F O U R

77 8 0
                                    


Mi pecho dolía y continué llorando. Condenada a oírte en momentos íntimos para ti.

Mis ojos estaban mojados. Creo que no debí conocerte.... me haces feliz, mucho, pero me haces daño, mucho, por desgracia eso estaba tan equilibrado. No puedo culparte por ser lo que quieres.

Eli... tu jamás me amaras.

—¡Oye! ¿Porqué tan triste? ¿Tú novio te ha dejado?— Dijo una linda chica de ojos azules y sedoso cabellos rubios.—¡A mi me ha pasado lo mismo! Incontables veces.

Le eche un vistazo y me deslumbro, era tan bella y radiante.

Me fascinó.

—¡Soy Jenna! Puedes llamarme Jenn.

Jenna era un ángel, que me había salvado de todo ese martirio.

Hasta que volví de las nubes. —¡Vaya que ruido hacen aquí! Por poco y queda muda la chica— Me tendió la mano.—¿Y que me dices desconocida, sales de aquí, o te excita escuchar a estas personas?.

Yo sonreí y le di la mano.

—Y bueno, aún no me has dicho tu nombre cariño, ¿o te comio la lengua el ratón?— Habló Jenna carcajeándose.

—Diane— Mencione tímidamente.

—¡Bonito nombre! Ven conmigo

Tus besos. ↳DianbethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora