Gammon Octo acaba de llegar a un extraño lugar llamado "Evils Theater", que de ahora en adelante llamará su hogar. Él poco después, comenzará a experimentar curiosidad hacia un integrante en particular, un joven de cabello azul.
¿Que terminará pasa...
La noche había caído ya sobre el Teatro del Mal, y era visible en cualquier parte del bosque una gran y brillante luna llena.
Gammon estaba terminando los últimos detalles de la cena que había preparado para Gear, cuando su mirada se elevó al cielo.
-"Woah"- Suspiro para el mismo, mientras acomodaba un mechón de su cabellera negra con destellos púrpuras-.
La luna de aquella noche era única, nunca en la historia del Bolganio había tomado un tamaño como ese.
Gammon solo continuo alineando los platos sobre la mesa y encendiendo algunas velas, al parecer Gear llegaría en cualquier momento. Al concluir solo dejo la mesa puesta, e inmediatamente trato de encontrarlo por el camino y así guiarlo al lugar donde cenarían.
Había elegido la mesa cercana al jardín de rosas de Ma donde tomó el té con la mujer hace unos días, las velas iluminaban el lugar dejando solo tenues destellos de un color amarillo que contrastaban con el menta de las rosas a su alrededor.
-"Hey! Gear!"-Gammon llamo la atención del peliazul a la distancia al divisar su figura-.
Al estar lo suficiente cerca ambos solo se abrazaron por unos instantes.
-"Pensé que no vendrías" -Dijo Gammon fingiendo algo de preocupación-.
-"Y perderme lo que hayas echo para ambos?"-Contesto Gear solo sonriendole al mayor-.
-"Vienes por mí o por la cena que hice?"-El pelinegro arqueo una ceja y pregunto suspirando-.
-"Un poco de ambas"-Respondio el peliazul solo riendo por su comentario-.
-"Espero guardes espacio para el postre"-Dijo Gammon a manera de respuesta para luego continuar:
-"Yo seré tu postre"-
Un sonrojo solo pudo aflorar en la cara de Gear mientras Gammon solo lo tomó de la barbilla para darle un solo pero duradero beso.
-"G-Gammon"-Susurro el peliazul-.
-"Sígueme"- Gammon se separó de Gear y lo tomo de la mano-.
-"¿No debería cerrar los ojos?"-Pregunto el menor solo desviando su mirada-.
-"Por que? Quiero verlos cuando lleguemos, quiero verte a ti..." -Respondio Gammon de manera tranquila y tomando el mentón del peliazul para que sus miradas solo se encontrarán-.
-"G-Gammon..."-Dudo Gear con algo de timidez y solo siguió caminado con Gammon-.
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-"Interesante... Tal y como lo sospechaba está pronto el "Engranaje del Anochecer", el fin del mundo de los Dioses"-Suspiro pensativa la mujer de cabellera negra mientras solo fumaba sentada en el balcón de la torre del reloj.
Ma se refería al fin de los tiempos, un gran cataclismo que acabaría con el mundo conocido.
En el Reino Mágico de Levianta se medía el tiempo de una forma singular; el comienzo de la civilización se le conocía como el "Engranaje del Alba", cuando la Catástrofe de Levianta arrasó con la nación fue exactamente en el comienzo del "Engranaje del Crepúsculo" como lo había anunciado la profeta y reina Alice Merry-Go-Round, y ahora con el paso del tiempo este estaba llegando a su fin para darle inicio al "Engranaje del Anochecer".
-"Aún falta un demonio... Mi existencia será confirmada tenga lo que tenga que hacer, después de todo nadie se interpondrá en mi camino..."-La mujer de la cabellera negra solo sonrió y siguió fumando de la pipa que sostenía con sus dedos-. Ninguno logró resistir a mi voluntad, no debería tomarlo como algo malo, el fin es inminente y pronto lograre mi objetivo.
El sueño de Gammon no había sido del todo algo fantástico por más que lo pareciera; Ma que supongo seria la forma "Real" de llamarla; era solo una fusión de tres almas, un ente que no debió existir en el Tercer Periodo por ende al terminar el mundo, su existencia desaparecería cómo huellas en la arena.
La mujer lo sabía, pero encontró la manera de confirmar su existencia en este mundo, y su objetivo eran los "Contenedores de los Pecados Capitales", con cada "Demonio" que sucumbia a su voluntad, Ma ganaba más poder y estaba más cerca de su objetivo, ser un ser totalmente "puro".
Ma solo siguió fumando y observando la gran luna que tenía lugar en uno de los vitrales de su estudio; el vitral ilustraba una historia, un pares de tijeras enmarcaban las esquinas del cristal, una occidental y una oriental; en su centro había un paisaje en forma de colina, había algunas casas distribuidas por toda la colina pero estaba el detalle que estás ardían en llamas. Quizás la mujer solo vagaba en sus recuerdos sobre Jakoku, o siendo más exactos en Enbizaka.
Un gran incendio había asolado Enbizaka hace casi ya 300 años, este gran incendio había marcado las vidas de sus habitantes y dibujo los sucesos del "Asesino en serie de Enbizaka" o a decir verdad "Asesina" la perpetradora de las cuatro víctimas de está tragedia había sido una mujer llamada: Kayo Sudou, presuntamente por envidia y locura pero esto no fue del todo cierto, el incendio que dejó a Kayo sin su hijo y esposo había sido provocado por el hombre conocido como como Kai Miroku, la última de las víctimas de Kayo. La mujer conocida como Ma intercambio su cuerpo con el de Kayo, y así Kayo Sudou dejo su vida como la sastre hermosa de cabellera negra por la de la asesina de cabellos rosados. No se porque Ma adopto el nombre de Kayo, supondría por algo de aprecio y respeto por la mujer, o solo porque sería la identidad "Real" de su cuerpo, fuera como fuese Kayo fue ejecutada por sus crimenes poco después de la muerte de Kai. Una emotiva tragedia.
La mujer de cabellos negros solo siguió fumando y viendo hacia la lejanía del balcón en el que estaba sentada.
-"Se acerca el epílogo de este mundo, ju"-Soltó una bocanada de humo para seguir riendo en sus pensamientos-.
