- Han Jisung hijo único, Omega, sus padres quieren organizar un matrimonio forzado.
- Lee Minho, Alfa, sus padres quieren hacer crecer su empresa, la mejor manera es un matrimonio arreglado con una de las empresas más famosas y reconocidas de Corea...
El Omega recién abría sus ojos, la luz como siempre, entraba por el gran ventanal y las fuertes manos del Alfa lo sostenían de la cintura, podía sentir claramente la suave y caliente piel de Minho contra él, además de su ya conocida erección mañanera, sus caderas inconscientemente se movieron contra el miembro ajeno rozando su trasero contra éste.
– Deja eso, debemos trabajar. – habló con voz ronca el Alfa quien había estado observando las acciones del Omega desde que los escuchó despertar.
Jisung cubrió su cara con sus manos tapando sus sonrojadas mejillas.
Minho sonrió a pesar de que el Omega no lo veía ya que le daba la espalda, sin embargo se había dado cuenta de aquella acción y le pareció algo demasiado tierno.
– No te avergüences, te lo haría cuántas veces quisieras pero debemos trabajar. – habló acariciando su cabello.
Jisung lo observó avergonzado y Minho lo atrajo nuevamente abrazándolo más fuerte y dejando besos por toda su carita bajando hasta las notorias marcas de la noche anterior besando cada una de ellas.
Llegó a su abdomen y decidió parar o terminarían haciendo otras cosas.
– Levántate mis padres ya deben estar desayunando – habló Minho poniéndose su ropa interior.
Jisung embobado por aquella vista solo asintió hasta que analizó las palabras del Alfa – Mierda! Tus padres... Oh no, no! – habló el Omega levantándose rápidamente y corriendo al baño aún más rojo que antes.
Minho lo siguió, enrolló sus brazos alrededor de su cintura poniendo su cabeza sobre su hombro, ambos mirándose frente al espejo, Minho dejó un pequeño beso sobre su hombro.
– Relájate, lo peor que puede suceder es que todos incluidos los vecinos sepan que tú esposo te hace disfrutar. – sonrió Minho.
– ¡Que vergüenza! – tapó su cara con su manos nuevamente – me escucharon gemir, ugh! ¿Que creerán de mi? – habló desesperado.
– Que no te importe lo que nos digan además no les debe importar y los disfrutamos así que... – habló Minho alzando sus hombros en muestra de que no le importaba.
Jisung rodó los ojos y entró a la ducha, Minho cepilló sus dientes y arregló el desastre de la noche anterior mientras el Omega se bañaba y arreglaba, luego fue su turno de arreglarse y al final ambos bajaron a tomar el desayuno junto con los padres de Minho.
Jisung tenía un enorme sonrojo mientras desayunaban, el padre de Minho los observaba expectante y buscando la marca en el cuello del Omega sin hallar nada.
– ¿Y qué tal durmieron? – preguntó Minho intentando alivianar el ambiente.
– No muy bien, alguien gritó demasiado en la noche. – habló el Señor Lee remarcando el "alguien".
Jisung bajó aún más la cabeza con un sonrojo máximo.
– L-lo sentimos no volverá a suceder. – habló Jisung jugando con su manos bajo la mesa
Minho frunció su ceño levemente.
– A decir verdad – llamó la atención de todos en la mesa – es nuestra casa, estamos en todo nuestro derecho. – su Alfa se había molestado de sobremanera, es su Omega y si quiere gritar y gemir de placer lo puede hacer.
Jisung tomó su mano bajo la mesa haciendo que se relaje un poco.
El desayuno transcurrió entre la pareja hablando entre ellos y la Señora Lee de vez en cuando entraba en la conversación, mientras el Señor Lee se mantenía distante y solo observaba de vez en cuando.
🖤
Minho se ofreció en dejar a sus padres en casa, su madre agradeció pero no aceptó la oferta ya que la pareja ya iba tarde al trabajo.
Tuvieron un día normal dentro de lo que cabe, el Alfa se sentía un poco mal y creía saber el porque.
Se encontraban almorzando en un restaurante cercano a la empresa.
La pareja se encontraba en una charla entretenida hasta que una mesera aparentemente Omega se acercó hasta la pareja en específico al Alfa.
– ¿En que puedo ayudarte lindo? – habló la Omega soltando un poco de su aroma, algo que a Jisung no le gustó y a Minho le repugnó.
– ¿Tú que quieres? – preguntó Minho observando como el Omega se ponía cada vez más rojo y no precisamente de vergüenza.
– No lo sé amor~ ¿Por qué no pedimos rápido y volvemos? – habló el Omega con un tono tierno y remarcando el "amor".
Minho levantó un poco sus cejas y sonrió, la chica tomó sus órdenes un poco incómoda por lo recientemente sucedido además de que Jisung soltó un poco de su aroma intentando marcar a su Alfa.
– ¿Ahora me dices "amor"? – habló Minho riendo.
– Ella te dijo "lindo" – habló cruzándose de brazos.
– ¿No lo soy? – respondió haciendo un puchero.
– Sí, y es por eso que no me gusta como te mira y mucho menos como te habla y suelta su asqueroso aroma. – habló un poco más enojado.
– No te pongas así~ soy tuyo tú mismo lo dijiste. – habló el Alfa tomando entre sus manos las ajenas.
– Sí, eres mío – sus miradas se encontraron, se observaron fijamente hasta que el Omega sin más tomó el cuello ajeno y lo atrajo hasta que sus labios se tocaron, Jisung mordió fuertemente el labio de Minho haciendo que este suelte un jadeo en medio del beso, la lengua del Omega salió directamente para entrar a la cavidad bucal ajena hasta que alguien los interrumpió, se separaron rápidamente observando a la mesera quien dejó sus pedidos, hizo una reverencia y salió casi corriendo de allí, Jisung soltó una pequeña risita y Minho cubrió su cara sonrojado.
Pasada una media hora estaban terminando su almuerzo hasta que el sonido que hacía el teléfono del Omega se escuchó, Jisung tomó su teléfono y contestó inmediatamente.
– Hola Inne, no, no estoy ocupado, bien creo que sí puedo, bien nos vemos. – colgó la llamada.
Minho esperó hasta que el Omega le dijera que quería esta vez su amigo.
– ¿Puedo irme más temprano? – habló haciendo un puchero intentando convencer al Alfa.
Minho lo observó levantando una ceja – Hoy se suponía que veríamos una película apenas saliéramos del trabajo – habló Minho "enojado".
– Vamos~ si me voy ahora puedo llegar para ver la película que quieres. – intentó convencerlo nuevamente.
– Bien. – habló riendo el Alfa, no podía decirle que no a la carita que ponía su Omega.
Jisung sonrió en grande y dejó un beso sobre la mejilla del Alfa para después depositar uno en sus esponjosos labios y salir corriendo de aquel restaurante.
Minho suspiró y negó con su cabeza, en verdad ama a ese Omega.
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