¿Ana estaba con otra? Estoy desesperada... No sé donde meterme ni lo que hacer... Estoy en shock... ¿Cómo me ha podido hacer esto? Es verdad que no estamos saliendo ni somos novias, pero estuvimos picándonos y parecía que lo nuestro podía funcionar ahora. No sé a lo que juega esta chica, pero desde luego que me tiene en sus redes y eso no me gusta nada...
—Cris, por favor espera...—dice Ana gritando,y al ver que la ignoro corre hacía mí.
—¡Ayyy! —me quejo cuando Ana me tira del brazo para que le haga caso
—¿Escúchame, por favor!—Ana me agarra la cara haciendo que la mire directamente a sus ojos...
—¿Qué quieres que escuche? ¿Qué ya tienes otra?—en mi tono de voz se nota que estoy completamente celosa.— Ah no, que es un mal entendido y solo es una amiga —digo irónicamente— ¿Crees que soy tonta? Con una amiga no se está así, en toalla en el baño y con totalmente tranquilidad.
—No pienso que eres tonta, eres demasiado madura para tu edad— Ana acaricia mi cara con las yemas de sus dedos, y se queda fijamente mirando mis labios.
—¿Qué haces? Ni se te ocurra besarme—digo enfadada quitando sus manos de mi cara, pero Ana no se da por vencida, agarra mis muñecas poniendo mis manos en alto y me empuja hacia la pared.—No, no,esper... —Ana me besa rápido y sin querer parar, su lengua recorre mi boca a una velocidad que casi no me da tiempo ni a respirar... Luego de varios intentos, consigo que deje de besarme, agacho mi cara y cierro mi boca. Ana no se lo espera ya que era obvio que el beso me estaba gustando.
—No, no pares—me suplica Ana en el oído, eso hace que mi cuerpo se estremezca y mis mejillas se pongan rojas de nuevo... Pero eso no hará que ella cumpla su objetivo y me deje llevar...
Cualquiera que nos viera no sé que pensaría, ya que no se ve todos los días a dos personas contra la pared besándose como locas en el portón de un piso... Pero eso ahora mismo me importa poco y menos a Ana...
—Eso díselo a tu nueva novia—replico celosa— Yisel, no pares que me corro. ¡Me corro! —me burlo de ella—Mi amor, te amo. Me encantas. Corre y díselo a ella porque yo no te voy a creer nada. Vete y no le hagas esperar, pobre animal—digo riéndome.
—Exacto, eso le a digo ella. Y ese "pobre animal" como tú dices me hace venirme en segundos—dice susurrándome en el cuello—me hace de todo—dice lamiéndome el cuello haciendo que me salga un gemido.
Se nota mucho la tensión que tenemos... Pero ahora mismo solo puedo pensar en lo celosa que estoy... No sé de que tengo más ganas si de matar a Yisel, demostrarle a Ana que yo soy mejor o de comerle la boca hasta saciarme y eso sería cuando me quede sin respiración... Obviamente la primera opción, no lo haría ni de broma, aunque ganas ahora me sobren...
—Ajá, pues que seas muy feliz con "el amor de tu vida"—cuando digo esto Ana se ríe a carcajadas y eso me enfada tanto que cierro la puerta con un portazo.
Aaaaaawwwwww me muero de celos, ¿qué tiene ella que no tengo yo? ¿Por qué ya tiene a otra? Y si tiene a otra, ¿por qué ayer me estuvo provocando? ¿Por qué no había dicho nada? ¿No quería que me enterara? Pasan miles de preguntas por mi cabeza, pero no quiero seguir pensando.
—Osea que ella te lo hace mejor...— me echo a llorar—p... pues ella te lo hará mejor, p... pero nunca te querrá como yo...—voy por la calle llorando y hablando sola.
Cuando voy justo por la guardia civil, recuerdo que Maite me dijo que iba a ir al mercado a comprar y decido ir para allá, necesito despejarme y para qué voy a mentir, necesito un abrazo... Antes de entrar me seco las lágrimas, finjo una sonrisa, me miro en el cristal del móvil. ¡Bien! la sonrisa parece creíble. Entro por la primera puerta justo la que está pegada a la guardia civil y entre dos bares. Mi intento de fingir que estoy bien se echa a perder cuando veo a Maite en la frutería.
—¡Maite!—grito abrazándola y llorando en sus brazos...
— ¿Qué te pasa?— pregunta Maite al escuchar que estoy llorando. —¿A dónde has ido?
—No me lo vas a creer Maite. Yo he ido a ver a Ana, tenía ganas de verla, y más porque ayer me sentí muy cómoda con ella, como si pudiéramos volver a intentarlo, nos dimos besos, abrazos...
—¿Y qué ha pasado para que vengas así? Espera, vamos para afuera y así me lo cuentas mejor.
—Pues que me la he encontrado con otra—al decir eso mi voz se quiebra...
—¿Cómo?—pregunta desesperada— Oye, pero espérate, ¿estás segura que solo es una amiga? Tal vez tienen algo. Al contrario—extrañaba que Maite no dijera las cosas al revés, es como si hubiera cogido más confianza. Desde que conocí a Maite siempre se liaba en el orden de las palabras.
—Es que las vi a las dos en toalla... Es verdad que con una amiga también se puede estar así, pero estaban con demasiada tranquilidad. Y luego también me dijo unas cosas...
Maite intenta consolarme diciéndome que seguro solo es una amiga y que me dijo todo eso para ponerme celosa, pero si por alguna razón ellas dos tuvieran algo aunque sea difícil tendría que asimilarlo. Me dijo también que le parece raro que me haya olvidado tan raro...
—Bueno, vamos a entrar para que sigas comprando.
—¿Seguro quieres acompañarme a comprar o vamos a darnos una vuelta o algo?— pregunta Maite al entrar de nuevo.
—No, no tengo ganas de ir a ningún sitio, necesito despejarme y creo que ayudarte a comprar me vendrá bien.
Maite, vino a comprar frutas y verduras, ya que su hermano estaba con la novia como siempre. Y tenía pensado comer algo fresquito mañana, pero su hermano no es de comer verduras entonces no había en casa. Compro una sandía, pimiento, piña, limón, tomate, melón, cereza...
—¿Quieres ir a dar una vuelta? Dime algo que podamos hacer que te ayude a despejarte—Maite se preocupa mucho por mí
—La verdad, no me apetece ir a dar una vuelta. Ahora mismo solo tengo ganas de llegar a casa acostarme y llorar.
—Pues te acompaño.
—¿Cómo?—pregunto
—Que te acompaño a ir a casa. Podemos ver una película o algo, lo que no voy a hacer es dejarte sola ahora que estás mal.
Vamos andando, Maite me habla de algo varias películas que hay en Netflix, las cuales seguro que nos gustan, pero siendo sincera no le estoy prestando atención ahora mismo en mi mente solo está Ana.
Ana abre su botella de agua y bebe, pero al ver que no reacciono y que tengo la mirada perdida, me salpica un poco de agua.-¡Oyeee! No me eches agua— digo riéndome.
— ¡Ay! No me eches agua —dice riéndose de mí— toma un poco más agua que hace mucha calor— dice mientras me vuelve a salpicar agua pero ahora en la cabeza.
—Ahora te vas a enterar—digo intentando arrebatarle la botella de la mano.
Maite sale a correr y yo la persigo, pero no duramos mucho ya que la botella está abierta y ella misma al correr se está bañando.
—A eso se le llama karma— Me río de ella— Trae que cierra la botella. ¡Toma! Te lo mereces ¡Por mala!— exclamo mientras le echo media botella encima.
—Serás....
—¡Socorro! ¡Auxilio! Me están persiguiendo— me río mientras corro, pero no duro mucho ya que al reírme no puedo correr y para colmo se me junta el flato. —¡Ay! Me duele la barriga.— digo mientras me apoyo en la fachada del Dominó Pizza—Muchas gracias Maite, por hacerme reir y por intentar hacer que deje de pensar. Maite me abraza fuerte pero... Cuando nos vamos a separar se queda mirando mis labios, haciendo que me sienta incomoda.
—Quiero te — dice Maite riéndose mientras me mira, está claro que esta vez ha dicho las palabras al revés para hacerme reír. Es muy buena gente...
* Perdonad por tardar tanto en actualizar, es que últimamente no he tenido mucha inspiración ni fuerzas para escribir. Espero que os guste este capítulo. Y como siempre, decidme lo que pensáis. Intentaré actualizar muy pronto. Os quiero. Gracias.
-Gisela Ruiz Recio*
ESTÁS LEYENDO
Soy solo tuya
RomanceCris es una estudiante de diecinueve años, que vive sola en un piso de Vélez Málaga, porque sus padres murieron en un accidente cuando ella solo tenía 10, la crió su abuela Matilde, hasta que hace unos meses ella se suicidó. Un día, coincidirá con A...