- Han Jisung hijo único, Omega, sus padres quieren organizar un matrimonio forzado.
- Lee Minho, Alfa, sus padres quieren hacer crecer su empresa, la mejor manera es un matrimonio arreglado con una de las empresas más famosas y reconocidas de Corea...
Jisung se cambió los pantalones y su ropa interior ya que esta estaba llena de lubricante y bueno, su pantalón es blanco así que era evidente, lo bueno era que tenía un pantalón blanco de repuesto por cualquier incidente, según su madre, y le agradece mentalmente que lo molestará tanto para llevar el pantalón de repuesto.
Salieron del bañó y se encontraron a sus padres, los de ambos.
— Hijo que bueno que te encontramos, su vuelo sale en unas horas así que deben irse ya. — habló la madre de Jisung.
Jisung miró a Minho extrañado por lo que su madre acababa de decir — Mamá, ¿vuelo? ¿A dónde? — habló Jisung a su madre muy confundido.
— A su luna de miel — habló esta vez la madre de Minho — Los señores Han les dieron de regalo de bodas un viaje a Francia. — habló un tanto entusiasmada.
Minho observó nuevamente a Jisung y recordó que sus padres también les habían dado la casa donde "formarían una familia" según su padre, Minho habló — Muchas gracias señores Han, pero Jisung no tiene su maleta y yo tampoco así que... — la madre de Jisung lo interrumpió.
— Por eso no te preocupes querido, yo hice las maletas de Jisung y tu madre las tuyas, ¡sorpresa!
Minho y Jisung se vieron el uno al otro y pensaron - estamos jodidos - un Alfa con un Omega en celo.
No es que minho sea un Alfa que abuse de su poder ni mucho menos, pero, por instinto Jisung querría estar con el Alfa y en algún punto no serían suficientes los supresores, ni el aroma de minho, nada, en serio NADA calmaría a Jisung y él lo sabe.
🖤
Ya resignados se encontraban en el avión con destino a Francia, Minho pensaba en alquilar otra habitación así Jisung estaría tranquilo en su celo y sin restricciones a lo que necesitará.
Por otro lado, Jisung pensaba como mierda iba a pasar su celo, son demasiadas horas de vuelo y prácticamente sus padres los habían puesto en un taxi hasta el aeropuerto, así que no pudo comprar supresores, recordó que Minho le había llevado dos cuando estaban en el baño, decidió preguntarle si tenía más, Minho se encontraba a su lado perdido en sus pensamientos.
— Minho — lo llamó.
Minho volteo a mirar, encontró la mirada preocupada de Jisung así que decidió responder tranquilo y con calma — Dime...
— Me preguntaba si tendrías más supresores, nuestros padres nos echaron prácticamente y no pude comprar, me preocupa que se vaya el efecto. — habló el Omega con un tono de preocupación en su voz.
Minho le devolvió la mirada y pensó que no había una solución clara, más que Jisung aguantará el dolor y se encerrará en el baño del avión, a su mente llegó preguntarle a la azafata de seguro ella tendría algunos. — Disculpé — llamó el alfa a la chica que llevaba el carrito.
— Dígame — respondió de igual manera la beta, se veía amable.
— Mi... — dudó en decirlo, pero al final lo hizo — Esposo necesita unos supresores, me preguntaba si tendría algunos.
— Claro — la chica sacó de la parte baja del carrito los supresores, le dio una tableta completa y minho la pagó.
— Gracias. — agradeció el Alfa.
Jisung se encontraba completamente rojo, minho lo llamo "esposó" y a decir verdad le gustó, por la mierda que se sintió bien, su Omega saltaba feliz y empezaba a pedirle que besara y mimara al Alfa, quería meterse en la curvatura de su cuello y aspirar de su aroma hasta cansarse.
— Muchas gracias Minho — tomó entre sus manos la tableta de supresores.
— No hay de que. — y le regaló una cálida sonrisa, esas en las que sus ojos desaparecen y se convierten en dos tiernas líneas. Y eso a Jisung no pudo parecerle más tierno.
El resto del viaje fue tranquilo, hablaron sobre sus vidas, se conocieron un poco mejor y se llegaron a entender, hubo un momento en el que el Alfa sentía el olor de Jisung un poco más fuerte de lo normal, le dijo que tomara los supresores y así lo hizo el Omega.
Horas más tarde cayó en un sueño profundo, descansando su cabeza en el hombro del Alfa y este último abrazándolo por sobre los hombros como muestra de protección y cayó rendido al igual que el Omega con ese delicioso aroma inundando sus fosas nasales.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.