• Capítulo 20 •

1.5K 179 78
                                    

M.

Los días siguientes a la navidad fueron un sueño. Chaeyoung me obsequió un lindo suéter de lana que usé hasta los últimos días de invierno. Yo en cambio, le di lápices de colores para que todas sus hermosas obras artísticas tomaran el digno color que se merecen, aparte también le regale un vestido para que luciera aún más su belleza. La alegría con la que Chaeyoung recibió ambos regalos fue lo mejor que pude desear para esta navidad.

En cuanto nuestros días juntos terminaron fue difícil querer decirle adiós. Habíamos tenido una gran cena para Año Nuevo, así que a pesar de que ya no estaba conmigo, la felicidad no desapareció de mí. Si bien toda mi vida había sido igual de fría que el propio invierno con las personas, Chaeyoung había comenzado a derretir mi corazón y ahora es imposible no querer ser melosa con ella. Chaeyoung siempre es tan dulce y dedicada conmigo, que simplemente no puedo estar más encariñada con ella.

Es la primera vez que alguien me gusta, que demuestro más que lo superficial de mí. Con ella puedo ser yo misma, porque sé que no me juzgará y que al contrario, me comprenderá. Chaeyoung hace que entienda lo que las personas dicen sobre el amor y el cómo se siente, hace que los sentimientos por ella cada día se intensifiquen y que ante mí, solo pueda conocer lo que se siente vivir en carne propia las emociones de un romance sincero y puro.

Siguiendo con mi vida, las clases se retomaron a la segunda semana de enero, así que fue bastante complicado poder verla en todo ese tiempo después de diciembre, aún así, nos encontramos al menos una vez a la semana en mi casa, apenas compartiendo pequeños ratos, sin embargo, el verla hace que la espera valga la pena.

El ser pareja es algo aún extraño para mí, no lo voy a negar, nuestros besos y caricias ya no son superficiales ni desconocidos para ella, ahora es algo que Chaeyoung comprende como muestras de cariño en una relación, y aunque ambas somos inexpertas en estos temas, ha sido muy bonito comenzar a conocer cosas nuevas al lado de la otra.

La primavera ya se encuentra cubriendo las calles, y con gran emoción observo los hermosos árboles repletos de coloridas hojas, al igual que los arbustos llenos de flores. Siento el aire fresco golpear en mi rostro y con una buena música sonando en mi estéreo, es como conduzco rumbo a Orange. En cuanto estaciono mi auto puedo ver la gran cantidad de estudiantes ingresar a la escuela. Todos parecen estar más emocionados que de costumbre y no son los únicos, porque yo los igualo.

Salgo de mi auto y camino con discreción, queriendo no llamar la atención de nadie mientras llego a la sala de maestros, pero una melodiosa voz hace que detenga el paso.

—Buenos días, maestra Myoui —dice Chaeyoung risueña.

—Buenos días, señorita Son. Es maravilloso verla de nuevo. —La observo embelesada. Que hermosa se ve hoy—. Luce fantástica.

—Gracias, usted no se queda atrás —reímos ambas avergonzadas—. Parece que pasó una eternidad desde la última vez que la vi, aunque solo hayan sido dos semanas.

—Ya creo que sí —río—. ¿Le parece si entramos?

—Claro. —Me sonríe y le regreso el gesto.

—¡Señorita Myoui! —exclama emocionado alguien detrás mío.

Ambas buscamos con la mirada la persona que me ha llamado, pero al encontrarlo solo puedo hacer una cosa: suspiro con pesadez; nos encontramos con el maestro Adam saludándome alegremente desde la entrada de la escuela.

—¡Regresó más linda! —menciona Adam y escucho a Chaeyoung repetir lo mismo con sarcasmo.

—¿Desea algo? —digo secamente.

|¿Cómo el verano enamoró al invierno?|MICHAENG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora