Carta IX

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Hola, 

 estaba pensando en ti, en mi, en nosotros, en lo que fuimos y en lo que pudo haber sido pero nunca fue. No es mi estilo tener estos pensamientos, no es mi estilo recordar esos momentos que estuve entre tus brazsos, y no es mi estilo imaginar como encagarías ahora en mi vida. 

Pero es extraño pensar que alguna vez estuvimos en la misma ciudad, en la misma casa, en la misma cama. Y ahora somos extraños. A veces, me imagino que nos encontramos. Con suerte estas con ella, están esperando ese hijo que tanto querías, que querías con ella. Pero no estoy tan segura, la última vez que hablamos me dijiste que te dejo, como antes lo había hecho, como lo había hecho antes de conocerme. 

Me duele  pensar que no eres feliz, pero seguí adelante con mi vida y no puedo hacer más por ti. El día que me dejaste, te dije que no pensarás en mí, que m e alejaría para facilitarte las cosas, y ahora no era tu problema. Pero no soy un problema, y nunca lo fuí. 

Si realmente quiero seguir, cerrar esto, y para poder recibir lo que sea que venga, debo despedirme de ti. Agradezco qye te conocí, que te besé y que supé lo que era estar entre tus brazos. Pero ese nunca fue mi hogar ni e lugar al que pertenecía. 

Espero algún día encontrar a esa persona que me haga sentir en paz, en casa; y que tu encuentres a quien te haga realmente feliz o que ella te escoga como siempre la has escogido tu a ella. Te diré una cosa más, creo que ya encontré a esa persona. 

En fin, tendré que esperar  al final de mi vida para saber quien o quienes fueron el amor de mi vida, y te lo haré saber.

Gracias. Adiós. 

Cartas de RominaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora