- Han Jisung hijo único, Omega, sus padres quieren organizar un matrimonio forzado.
- Lee Minho, Alfa, sus padres quieren hacer crecer su empresa, la mejor manera es un matrimonio arreglado con una de las empresas más famosas y reconocidas de Corea...
Minho por fin pudo volver a casa, el día había pasado muy lento y tuvo muchas cosas que hacer en la empresa. Eran pasadas las 7:00 PM cuando entró a su hogar, Jeongin lo había llamado hacía ya, una media hora diciéndole que se tenía que ir y de paso Minho le agradeció por quedarse con su lindo Omega, subió rápidamente las escaleras deshaciendo el nudo de su corbata y entró a la habitación que compartía con su esposo.
Al entrar pudo visualizar la habitación completamente vacía y logro escuchar el sonido de la ducha, decidió ponerse cómodo y esperar a que Jisung saliera.
Pasados unos minutos Jisung salió con una toalla amarrada a su cintura y su torso desnudo, al salir se encontró con Minho acostado viendo algo en su teléfono, intento cubrir su torso pero ya era muy tarde, el Alfa se había levantado y había tomado su cintura acercando sus cuerpos.
– ¿Cómo estás? – Minho abrazó el delgado cuerpo de su Omega y acercó su nariz hasta su marca dejando pequeños besos y olfateando.
– B-bien ¿Cómo estuvo tú día? – Jisung estaba nervioso y Minho seguía olfateando.
– Bien, hueles muy dulce, tu aroma no es tan fuerte ¿Estás bien? Hoy te sentí un poco tenso, tu Omega me llamaba demasiado y te sentía muy ansioso por la marca. – Minho seguía abrazando por la cintura a su Omega.
Jisung estaba muy nervioso, no sabía que decir.
– No, todo está bien, solo tuve un poco de miedo porque no te encontré en la mañana. – ¿Que más podría decir?
Minho asintió confuso, sin embargo, no reclamó – ¿Ya estás mejor? El trabajo es aburrido sin ti. – Minho besó los delgados labios de su Omega.
– Sí, mañana puedo ir – Jisung le regaló una sonrisa nerviosa.
Minho sonrió y bajó sus manos hasta el trasero de Jisung para después apretar fuertemente sobre la toalla.
– M-minho no hagas e-eso. – Jisung se sostuvo de los hombros contrarios mientras un sonrojo de apoderaba de sus mejillas.
– Tengo ganas de ti amor~ – Minho susurro al oído del Omega haciéndolo temblar en sus brazos.
– Dios, Minho – Jisung mordió su labio inferior y recordó al cachorro, podrían hacerle daño así que con toda su fuerza de voluntad alejó a Minho de su cuerpo – Estoy un poco débil amor, ¿Podríamos hacerlo después?
Minho lo observó y le sonrió – Sí bebé, lo siento, debes estar cansado, iré a hacer algo para comer. – sin más salió de la habitación.
Jisung suspiró y corrió hasta su armario, tomó su pijama y se cambió, por ahora lo escondería, haría una cena en unos días y le diría a Minho que tendrían un cachorro, sí eso haría.
🖤
Al día siguiente Minho se levantó como de costumbre, desayunó y dejó una pequeña nota para su lindo Omega.
Jisung despertó pocas horas después sin encontrar rastro de su Alfa, encontró una nota la cual decía que no había querido despertarlo y que si quería ir a la empresa él lo esperaría, sonrió inconscientemente su Alfa es tan lindo, pero su sonrisa duró poco ya que un fuerte mareo lo invadió y las terribles ganas de vomitar llegaron a él, Jisung corrió hasta el baño y vació su estómago.
Pasada una hora Jisung se sentía mucho mejor después de desayunar y arreglarse para ir al trabajo.
Entró a la empresa como de costumbre, los empleados hacían una reverencia ante su jefe y él les respondía con una pequeña sonrisa, tomó el ascensor hasta el piso donde se encontraba su oficina y la de su esposo, al llegar se sorprendió al no ver a Yeji, encontrándose con una bella chica la cual pudo observar viendo fotos de su esposo en su computadora, frunció el ceño y carraspeó levemente llamando la atención de la joven.
Soojin se sobresaltó al observar a un bello chico de piel pálida y blanca como porcelana, supo que era un Omega por su dulce aroma, aunque tal vez podría estar en estado, no le importó y decidió preguntar.
– Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle? – habló la chica cambiando de página en su computadora.
Jisung iba a hablar hasta que Minho salió de su oficina interrumpiéndolos.
– Soojin, él es Jisung es mi... – Minho no pudo terminar ya que el Omega lo había interrumpido.
– Socio, somos socios y jefes de la empresa. – habló el Omega, Minho se confundió sin embargo no reprochó.
– Oh – Soojin hizo una reverencia ante su otro jefe, dándole una mirada de reojo a Lee.
Jisung captó cada movimiento de la chica y sonrió falsamente, tomó la mano de su esposo y entraron a la oficina del Alfa.
– Somos dueños y esposos según recuerdo. – Minho habló hacia su esposo con un toque de confusión en su voz.
– ¿Quién es ella? ¿Y Yeji? – preguntó de vuelta el Omega.
– Yeji salió de viaje con su pareja, le di permiso y al parecer se demorará un poco más. Ella es nuestra secretaria por ahora. – respondió Minho.
Jisung asintió pensativo, esa Omega estaba observando fotos de su esposo y las miradas que le daba no le gustaban, estaba seguro que malinterpretó las cosas con Yeji, sin embargo el asunto con esta chica no era nada parecido a lo que sucedió con Yeji.
– Bien. Mañana tendremos una cena tú y yo. – cambió de tema el Omega, luego se encargaría de dicha Omega.
Minho sonrió y asintió, tomó la delgada cintura de su Omega y besó su frente, aún no entendía porque su lindo Omega no había dicho que eran esposos, hizo un puchero inconscientemente y dirigió su nariz hasta la marca de su Omega tomando caladas de su aroma el cual estaba un poco más fuerte dándole la sensación de que había un aroma más en él.
– Tu aroma es un poco más dulce. – Minho aspiraba del delicioso aroma de su Omega sintiéndose un poco mareado.
Jsung se tensó un poco y antes de siquiera poder responder corrió hasta el baño vaciando lo poco que había desayunado.
Minho corrió tras él haciendo lo mismo que en la cena familiar de hace poco, repartía caricias por la espalda de su Omega, estaba empezando a preocuparse.
– Hoy iremos al hospital, esto me preocupa amor. – Minho acariciaba su espalda mientras Jisung seguía tirado en el piso intentando recuperarse.
– Estoy bien, tal vez comí algo y me hizo daño. – Minho negó con su cabeza, levantó a su Omega y lo sentó en su escritorio.
– No me interesa, hoy iremos sin falta. – Minho lo abrazó mientras seguía dando caricias por su espalda y se ocultaba en la curvatura de su cuello.
Jisung se sentía nervioso, si iban al hospital Minho se enterará que están esperando un cachorro y era lo que menos quería en esos momentos.
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