▪︎ᴇʟ ᴇʀʀᴏʀ▪︎[𝓞𝓯𝓯𝓰𝓾𝓷]

Epílogo.

- ¿Dónde está Off? - Gun arrugó el ceño y dejó de lado la ropa que estaba arreglando sobre la cama para mirar a New que había entrado en la habitación con una sonrisa en los labios.

- Oh, tú no quieres saberlo. - rodó los ojos y se dejó caer sobre la cama, acomodándose para ver a su hermano con una mano sobre la cintura. - Ellos están haciendo de las suyas en la sala.

El bajito suspiró, ese hombre podría tener 37 años, pero parecía un niño ahora más que nunca, y su cuñado Tay no lo estaba haciendo mal tampoco. Miró a su hermano con diversión y señaló con su dedo índice su propio cuello.

- ¿Qué te pasó aquí?

- Ah.. - el rubio se llevó su mano al cuello rápidamente para tocarse la zona y negar. - Ni siquiera lo digas o Tay se va a molestar otra vez.

Gun rió, negó lentamente mientras dejaba la limpieza de lado, colocando sobre la cama la ropa que había doblado.

- Anda, vamos por esos hombres antes de que destrocen la casa.

El mayor se carcajeo, sabía bien que eso podría pasar porque Off y Tay podían ser muy buenos en algunas cosas, pero intentando armar un mueble era algo diferente, ellos ni si quiera habían hecho algo como eso antes, y aun así, ahí estaban insistiendo en que eran perfectamente capaces de hacerlo.

- ¿Crees que sea como una crisis de los cincuenta a los treinta y siete?

- Puede ser... la verdad no me sorprendería para nada. - el menor se detuvo en la puerta que daba a la cocina. Ahí estaba su madre preparando la comida, había un olor delicioso y sobre la isla de granito unas pequeñas galletas amorfas listas para hornearse.

New sonrió avanzando hasta la isla a observar con curiosidad.

- ¿Son para la cena? - la sonrisa de pequeños dientes se asomó sobre el taburete, asintiendo alegre, agitando su despeinado y castaño cabello.

- Son para papá, tío Off...y para Chimon por trabajar. - él enumero con sus deditos uno por uno y New le sonrió a su niño precioso.

- ¿No hay para tu hermano? ¿Se pelearon otra vez? - el pequeño hizo una mueca causando la gracia de todos. - ¿Qué es ahora? - preguntó interesado, pues sus mellizos siempre discutían. El niño se negó a responder, haciendo un puchero con sus labios y la mujer ahí tomó la bandeja con las galletitas para meterlas al horno.

- Frank solo esta celoso de que Nanon esté con Tay mientras intentan armar la cuna, así que se quedó conmigo haciendo las galletas, él no quería hacerse daño con las herramientas. - susurró lo último para que solo New y Gun escucharan.

- Oh, eso lo explica. - el rubio estiró los brazos hacia su pequeño niño que aún mantenía sus labios abultados y las mejillas llenas de harina. - Anda, vamos a llamar a todos para la comida, ¿sí?

- Bieeen... - el menor se colgó de su papá con las manos envueltas en su cuello, y Gun los acompañó de cerca fuera de la cocina para llegar a la sala que parecía más una batalla campal que la sala de la casa.

- Deberíamos tomar algunas fotos, no lo sé, se me hace chistoso. - Gun se burló de la imagen frente a ellos y New podría haber asentido, pero no podía apartar los ojos de la imagen, de cualquier forma ellos podrían burlarse más tarde y lo que les restaba de tiempo en que ellos se dieran cuenta que no podrían armar la bendita cuna.

El bajito soltó una carcajada, Off estaba ahí intentando atornillar lo que él suponía era la base de la cuna, estaba inmerso en descubrir como iban las piezas mientras Chimon lo miraba con los ojos abiertos atento a todo, el niño se impresionaba con cada cosa que Off hacía, solo tenía tres años pero él adoraba a Off y siempre estaba cerca para ver lo que hacía y aprender, incluso le había enseñado a cuidar de un enfermo, aunque Gun no se quejaba si le recordaba que él no estaba enfermo, sino embarazado y que era capaz de hacer muchas cosas aún.