Cartas de Romina

Carta VI

Hola, 

ahora tengo la certeza que estas ahí, que estas cerca, que estas pensando lo mismo que yo. Me gustan tus reacciones, me gusta estar segura que tengo un efecto sobre ti, así como tu provocas algo en mi. De momento me es suficiente con estos instantes, con estos momentos que hemos compartido, con este inicio; un inicio que he esperado. 

Sabes, la incertidumbre y el misterio de lo que se acerca sigue ahí, pero se ha sumado la emoción de obtener una respuesta tuya. Lo veo en tus ojos cuando no evitas los míos, lo veo en tu sonrisa que te hes difícil ocultar. Veo que una parte de ti quiere evitarlo, tal vez hasta frenarlo, pero otra parte de ti quiere que pase, se muere por saber que puede pasar. 

Lo veo en un tu tono provocador, lo noto en la picardia de tus ojos, lo siento cuando me miras en la lejanía, se que sembré en ti la misma idea que ha estado rondando en mi cabeza. Yo también quiero que pase, yo también estoy esperando, yo también quiero saber, pero no se si es buen momento. No tengo prisa. No quiero apresurarnos. Quiero que lo disfrutemos. Dime que es lo que tu quieres. 

Cada vez que estoy aquí, espero por verte cruzar la puerta de la habitación en la que estoy, o por que des la vuelta en alguna de estas esquinas, por ver ese caminar tan tuyo, por como cambias tu posición corporal cuando me ves, por como cambia el tono de tu voz cuando te hablo, todos estos detalles con los que me dices que no soy cualquier persona para ti. 

Me haces sentir especial, eso me gusta. Hacía tanto que no me sentía así, hacia tanto que no pensaba en alguien de esta manera, Hacía tanto que no esperaba nada de alguien. Pero tampoco espero nada de esto. Quiero ver y saber que habrá. 

Pero me da miedo que eres algo que invente en mi cabeza, existes y te veo, pero no te conozco. Esto puede terminar muy bien o terminar muy mal. Más adelante lo descubriremos. 

Hasta entonces.