Carta IV

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Hola, 

soy yo, después de tanto tiempo vuelvo a estar aquí. 

No estoy segura de como debería retomar contacto, y no se si tu me quieres o me aceptaras de regreso. 

Tal vez leas mis palabras no por convicción propia, sino por curiosidad; aún me queda de consuelo el pensar que cuando recibas el sobre, lo abrirás. Con esto no pretendo ser arrogante sino que la ansiedad de saber que palabras forman esta carta harán que sigas leyendo. 

Ahora, en este momento comprendo que la vida no es una línea recta. La vida es un espiral, regresas a los lugares en los que estuviste antes pero no eres la misma persona. Este es un sentimiento agridulce. 

La nostalgia de el lugar conocido y en el que vuelves a estar, la alegría de que no eres el mismo, has crecido, has avanzado o simplemente has cambiado; y el desconcierto en que nada volverá a ser lo mismo. 

Hoy estuve ahí, en ese lugar, nuestro lugar pero tu no estabas ahí. Lo mire de frente, me senté debajo de nuestro árbol y recordé...

Recordé todos los planes, recordé la seguridad con que te decía que tu y yo saldríamos de esta ciudad, juntos, para no estancarnos aquí, recordé las risas, recordé como secabas mis lágrimas, recordé mi impotencia y frustración. 

Ahora que he regresado, ahora que me encuentro de nuevo en e lugar al que jure nunca volver, ahora que pude salir, no lo veo con miedo, no lo veo con odio. Ahora entiendo que no esta mal volver a cierta posición o ha cierto lugar.

Es como leer un libro, lo terminas y regresa a la estantería. No tiene nada de malo tomarlo una vez más y leerlo, no significa que pierdas el tiempo por que podrías estar leyendo otro libro. Porque tu ya no eres la misma persona que era al leer el libro la primera vez, y esta segunda vez entenderás y verás cosas que no notaste antes. 

La vida es así, te enseña, y te pone a prueba. Sigue tus instintos. 

Te diré una cosa, no se como estás ahora, ni que has hecho, lo único que sé es que tenía que salir de aquí, Estaba huyendo...

Huir tampoco fue la respuesta, porque aunque estuve alejada tanto tiempo mi mente algunas veces te visitaba y eso no me permitía vivir en paz.

Ahora que volví, lo voy a enfrentar. 

Ahora, lo único que importa es el ahora. 

Te extrañé. ¿Me extrañaste? 


Cartas de RominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora