Hechos el uno para el otro

Sospechas

De regreso a clases a la semana siguiente, Atenea estaba de muy buen humor aquella mañana. Había pasado un fin de semana estupendo junto con Max, Juleka, Rose y Kim. Toda una sorpresa para la joven que la invitaran a salir con ellos. ¡Qué bien se lo pasaron! Habían ido a los recreativos, jugando a todas las máquinas posibles, y varias partidas en la bolera. Max y ella debatían sobre los resultados y las probabilidades de victoria o derrota. Era tan estimulante que se sintió parte del grupo y eso la hacia muy feliz. Juleka, tímida y reservada, Kim, competitivo y un poco pesado, Rose, dulce, alegre y soñadora y ¡que decir de Max!, tan lógico y cabeza dura. 

Un grupo peculiar sin duda pero con mucha salsa.

Estaba a punto de llegar a la parada de autobús cuando se percató de algo que le llamó la atención. Parpadeó varias veces sin creerse lo que veía. Porque si, Logan Géroux estaba al otro lado de la calle, saliendo... ¡del Hotel Le Grand Paris! Frunció el ceño, extrañada. ¿Acaso se hospedaba allí? Debía de pertenecer a una familia adinerada para permitirse tal lujo. No por algo el alcalde era el dueño del hotel. Guiada por su curiosidad, se acercó un poco mas, evitando su mirada y se apoyó de manera casual en un árbol que le daba una vista excelente de la entrada. Desvió la mirada hacia su iPod, con el cual siempre escuchaba música de camino a la escuela. Cambió de música distraídamente sin perder contacto visual con su objetivo. El árbol era lo suficientemente grueso para ocultar su silueta. Logan parecía estar esperando a alguien y observó cómo se colocaba el cuello de su cazadora y masticaba un chicle con aire despreocupado. Esperó pacientemente unos minutos mas y con sorpresa, vio a Chloe Bourgeois avanzando con su andar de diva tan característico hacia donde estaba Logan. El susodicho se giró al escucharla y esbozó una amplia sonrisa justo cuando la rubia se tiró a su cuello con extraño cariño. ¿Qué demonios...? ¿Qué hacían esos dos juntos? ¿De qué se conocían? No recordaba haberlos visto así en clase, ¿seria una tapadera? ¿estaban saliendo? De repente, una escena apareció en sus pensamientos, recordando algo.

Era la hora del recreo. Y algunos estudiantes salían del colegio a tomar el aire mientras que otros se quedaban dentro y comían su tentempié. Últimamente ella estaba con Max y Kim y charlaban de diversas cosas pero en ese momento había preferido estar sola y jugaba distraídamente con un bolígrafo entre sus dedos, recargada en una pared. Con tanta rapidez y agilidad que era difícil seguirle el ritmo mientras observaba a su alrededor: Juleka con Rose como siempre mientras ésta le contaba las últimas novedades del príncipe Alí, Iván y Mylene acaramelados en un rincón del patio, Kim lanzaba unas canastas. Nada fuera de lo común, bueno, en realidad si, no veía a Chloe y a Sabrina por ninguna parte. Quizás estaban mirándose en el espejo, tan preocupadas por su aspecto. Rió en silencio por aquella imagen en su cabeza y se dio cuenta que necesitaba ir al baño. Qué coincidencia. Con un suspiro, se despegó de su sitio y cruzó el patio para ir al baño. Entonces vio a Logan apoyado en el marco de la puerta del colegio, fumando un cigarro mientras hablaba por teléfono. Su sentido auditivo captó la conversación casi al instante:

- Cariño, definitivamente tienes que tomarte unas vacaciones –se mofaba el chico dando una calada y expulsando el humo.

- ...

- Lo tengo todo bajo control, nena, no tienes de que preocuparte. Sin embargo, veo que a ti no te va nada bien.

Le pareció escuchar gritos enfadados al otro del teléfono, como si fuera una voz chillona.

- ...

- Encanto, confía en mi, he hecho mas que tú en solo unos meses, deberías estarme agradecida.

Así que era una chica con quien hablaba, al menos era algo. Siguió escuchando con ese extraño hormigueo de hacer algo malo pero con la convicción de que era importante.