One Shots con Bakugo 💥

Navidad 🎄

Narra T/N

Un día como cualquier otro desperté con la idea de que debía actuar como una persona productiva y así disimular mi vagueza para sentirme mejor conmigo misma.

Así que decidí empezar mi productivo día haciendo el desayuno, Bakugo aún seguía dormido y yo busqué una receta en mi celular para explotar mis inexistentes habilidades culinarias. La verdad es que aunque pensé en no hacerlo al final decidí intentarlo, ya que ya era Navidad y no se me había ocurrido ningún regalo para el rubio, así que mínimo me gustaría reducir su trabajo.

La receta era de crepas, todo iba bien exceptuando que se me cayó un huevo al empezar, (creo que no debí tomarlos con la mano aceitosa pero nah, eso es un detalle) mezclé todo correctamente y empecé a poner la sal.

Me agobié porque salía muy lento y agité el envase con más fuerza, al final la tapa se cayó y un exagerada cantidad de sal acabó sobre la mezcla. Me apresuré en buscar una cuchara para quitar una parte.

---B-bueno... creo que si pongo más azúcar no lo va a notar. ---dije buscando el envase de azúcar.

Al tomarlo sentí que era muy ligero, lo abrí y ví que estaba vacío.

---Mierda, se acabó. Bueno no importa, pondré vainilla entonces. ---dije tomando la vainilla, olía un poco raro pero no le tomé importancia.

Dividí la mezcla en dos partes, a una de ellas le agregué colorante comestible rojo y a la otra verde, para darle un aspecto navideño a la comida.

Cuando la mezcla ya estaba lista la vertí sobre la sartén y observé cómo se freía, según las instrucciones en cierto punto había que tomar la sartén con una mano y agitarla para darle la vuelta a la tortilla, así que lo intenté pero por poco me rompo un hueso.

---¡¿Q-qué rayos..?! ¡¿Por qué demonios esta sartén pesa tanto?! ---me pregunté tomando mi adolorida muñeca.

Bakugo la agarra con tanta tranquilidad que parecía ligera.

-A ver... esto es ridículo, no hay forma de que no pueda sostener una maldita sartén. -dije agarrándola con ambas manos.

En cuanto terminé puse las crepas en un plato blanco y lo ordené todo sobre la mesa. Se veían bien así que estaba feliz con el resultado.

Lo cubrí con un plato y esperé a que el rubio se despertara para desayunar. Pasó un tiempo pero ví que no salía del cuarto, se me hizo raro ya que siempre se levanta temprano así que entré a la habitación para revisar y lo ví sentado sobre la cama, de espaldas mirando a la pared.

---¿Eh..? ¿Qué miras? ---pregunté acercándome lentamente.

Se dió la vuelta hacia mi y me miró fijamente con una cara inexpresiva.

---¿Por qué tan silen-

El rubio me interrumpió con un repentino beso, me sorprendí pero correspondí lentamente.

Luego se separó de mi y continuó mirándome.

---¿Qué pasa? ---pregunté con un leve sonrojo.

---¿Dónde estábas? ---cuestionó frunciendo el ceño.

(Ya volvió a ser el mismo...)

---No me gusta despertar y ver que no estás ahí. ---dijo señalando mi lado de la cama.

Yo me sonrojé un poco y luego formé una sonrisa en mi rostro.

---Sígueme. ---dije orgullosa.

---No me des órdenes, tonta. ---dijo levantándose de la cama.