Extra

299 44 1
                                    

Mew y Gulf estaban jugando a "verdad o reto" en un día aburrido para aquellos vampiros.

—Verdad o reto.

—Verdad —dijo Gulf, con tono aburrido.

—¿Es verdad que tendrás hijos conmigo?

—Sí.

—¿Cuándo?

—Antes de cumplir los 500 años.

—¿Quieres tener hijos conmigo ahora?

—¿Ahora? ¿Por qué? Aún tenemos tiempo hasta los 500 años para ser padres.

—Quiero tener muchos hijos.

—No, ahora no.

—¿Por qué?

—Si tanto quieres un bebé, tenlo tú.

—Si pudiera, lo haría —dijo Mew enojado, mientras se levantaba y se iba.

Gulf, con 128 años, no quería un hijo todavía. Sabía que aún tenía tiempo hasta los 500 años, pero Mew ya deseaba tener hijos y no podía esperar.

La razón por la cual Mew no podía tener un hijo con Gulf era simple: si una parte de la pareja no quería tener hijos, se respetaba esa decisión. Si la otra parte insistía, quien no quería podía solicitar un aborto, o incluso que se le realizara a su pareja.

Esto implicaba que si los vampiros hombres no querían hijos, no los tendrían, solicitando un aborto para su pareja. Si la mujer no deseaba hijos, podía solicitar un aborto para ella misma.

Esta norma existía para evitar el abandono de vampiros en el mundo vampírico, ya que criarlos bien era extremadamente difícil. Sin la educación adecuada, podrían ir a otros mundos a matar o a tomar sangre de cualquiera. Nadie se encargaría de educarlos, por lo que esta era una regla estricta para todos los mundos mágicos: cada uno debía hacerse responsable de sus actos.

Gulf fue tras Mew, quien estaba muy enojado y se había dirigido al mundo humano, donde observaba a los niños y sus padres felices. En el fondo, Mew anhelaba una familia, recordando cómo, en su infancia, tuvo padres falsos, algo que deseaba evitar.

—Ya sé, tendremos todos los bebés que quieras, siempre y cuando Mix quiera tener bebés con Earth —dijo Gulf sonriendo a Mew.

—¿Hablas en serio? ¿Todos los bebés que yo quiera? —dijo Mew, muy feliz.

—Todos los que quieras.

—Está bien, iré a hablar con Mix y con Earth. Gracias, amor. Te amo.

—Bueno, siempre es bueno verte feliz.

Gulf quería complacer a su esposo, ya que sería muy molesto tratar con alguien malhumorado.

—Me pregunto quién será el alma gemela de mis hijos —dijo Gulf mientras miraba el atardecer.

En todos los mundos mágicos, cuando se tiene hijos, estos siempre tendrán parejas destinadas, las cuales pertenecerán a la misma familia. Por ejemplo, los siete pecados son todos hermanos, lo que significa que Mix, Earth, Mew y Gulf son primos. Si tienen hijos, sus almas gemelas serían los hijos de sus primos. Esto se hace para preservar la sangre.

Mew fue rápidamente al lugar donde estaban Mix y Earth, quienes estaban relajados en el mundo de las hadas, observando cómo volaban.

—Mix, Earth, tengo que preguntarles algo —dijo Mew, jadeante.

—¿Qué pasa, Mew?

—¿Quieren tener bebés?

—Eso es obvio, ¿no? —respondió Earth.

—¿Por qué la pregunta? —preguntó Mix.

—Es que yo quiero tener bebés, y Gulf dijo que tendríamos todos los que yo quisiera, siempre y cuando tú también tengas bebés, Mix —dijo Mew, con una voz suplicante al final.

—Bueno, eso es tierno. Yo quisiera tener cuatro bebés, ¿y tú, Mew? —dijo Earth.

—Igual, cuatro bebés serían tan adorables. ¿Y tú, Mix? ¿Quieres tener bebés con Earth ahora? —preguntó Mew, ilusionado.

—Si Earth quiere, ¿por qué no? —respondió Mix, riendo.

—¿Hablas en serio? ¿Quieres tener hijos conmigo ahora? Yo podría esperar unos años más, pero me haría mucha ilusión que fuera ahora.

—Sí, ahora está bien —dijo Mix, feliz al ver la alegría en los ojos de su esposo.

—Sí, tendremos hijos todos. Le diré a Gulf que aceptaron —dijo Mew, contento.

Los dos vampiros acompañaron a Mew a darle la noticia a Gulf, quien estaba tomando sangre en el gran salón.

—¡Dijeron que sí! —gritó Mew, haciendo que Gulf derramara sangre.

—No había necesidad de gritar, Mew. ¿En serio dicen que sí?

—Mew nos convenció —dijeron Mix y Earth, sonriendo.

—Bueno, entonces tendremos bebés.

—Sí —respondió Mew alegremente.

El embarazo de los vampiros es diferente; dura 5 meses, ya que en el vientre los bebés crecen dos veces más rápido que fuera de él.

Estaba por anochecer, y Mew y Gulf querían pasar esa noche como personas normales, si es que algo en ellos podía considerarse normal.

En la habitación de un hotel de cinco estrellas, Mew, muy feliz de haber conseguido lo que deseaba, besó a Gulf con pasión e intensidad.

Mew besaba los labios de Gulf y lamía su cuello, dejando pequeños chupetones con mordidas. Ambos, sobre la extensa cama de aquella habitación, hicieron el amor con la intención de crear un bebé vampiro.

Esa noche, Mew y Gulf no solo se amaron, sino que, con ese amor, concibieron un bebé.

Mientras tanto, en el mundo vampírico, Earth y Mix dormían plácidamente, sabiendo que tendrían un hijo. Una semana antes, habían hecho el amor con la intención de concebir un bebé, lo cual les fue permitido. Ahora, Earth tenía que cuidar de su futuro bebé y de su amado.

Al día siguiente, ambas parejas no tuvieron un buen despertar. Mix tenía fuertes náuseas y vómitos, lo cual era de esperarse, ya que en un mes de embarazo el bebé crecía el equivalente a dos meses.

Mientras tanto, Gulf seguía durmiendo plácidamente en los brazos de Morfeo, mientras su amado esposo le traía la mejor sangre que encontró en ese lugar. Mew sabía que Gulf estaba embarazado, ya que cuando los vampiros lo están, alrededor de sus dos meñiques se forma una línea negra que indica si están o no esperando un bebé.

Mew estaba muy feliz al ver esa línea en su amado. Pronto sería papá, algo que deseaba con todo su ser.

Cinco meses después...

Para ambas parejas, los cinco meses de embarazo pasaron rápidamente. Mix y Gulf no podían soportar a sus esposos, quienes estaban constantemente detrás de ellos, preocupados por el bebé o por ellos mismos.

Finalmente, lograron calmarlos y ambos se dirigieron al hospital donde nacerían sus bebés. Tenían que estar allí al menos dos días antes del parto, ya que este sería por cesárea, como es común en los vampiros.

Durante el primer día de internamiento, sus esposos no cabían de felicidad, y hasta parecían celosos de ellos. Sin embargo, esa sensación desaparecía cuando les decían cuánto los amaban.

Así, en días diferentes —con solo dos días de diferencia— nacieron sus bebés, ambos varones, aunque diferentes.

Cada pareja estaba feliz, y nuevamente se juraron amor eterno.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Atte. Griss ♡

Los Mundos BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora