Consienteme

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Durante la madrugada me dieron ganas de ir a beber agua y intenté levantarme pero no pude, con hacer un simple movimiento sentí un fuerte dolor en mi cuerpo, más específicamente en la espalda y de la cadera para abajo.

Continúe intentando moverme y me detuve al ver una lágrima caer por mi mejilla, joder en verdad estoy adolorida... simplemente me acosté para y decidí buscar el agua al despertar en la mañana.

—Hey... despierta —dijo una voz familiar mientras me movía el hombro.

Abrí los ojos lentamente y lo primero que ví fueron dos esferas rojas.

—E-estás muy cerca... —dije con un leve sonrojo.

Bakugo estaba sentado al lado mío y por algún motivo me miraba fijamente.

—¿Q-qué pasa?

—No es nada —dijo apoyándose un poco en mi cintura.

—¡A-auch! ¡No hagas éso! —dije sentándome.

—¿Eh? ¿Qué tienes?

—Me duele... la cadera... —dije desviando la mirada.

—¿Ah sí? —dijo con una sonrisa ladina.

—¡¿Por qué te ríes?! ¡Esto es tu culpa! —dije señalandolo.

—Te equivocas —dijo agarrando mi barbilla. —Es culpa tuya por portarte mal~ —susurró en mi oreja.

—¡M-maldito idiota! —grité sonrojada alejándome de él.

—¿Y ese vocabulario? Al parecer tendré que castigarte nuevamente una vez te recuperes

—Sigue soñando rubia

—¡¿CÓMO ME LLAMASTE?!

—¡R-u-b-i-a! ¡¿Quieres que te lo repita en otro idioma?!

—Felicidades, lograste acabar con mi paciencia T/N... lo pagarás caro.

—¿Ah sí? Que miedo —dije sarcásticamente cruzando los brazos.

CTM si tengo miedo alv

—En cualquier caso, llévame al sofá, quiero ver televisión.

—¿Ah? Ve tu sola

—No puedo pararme idiota...

—¡Claro que puedes! —dijo jalando mi mano.

Me hizo abandonar la cama y al instante en que me paré sentí un calambre en las piernas y perdí el equilibrio, por suerte me agarró de la cintura justo antes de que cayera al suelo.

—Tsk... si no podías caminar debiste decirlo 

—¡Te lo dije idiota!

Luego de eso empecé a quejarme pero me ignoró completamente y me cargó estilo nupcial, caminó hasta el sofá y iba a bajarme ahí pero yo no lo solté.

—Suelta mi camisa ¿no querías estar aquí?

—No quiero bajar... —dije desviando la mirada, era muy cómodo estar entre sus brazos.

—Joder, tengo que hacer el puto desayuno   —dijo bajándome delicadamente, luego fue a la cocina.

[ • • • ]

Después de comer estábamos tranquilamente en el sofá con la televisión encendida, digo encendida porque en realidad no la estábamos viendo, tan solo estaba ahí reproduciendo un programa.

Nos quedamos en silencio pensando en quién sabe que cosas.

—Oye...

—¿Mmm?

—¿Quieres... algo? —preguntó mirando hacia otro lado.

—Mmm... nada en particular. ¿Por qué preguntas? —pregunté curiosa.

—No... no es nada. —dijo apoyando su barbilla en una mano.

—Bakugo... haz estado actuando extraño... —dije gateando hacia él sobre el sofá. —¿Qué tie- agh... —gruñí del dolor por doblar las piernas.

Noté que Bakugo volteó más la cabeza, agarré su hombro y me acerqué para ver su rostro, esperé ver el ceño fruncido de siempre pero en su lugar ví una expresión algo triste que cambio al notar que lo estaba viendo.

—¿B-bakugo? ¿Pasa algo? —pregunté preocupada.

—No era...

—¿Eh? ¿No era qué? —cuestioné confundida.

—No... agh! ¡¿cómo puede ser tan difícil?! —dijo parándose repentinamente.

Vi que por algún motivo estaba algo alterado y me quede mirándolo confundida, fue a buscar una chaqueta y salió luego de decir "ahora vuelvo".

Después de unos minutos de espera regresó con una bolsa blanca de algo que me lanzó en la cara y luego se sentó al lado mío.

—¡¿Qué haces?! —pregunté agarrando la bolsa.

Sentí una curiosidad de saber que es y al abrirla la encontré llena de mis snacks y dulces favoritos. Ni siquiera sabía que expresión poner, Bakugo estaba actuando extraño, primero se pone a gritar y luego me trae una bolsa llena de golosinas.

—¿Eh... gracias? —dije algo confundida.

—...

—¡Bakugo, deja de desviar la mirada!

—Tsk...

Agarré esa bolsa y la tiré a la mesa que estaba frente al sofá. Después de unos minutos de silencio Bakugo me agarró de los hombros y puso su frente sobre mi pecho.

—No era... no era mi intención hacerte daño... —susurró.

—Bakugo...

Así que era eso lo que trató de decir todo este tiempo, a pesar de su actitud realmente estaba deprimido al verme mal, probablemente compró esas cosas para tratar de animarme. Mi primer impulso fue tirarme a abrazarlo provocando que caiga sobre el sofá.

—Te... a... tsk... no te me pegues tonta... —dijo a pesar de que acariciaba mi cabello.

—Joder... tienes un talento inmensurable para arruinar el momento... —dije sonriendo divertida.

•F•I•N•

One Shots con Bakugo 💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora