𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 ──carreraxspreen

Tercer capítulo

<\3— Perspectiva Iván

Me senté en la computadora a esperar a que Carre terminara de cocinar unos capellittinis, era una comida bastante sencilla y rápida, pero era justo lo que quería.

Hace una semana que no prendía, no me sentía bien que digamos, pero me sentía con bastantes ganas de hacer un stream.

Avisé en twitter que prendía en unos minutos, y preparé todo.

— Wacho, ya están listos los capellittinis. —Escuché a Carre decir desde la cocina, mientras veía como se quitaba el delantal.

— Voy. —Respondí y me levanté, Carre me entregó el plato con los capellittinis ya servidos, me senté en la mesa y empecé a comer, con Carre replicando mi acción.

<3— Perspectiva Rodrigo

Me puse a comer, con Iván sentado en frente mío.

Iván me empezó a hablar de todo tipo de cosas, de como se siente mejor ahora que borró el video, de las muchas ideas que tiene para streams, de como le cuesta creer que recibe tanto apoyo y yo sólo me dediqué a escucharlo hablar, hablar en ese acento, en ese acento santafesino que tanto me gusta.

Iván terminó de comer, se levantó y dejó el plato en la cocina, corriendo a sentarse en su set up, para poder empezar el stream.

Terminé de comer y sólo me quede viéndolo, saludando a su chat, viendo su sonrisa, estaba tan contento que me transmitía su felicidad.

Me puse a revisar mi celular, viendo algunos mensajes, y después metiéndome a twitter, viendo que la primera publicación que me salió era de Iván.

"On" seguido del link a su twitch.

Apagué mi celular y seguí viendo a Iván por unos minutos más, como platicaba con sus seguidores.

El sueño me invadió de repente, así que decidí que dormiría un rato.

— Amigo, me iré a dormir, ¿me despertás cuándo acabés? —Le dije a Iván, viendo como desviaba su mirada de la computadora y dirigía su mirada a mí, cosa que por más insignificante que era, me puso nervioso.

— Sí, tranqui.

Me subí a su habitación, y me acosté en su cama, que no tenía otro más que su olor, sus almohadas, sus sabanas, todo en esa habitación desprendía su fragancia.

Hundí mi cara en su almohada y me dormí sin darme cuenta.

[...]

Me desperté con una sorpresa, Iván estaba dormido a un costado mío, miré todo su rostro, viendo cada detalle de este.

Sus largas pestañas que hacían juego con sus lindos ojos cafés, su piel completamente blanca, sus labios rosas, y su bello cabello, que siempre estaba suave y despeinado.

Extendí mi mano a su rostro, y empecé a acariciar sus mejillas, admirando cada detalle de su cara, bajé mis dedos, observando con sumo cuidado cada línea que definía sus labios, aguantando las ganas de besarlo.

— Wacho, ¿qué hacés?