𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍𝐄𝐒 ──carreraxspreen

Décimo capítulo

<\3— Perspectiva Rodrigo

No, no, no. Esto no debe estar pasando, Iván ni de joda debe de estar enamorado de mí, estoy seguro de que me está jodiendo ¿me cree estúpido? ¿cree que soy así de fácil?

Empujé a Iván, haciendo que caía sentado.

— Dejá de jugar conmigo, no estoy para tus chistes.

Salí corriendo de la habitación, con lágrimas recorriendo mis mejillas levemente sonrojadas, por la acción anterior. Salí corriendo de la casa, evitando a las personas.

Me sentía horrible, ¿por qué me hace esto? si no le gusto que me lo diga, que no esté jugando conmigo, que no me mienta.

— ¡Rodrigo, esperá!

Escuché los gritos de Iván atrás mío, pero yo ni de joda me iba a detener, debe de pensar que soy su payaso, que estaré a su disposición siempre. Y sí, así lo es, siempre estaré para él, y no lo puedo evitar, pero al menos lo puedo ocultar ¿no?

Antes de que pudiera detenerme, vi unas luces de un vehículo frente a mis ojos, caí al suelo aún consciente, viendo como Iván corría hacía mí, tomándome con sus brazos y empezando a llorar, noté como me empezaba a sentir cansado, como mis parpados empezaban a pesar, y todo a mi alrededor se volvía confuso.

¿Esto es morir?

<3— Perspectiva Iván

Vi con horror esa escena, vi con horror como un carro atropellaba a Rodrigo. Como su cuerpo era impactado y caía al suelo inconsciente.

— Dios, no, no, esto no puede estar pasando.

Era como si de pronto toda la sangre de mi cuerpo se hubiera ido, empecé a sudar frío, la presión en mi pecho no tardó en aparecer. ¿Cómo pasó esto?

— ¡Rodrigo, no!

Corrí, viendo su cuerpo tirado en el suelo, un charco de sangre se esparcía por todo el suelo, dejando un rio rojo en el pavimento. Vi como mis manos se manchaban de sangre.

Me quedé viendo su mirada, como me miraba con sus lindos ojos, que parecía que perdían color al compás de los segundos.

— ¿Por qué llorás? no llorés Iván, dejá de llorar.

Empecé a ver a todos lados, y vi al conductor salir del auto, viendo como tomaba su celular y empezaba a llamar a lo que suponía que era una ambulancia.

No por favor, por favor, no te vayás de mi lado carrera, no me dejés solo, al fin pude darme cuenta de lo que sentía,  y logré decirte mis sentimientos y ¿me vas a abandonar así?

El sonido de la ambulancia empezó a inundar mis tímpanos, viendo como de la boca de carrera salía sangre, viendo como su pecho dejaba de respirar. y empezaba a cerrar sus lindos ojos verdes.

— Rodrigo, no me dejés. —Dije mientras los médicos bajaban una camilla.

— Iván, vos también me gustás...

Noté como empezaba a arrastrar las palabras, y finalmente. Cerró los ojos.

Me quedé estático viendo como el amor de mi vida se escapaba de mis manos como si de agua se tratase, todo era una pesadilla ¿no?

— ¡Rodrigo no, Rodrigo despertá, por favor, no me dejés, no lo hagás!