Capítulo 6

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Horas después...

—¿Necesita algo más? —preguntó Mix.

—Sí, ya es hora del almuerzo, ¿quieres ir a almorzar conmigo?

—Oh, lo siento, voy a almorzar con alguien más.

—¿Con quién? Tenemos que almorzar juntos, tenemos que hablar sobre lo nuestro —lo mira fijamente—. Quiero saber por qué aún no me has dicho tus inseguridades —piensa Mew.

—¿Podemos hablar más tarde? Y deja de mirarme de esa manera, no sé qué planeas que diga —no diré mis inseguridades— pensó Mix.

—¿Por qué no me dices tus inseguridades? Todas las personas que se me acercan me las dicen, y es imposible que tú no tengas ninguna.

—Claro que tengo inseguridades, pero jamás las sabrás —respondió molesto—. Si las supieras, tendrías más control sobre mí, y es lo último que quiero —pensó con tristeza—. Bueno, ya vuelvo, iré a almorzar.

Llamada de Mix a Gulf

M: Gulf, ¿dónde estás? Tenemos que hablar.

G: Sí, ahora mismo estoy saliendo de la oficina. Creo que Mew me quiere matar, ya lo he rechazado dos veces.

M: Sí que te va a matar, pero en la cama, afuera del edificio, en 10 minutos —dijo Mix riendo.

G: Te veo entonces.

Así fue como ambos chicos tuvieron que salir para encontrarse. No podían estar juntos ni que los vieran juntos en la oficina, ya que empezarían rumores.

—¿Qué pasó? —preguntó Gulf.

—Tengo una pregunta: ¿Mew tiene una actitud posesiva contigo?

—Pues sí, antes no era así, pero supongo que es porque no me conoce y no puede utilizar sus poderes como lo hace siempre para obtener a las personas que quiere —dijo Gulf con algo de disgusto.

—Bueno, me pasa lo mismo con Earth. Antes no era así; por primera vez me dijo cuáles eran mis inseguridades —dijo Mix triste.

—Oh, ¿estás bien? Eso te habrá caído como un balde de agua fría.

—Así fue, tuve que salir de ahí. No sé si es buena idea seguir trabajando para él. Cada vez es más posesivo, ya quiero que vuelva a ser mi Earth de hace 23 años.

—No eres el único que extraña a su pareja. Mi Mew de hace 23 años jamás hubiera estado con otras personas delante de mí ni me hubiera reclamado por tonterías. Tal vez sí...

—¿Tal vez qué?

—Que tal vez si nos confesamos, es decir, les decimos que los amamos, podrían recordar su pasado y dejar de ser así.

—Podría ser. Hoy lo intentaré, ya que Earth me dijo que teníamos que hablar de lo nuestro.

—Okey, yo también haré lo mismo antes de que vuelva a caer por Mew.

Después de esa conversación, ambos vampiros regresaron a sus oficinas. Sabían que sus jefes no estaban, lo que preferían, porque así no sentían esa mirada que parecía desnudarlos o malinterpretar lo que hacían.

—Él es mi secretario. Hoy me rechazó dos veces; jamás me había pasado algo así —dijo Mew, disgustado.

—Tal vez el tuyo quería algo serio. Pero el mío, ¡no! Sigue sin decirme sus inseguridades, y eso me mantiene tan intrigado. No sé cómo tratar con él así. Hoy le pregunté y me miró con tristeza —dijo Earth, molesto.

—Ya lo creo. Pero creo que hay algo que le molesta al mío: que sea tan posesivo y que esté con chicas delante de él. Me mira con una tristeza que me rompe el corazón, pero no sé por qué.

—Eso se llama amor, y creo que el mío es igual. Tanto que me tiene miedo, porque cada vez que le miro a los ojos espero que me diga algo más, pero nada.

Así fue como terminó la conversación de ambos. Al entrar en su oficina, cada uno encontró a dos personas allí.

—Gulf, ¿quién es esta persona? —preguntó Mew, muy serio.

—Dice ser su pareja —pensó Gulf, triste—. Haré que ella rompa contigo y luego se mate.

—¡Meeeew! —Kela saltó a sus brazos.

—¿Kela? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso no te dije que no volvieras aquí? Gulf, ¿puedes salir de la oficina? No, mejor ya te puedes ir. Más tarde te llamaré, tengo que hablar con ella en privado.

—Está bien —pensó Gulf—. ¿Qué es tan privado que no puedo escuchar? Igual la mataré.

—Es tan lindo tu secretario. ¿Qué dices, le rompo una pierna? Todo depende de ti, Mew —dijo Kela con una sonrisa.

—¿Estás demente? ¿Qué haces aquí?

—Buscando al amor de mi vida, ¿no es obvio?

—Kela, somos hermanos, lo nuestro es imposible.

—Somos hermanos adoptivos, nada de sangre, así que sí podemos ser pareja.

—Mi respuesta sigue siendo ¡no! Ahora fuera de mi vista.

—Lo pagarás —dijo Kela, enojada.

—Solo la utilicé una vez para tener relaciones. No debí hacer eso —pensó Mew cuando vio salir de su oficina a Kela, aquella chica que estaba mal de la cabeza por alguna extraña razón.

—Bueno, a esperar el ascensor. ¿Tardará mucho Mix? Tengo que hablar con él de la mejor manera de matar a esa chica —pensó Gulf.

—Muévete, pequeña mierda —Kela lo empuja—. Oh, eres el secretario —dijo entre risas.

—¿Cómo me llamaste? —pensó Gulf, enojado—. ¿Qué tal si la mato con mis propias manos? Escoria humana.

—Oh, tienes más actitud que el anterior. Mira, pequeña mierda, ¿quieres saber cómo Mew se quedó sin secretario? Bueno, le rompí los dos brazos. Si aprecias tu cuerpo, será mejor que ¡renuncies ahora!

—¿Y tú quién mierda te crees para mandarme? ¿Eh? Solo eres una estúpida niña insignificante que necesita a un chico para tener poder. Eso es gracioso, ¿por qué no te consigues dignidad?

—Eres una despreciable rata.

Kela intenta darle una cachetada a Gulf, pero él la detiene y la empuja al ascensor que acababa de abrir su puerta, enviándola al último piso. Se estaba planteando cómo hacer sufrir a esa persona, hasta que en su campo visual apareció Mew.

—¿Acaso te hizo algo Kela? —preguntó Mew, preocupado.

—Así que se llama Kela. Bueno, será mejor hacerme la víctima, así podré hablar con él en mi departamento —pensó Gulf—. Bueno, me dio una cachetada —hace un gesto de dolor—. Solo le dije que pasara al ascensor —dijo fingiendo estar triste.

—Oh, por dios, discúlpala, está un poco mal de la cabeza. Déjame llevarte a tu casa, aparte que tenemos que hablar.

—Sí, está bien —funcionó, tan predecible.

Así fue como Mew y Gulf fueron juntos al departamento.

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Atte. Griss ♡

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