🍑 CAPÍTULO 16

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Shi Qingxuan invadió la casa de Mu Qing desde el siguiente día cuando lo dieron de alta. Estaba tan feliz con la pequeña niña que no dejaba que nadie la cargara por mucho tiempo. Esperó toda la noche en el hospital hasta que finalmente pudo verlos, no pareció importarle mucho Mu Qing cuando su atención cayó en la pequeña recién nacida, así que estuvo feliz de ayudarle a Mu Qing con los días después de la cesárea ya que tenía que estar en reposo.
  
Su hija lloraba cada dos segundos. Mu Qing quería atenderla el mismo, cambiar sus pañales, darle su biberón, y ese tipo de cosas, pero Feng Xin y Qingxuan simplemente no lo dejarían levantarse, siempre llevarían a la bebé hasta la cama donde descansaba Mu Qing para que pudiera alimentarla o usaba el aparato y sacaba la leche.

No es que las atenciones lo molestaran, pero Mu Qing necesitaba hacer él mismo sus cosas. Por lo que a la segunda semana se levantó y sin importar lo que dijera Feng Xin, bañó a la pequeña y la arrulló con cariño. ¿No entendía que necesitaba estas cosas? Su cuerpo dolía como si estuviera en el infierno pero no tener a su hija en los brazos era incluso más doloroso.

―¡Acaban de abrir tu estómago horizontalmente! ―exclamó Feng Xin mientras lo seguía a la cocina donde Mu Qing puso la pava.

Mu Qing puso los ojos en blanco antes de responder.

―Deja de insinuar que soy una persona débil porque pateare tu molesto trasero de alfa.

―No es eso-

―Ya sé. Pero es hora de que me levante, no iré a correr ni trabajare, solo daré unos pasos... es necesario o moriré de aburrimiento en esa cama.

Feng Xin si tenía que ir a trabajar, antes de irse observó a Mu Qing con algo parecido al temor. Mu Qing lo calmó con un beso en los labios.

―Vete al trabajo ―dijo Mu Qing cerrando los ojos un minuto... sonó como-

―Acabas de actuar como-

―Sí ―puso los ojos en blanco― déjame en paz, lárgate.

Feng Xin se rió por lo bajo antes de añadir:

―Te amo ―luego le dio un beso en la sien antes de darse media vuelta.

―Feliz día, cariño.

Una carcajada.

―Gracias, cielo.

Ambos rieron.

***

Habían pensado contratar a alguien para cuidar a Mu Qing y a la bebé, lo cual hizo a Shi Qingxuan exclamar incoherencias de él siendo la persona perfecta para cuidar de ambos.

―Escucha ―dijo Qingxuan de manera seria―, soy el tío y en un futuro el padrino. ¡No necesitas una niñera o una empleada! Lo haré yo.

Después de un par de semanas, Shi Qingxuan lucía un poco lamentable. La niña tenía mucha energía y había descubierto el llanto, por lo que hacía uso de esa arma para llamar la atención y mantenerla permanentemente.

―Le cambie el pañal ―expresó Qingxuan mientras se desplomaba en el mullido sillón, viendo por encima de su hombro a Mu Qing en la cocina.

―¿Estaba mojada?

―Popó.

―Lávate y ven a comer entonces.

Shi Qingxuan gimió mientras se encaminaba a hacer lo que Mu Qing dijo.

―Ser padre te cambió. De buena manera ―se apresuró a decir Qingxuan―. Eres más tolerante.

―Me agota gritar ―expresó Mu Qing―, o discutir.

𝐁𝐀𝐃 𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 ❪ 𝑓𝑒𝑛𝑔𝑞𝑖𝑛𝑔 ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora