The Abilities | Niall Horan.

Capítulo 11: "¿Hermano?"

—No puede ser —susurró Donnie antes de que Shane pusiera su atención en él y leyera su mente.

—¿Qué sucede? —le preguntó Niall.

—Es Lana —Dean miró a Shane alarmado al igual que Niall—. Está en problemas.

—¿Cómo que Lana está en problemas? —saltó Dean—. ¿Qué pasó?

—No lo sé —dijo Donnie—, lo único que sé es que está en problemas y que los Kayiungs están en su casa.

Niall al escuchar aquello saltó del sofá como loco y corrió hacia la puerta sin importarle su dolor en la pierna. David abrió los ojos y corrió detrás de él deteniéndolo antes de que saliera.

—¿A donde crees que vas tú? —le preguntó David cuando Niall tomó el pomo y abrió la puerta.

—Voy a salvar a Lana —dijo y salió por la puerta para correr hacia la casa de Lana dejando atrás a un David preocupado y a un Dean furioso.

—Jen, ayudame a llegar a la casa de Lana —le dijo Dean y Jen se acercó rápidamente hacia él, lo tomó del brazo y ambos desaparecieron en el acto.

[...]

—Abre la puerta, Banshee, o la tiraremos y creeme que se pondrá feo si hacemos —gritó Erick, el Kayiung líder.

—Mala idea meterse con la novia de un Morgan, Kayiudijo—dijo una voz detrás de ellos.

Erick se volvió hacia la voz y sonrió.

—Vaya, vaya, pero si es el Número 12 y la Número 3. Que grata sorpresa encontrarlos aquí —dijo con su sonrisa cínica.

—No me interesa lo que digas. Alejate de la puerta —ordenó apretando los dientes.

—¿Me estás ordenando? —Jen lo miró con la ceja levantada—. No me hagas reir, Número 12. Aquí el que da las ordenes soy yo. ¡Contra ellos!

Los Kayiungs saltaron sobre Dean y Jen pero antes de que cayeran sobre estos Dean utilizó su habilidad y con sus brazos —que se estiraron— tomó a dos Kayiungs y los lanzó contra la pared que daba con la escalera. Jen desapareció y apareció dentro de la habitación detrás de Lana quien se sobresaltó cuando miró a Jen.

—¿Cómo entraste? —preguntó dándose la vuelta para tratar de saltar por la ventana.

—Eso no importa. Vámonos de aquí. Dean está luchando contra los Kayiungs.

—¿¡Qué!? —gritó y corrió hacia la puerta para abrirla y encontrarse con el cuerpo robusto de Erick.

—Aquí estás —sonrió antes de atraparla entre sus brazos pero antes de desaparecer un látigo de fuego tomó su brazo izquierdo y lo haló haciéndolo caer al piso dejando libre a Lana.

—No esta vez, Kayiung —la voz de Niall retumbó toda la casa.

—Lo que me imaginé —dijo Erick levantándose—, el Número 6.

—Lana vete con Jen, rápido —ordenó Niall y Lana asintió antes de entrar nuevamente a la habitación y desaparecer con Jen.

—¿Crees que con hacerla desaparecer harás que no la busquemos? —la voz de Erick sonó más tetrica de lo normal.

—Sé que irán tras de ella, pero no les será tan fácil —dijo Niall colocándose al lado de Dean para alzar sus manos y crear con ellas bolas de fuego.

[...]

Jen y Lana aparecieron afuera de su casa mientras afuera los Kayiungs se encontraban preparados para la lucha.

—Escondete —ordenó Jen—. Iré a buscar a los demás.

Dijo antes de desaparecer nuevamente.

[...]

—¿Qué haremos? Hay que ayudarlos —decía Donnie paseándose de un lugar a otro.

—No podemos hacer nada —dijo Amalia—. Niall se fue solo y Dean se fue con Jen antes de que nosotros dijeramos algo.

—Pero algo hay que hacer para ayudarlos. No me voy a quedar de brazos cruzados así nada más —dijo Donnie molesto antes de que apareciera Jen en medio de la sala.

—Vamos, tenemos que ayudar ahora —dijo Jen mirando a Donnie quien miró a Amalia.

[...]

—¿Qué se supone que harás, Número 6? —dijo Erick con su sonrisa—. El destino está escrito.

—Nosotros hacemos nuestro propio destino —dijo Niall lanzando una de las bolas de fuego hacia el Kayiung pero él la esquivó.

—Niall iré abajo, tú encargate de éste —dijo Dean mirando con desprecio al Kayiung para después bajar las escaleras.

—No puedes hacer nada —rió—. Eres sólo un chiquillo inutil en un mundo estúpido.

—Aquí el único estúpido eres tú —gritó Niall antes de lanzar la otra bola de fuego.

Niall se lanzó contra el Kayiung cuando éste esquivó la segunda bola de fuego. La puerta de la habitación se quebró por el impacto de ambos. Ambos cayeron al suelo pero el Kayiung tomó a Niall de la polera antes de lanzarlo detrás de él.

Niall cayó de espaldas sobre el suelo lanzando un quejido antes de que el Kayiung rodara por el piso y se pusiera de pie para contraatacar con su Junk.

Niall se levantó rápidamente y sostuvo el Junk antes de que lo atravesara.

—Eres tan inutil, Número 6. ¿De verdad creiste que la Banshee se enamoraría de ti? —rió—. Solo mirate. No vales nada.

—Cierra la boca —dijo entre dientes antes de que su ojo se volviera rojo y arrancara el Junk de las manos del Kayiung—. Voy a hacer que te tragues tus propias palabras.

[...]

—Mamá —dijo Lana arrodillándose cuando encontró a su madre tirada en el pasto—. Te sacaremos de aquí, descuida.

—No —toció escupiendo sangre—. Este es mi destino. Tu ve con ellos. Acuerdate... Que siempre te amé, hija.

—No, mamá. No lo digas como si te estuvieras despidiendo —la tomó de los brazos para alzarla hasta que un Kayiung llegó y la tomó alejándola de su madre—. Sueltame.

Lanzó un grito haciendo que el Kayiung se tapara los oidos. Aprovechó para tomar un pedazo de vidrio del suelo y apuñaló al Kayiung justo en la quijada haciéndolo polvo.

—Voy a volver por ti, mamá. Buscaré ayuda —dijo y salió corriendo hacia el frente de la casa para buscar ayuda.

[...]

—No harás nada —dijo Erick seguro.

—Tú no me conoces —dijo Niall alzando sus manos para crear látigos de tierra—. Eres un maldito. ¿Por qué no te vas y ya?

—No será sencillo deshacerse de mi, Número 6.

—Pues yo lo hare sencillo —dijo alzando uno de los látigos.

—¿Qué pasaría si tuvieras que pelear contra tu propio hermano? —lo detuvo. Niall lo miró confuso y deshizo los látigos.

—¿De qué hablas?

—Habla de mí —dijo una voz proveniente de afuera de la habitación.

El Kayiung se volvió con una sonrisa y después miró a Niall quien abrió los ojos al mirar quien había entrado en la habitación.

—¿Qué? —dijo Niall en un susurro al mirar a su misna persona frente a él.

—¿Qué sucede, hermano? ¿Viste un fantasma? —preguntó Richie con una sonrisa.