Feng Xin frunció el ceño cuando finalmente logró despejar un poco su mente. Su vista se aclaró, frente a sus ojos había un cuello blanco que fue duramente maltratado y una espalda pálida desnuda, la curva era lo bastante atractiva como para desviar su atención y distraerlo, Feng Xin tuvo que sacudir la cabeza para enfocarse. Sus ojos siguieron bajando hasta toparse con un par de nalgas, las cuales tenía fuertemente apretadas en sus manos. Soltó la carne de golpe como si el contacto lo quemara, la piel era tan blanca y suave debajo de un montón de marcas rojas y moradas, presumiblemente fueron causadas por sus propios dedos. Feng Xin no entendió lo que estaba pasando hasta que vió con sus propios ojos como su polla estaba enterrada en medio de ese perfecto trasero. Una especie de pánico recorrió su cuerpo.
Lo primero que Feng Xin hizo fue intentar alejarse, pero eso solo hizo que la situación fuera más lamentable. La persona debajo de su cuerpo soltó un quejido miserable mientras sus débiles rodillas hacían un vago intento para sostener su peso. Feng Xin quiso gritar maldiciones por todas partes. Había anudado a alguien. Jodida mierda, había anudado a un omega y fue por la fuerza. Feng Xin lo supo inmediatamente, había claros signos de violencia y pelea a todo su alrededor. La tierra había sido arañada con desesperación, los brotes de hierba también habían sido arrancados por esas manos pálidas en vano.
Habían pasado años desde la última noticia de un alfa salvaje tomando a un omega a la fuerza. Feng Xin no quería ir a la cárcel... Soltando una avalancha de maldiciones intentó recordar que estaba haciendo antes de que la bestia tomara el control de su cuerpo.
Correcto, estaba acampando con sus amigos... Sí. Después de su triste ruptura con Jian Lan, Feng Xin estaba muy deprimido y Xie Lian había sugerido ir a acampar para distraer su corazón roto. Cuatro personas fueron a ese viaje. Tres de ellos eran alfas. Eso significaba.
Feng Xin casi se largó a llorar. ¡El único omega era Xie Lian!
NO.NO.NO.
Finalmente su pene se deshinchó lo suficiente como para retirarse del cuerpo ajeno y revisar los daños. Santa mierda. Era hombre muerto.
El cuerpo de la otra persona tembló cuando Feng Xin lo liberó. Al menos su sexo no tenía ningún daño aparte de una roja hinchazón. Feng Xin guardo su basura dentro de sus pantalones y de la manera más suave intentó levantar a la otra persona. Esta persona gruñó.
―Déjame en paz ―su voz sonó como grava, ronca y débil. Feng Xin casi se va de culo cuando finalmente reconoció a la otra persona. Fue como si un balde de agua fría lo golpeara desde arriba. Su cuerpo entero se estremeció. No era posible. Simplemente no era posible.
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Habían llegado a la montaña después de mediodía, instalaron las tiendas y nadaron un rato en el rio. Mu Qing estaba lejos del sol y cubierto por todas partes, parecía un pequeño gato malhumorado. Los chicos lo dejaron estar, Xie Lian se sumergió y nadó junto a Hua Cheng y Feng Xin en el agua fresca del rio. Era pleno verano, así que el sol y el agua fueron más que agradables pero Mu Qing seguía quejándose de los mosquitos.
