Sakura bebió rápidamente de su vaso de agua mineralizada, estaba nerviosa, su madre pudo notarlo y tomo la mano de su hija tratando de tranquilizar el movimiento que está hacia con sus delgados dedos.
—Tranquila, es solo una cita, tu padre me dijo que Indra es un buen chico, y está seguro de que será un excelente marido, estarás en buenas manos.— dijo Mebuki a su hija, ambas mujeres esperaban en el restaurant de uno de los hoteles más importantes de Italia la llegada de Indra, pues las citas debían llevarse en lugares públicos dónde otras personas los pidieran ver, estaba prohibido reunirse a solas sin la supervisión de sus padres.
—¿Y si no le agrado?— cuestionó Sakura con un tono de voz apenas audible.
—Pero que dices, eres la judía más hermosa de todo Italia e Israel juntos, ese hombre es el más afortunado con la gracia de dios, es obvio que quedará encantado contigo, además eres muchos años más joven que él, eso es un punto a tu favor.
Sakura volvió a beber de su vaso, los nervios no la dejaban tranquila y estos aumentaron cuando su madre le indico que los hermanos Õtsutsuki acababan de llegar al lugar.
—Ponte de pie.— indico su madre y ella obedeció para después colocarse justo detrás de ella, como si fuera una niña esperando a que su madre la proteja.
—Indra querido, es un gusto poder verte al fin.— Menciono Mebuki después de haber saludado apropiadamente a los hermanos.
—Lo mismo digo señora, espero no haberlas hecho esperar demasiado.— Sakura pudo escuchar por primera vez la voz de su prometido, ella pensó que era muy varonil, aún más que sus hermanos y su padre, esto la hizo sonreír tímidamente.
—No, la espera sirvió para calmar los nervios de mi joven hija, Sakura, él es Indra Õtsutsuki...tu futuro esposo.— Mebuki se hizo a un lado dejando a Sakura completamente desprotegida ante la mirada de Indra y Ashura, la chica levanto la mirada, sus orbes verdes hicieron contacto con las de Indra lo cual provoco que Sakura se sonrojara de inmediato, Ashura sonrió al encontrar a la chica bastante tierna, era hermosa, más hermosa de lo que ambos se habían imaginado podría llegar a ser.
—Un gusto.— dijo Indra.
—Lo mismo digo.— respondió Sakura, Ashura no podía estar más maravillado con aquella muchacha pues incluso su tono de voz al hablar era lindo.
— Bueno creo que es hora de dejarlos solos, diviértanse.— dijo Mebuki para después inclinarse y besar la mejilla de su hija.— suerte.—susurro a su oído.
Ashura y Mebuki se alejaron del lugar dejando así solos a Sakura e Indra.
—Por favor.— Indra le indico a Sakura que tomara asiento, está obedeció rápidamente, el mesero se acercó a la mesa para tomar la orden del recién llegado.
—No necesito la carta, tráeme un whisky doble...¿Tú quieres beber algo?— cuestionó apenas mirando a Sakura.
—Un agua mineral por favor.
—Enseguida.— el mesero se retiró y después de esto ambos se sumieron en un incómodo y largo silencio.
Sakura esperaba ansiosa a qué Indra comenzará a preguntar sobre los interés o planes que ella tenia pero esto no pasó, e incluso el silencio siguió aún después de que el mesero llevo la bebida de Indra.
Sakura se sentía cada vez más incómoda pues Indra ni siquiera la miraba, parecía que el prefería beber a entablar una conversación con ella. Fue entonces que recordó las palabras de Tsunade.
—Yo también estoy nerviosa por la boda.— dijo Sakura intentando entablar una conversación, Indra la miro después de escucharla hablar.
—¿Qué?