Capítulo 37: Volver II.

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Gun bostezó mientras se acurrucaba sobre el costado de Off, el hombre evidentemente más grande que él era un refugio perfecto para los días fríos como ese, aunque Gun normalmente tenía frío debido a su deficiente capacidad para regular su temperatura, pensaba que era mejor así, que ellos se complementaran aun si él mayor se quejaba cuando metía sus frías manos bajo su ropa y comenzara a rozarlo para buscar calor.

- ¿Quieres ir a la cama?

- Estoy muy cómodo aquí. - estaba soñoliento y con los ojos entrecerrados debido a la hora, era tarde y había insistido en quedarse despierto ya que Off tenía su último turno nocturno y debía irse al hospital antes de la media noche.

- ¿No podrías quedarte por hoy?

- No puedo hacerlo. - el alto sonrió. Por dentro estaría encantado de quedarse, pese a que tuvo leves momentos en donde Gun se enfadaba con él por tonterías, la mayor parte del día se le había acurrucado en busca de calor y contacto. No habían pasado tiempo así desde hace mucho, solo compartiendo, siendo perezosos y él, mimando al menor como si fuera un niño.

Uno que llevaba a su bebé dentro y que no podía creer el trabajo que tendría una vez que el embarazo avanzara. Él como médico sabía todo por lo que Gun pasaría y esperaba que no fuera tan terrible para el menor, porque el bajito aún era joven.

No lo habían hablado a detalle, pero no era un secreto que Gun no esperaba tener un hijo tan joven, probablemente el habría esperado un par de años más, encontrar un trabajo, viajar, ganar experiencia y quizás luego de todo eso pensarían en un bebé.

Pero las cosas habían pasado de ese modo y el bebé se había adelantado a sus planes y ya venía en camino.

Después de que hablaron, llegó a la conclusión de que había ocurrido cuando Gun se emborrachó, no estaba seguro de que el menor hubiera tomado un anticonceptivo cuando tenía sobre él una resaca del demonio, quizás ese fue el momento en el cual se creó una falla en la barrera.

Pero como haya ocurrido, Off no podía estar molesto.

Un hijo con Gun era algo tremendo y grandioso al mismo tiempo, sus vidas iban a cambiar completamente y estaba malditamente feliz por eso.

Esperaba que los cambios de humor continuaran, pero mientras pudiera solucionarlos con un antojo cumplido o un masaje de pies que seguramente necesitara no tendría problema con ello.

- ¿A qué hora dijo New que llegaría?

- Cerca de las doce. Él sabe que Tay vendrá y prefiere no encontrarse con él.

El menor se regodeó con las caricias que Off le daba sobre el vientre, sabía que debido a la posición se le formaba un rollito que no le agradaba, pero que Off luego de discutir con él y callarlo con un más que increible beso, ganó el derecho de acariciarlo ahí de todos modos.

- Ellos están peor ahora o ¿es idea mía?

- New está enfadado con él porque ahora sabe dónde vive.

- ¿Tay ha ido a verlo?

- No... bueno, fue a llevarme ahí mientras tú estabas de viaje. Él me llevó a casa de New cuando te fuiste de viaje e insistió en que me dejaría bajo techo sano y salvo. Yo no creo que Tay haya buscado a New después de eso... - Gun hizo una pausa, su hermano no le había contado nada al respecto, aunque bien podría asegurarse y salir de dudas una vez que llegara a casa. - Por cierto... no es que me moleste que New venga, porque me gusta, pero no creo que hayas tenido que llamarlo personalmente para que se quedara conmigo esta noche.

- No veo el problema, tú necesitas compañia y yo necesito ir a trabajar tranquilo. Ambos ganamos.

Gun rodó los ojos pero no se quejó más, rodeo los brazos alrededor de Off, estaba a punto de acomodarse y cerrarlos ojos cuando el timbre de la casa sonó.

▪︎ᴇʟ ᴇʀʀᴏʀ▪︎[𝓞𝓯𝓯𝓰𝓾𝓷]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora