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Takemichi soltó un suspiro faltaba algunos minutos para cerrar la tienda, había anochecido y era tarde, así que sin pensarlo mucho empezó a preparar las cosas para cerrar, en total quería ir a su casa y acostarse en su cómoda camita , de solo pensarlo se sentía adormecer, soltando un bostezo agotado se dirigió a la puerta, notando que ya no había personas transitando en las oscuras calles de japon.
El joven de veintidós despues de un tiempo ya había organizado y limpiado el local así que solo faltaba salir y cerrar, pero vaya sorpresa se llevó al abrir la puerta.

Oh Dios! ¿Están bien? Obvio no lo están déjenme ayudarles ¿Como les pasó esto?—Dijo con apuro , estaba muy asustado y nervioso, tanto que temblaba. Las personas que estaba afuera de su local estaban bañadas en sangre pero no solo era de quienes de la portaban, se notaba a kilometros que también había sangre de personas ajenas en sus curpulientos cuerpos.
Se acercó más al par, soltando un chillido cuando uno de ellos le gruño y le apunto con su arma, estaba muy asustado, tanto que de sus ojitos empezaron a brotar lagrimitas, quería descansar no estar en esa situación, inconscientemente hizo un puchero y sin que los tipos le pidieran ayuda el empezó a inspeccionar sus heridas, suspirando al ver que no eran tan peligrosas, los tipos esos no iban a morir por lo menos, pero aún así eran levemente graves, sin dudarlo se movio de su lugar y abrió la puerta de su tienda , para luego encaminarse al de cabello morado, quién era el más sereno, no como el otro que le está apuntando mientras gruñe, eso solo genera que tiemble más y que sus movimientos sean más torpes.

Takemichi tomo con delicadeza y con toda la fuerza del mundo (que no sabe de dónde saco) cargo al pelimorado más alto, quién lo miraba como si fuera un juguete nuevo y caro, haciendo que el pelinegro se sintiera intimidado, causando que más lágrimas brotarán de sus ojitos, dándole una vista satisfactoria al cuerpo entre sus brazos, cuando ya lo había adentrado a la tienda lo dejo delicadamente en un sofá que había en esta y se giró para ir por el otro chico, más este entró sin ningún problema al local, causándole un chillido al más bajo, quien lo encamino a otro sillón que había pero dentro de la administración de la tienda, sin más lo ayudo acomodarse y le sonrió aún con lagrimitas en sus ojos.

— iré a la tienda de convenencia que está abierta las 24 horas, ahí compraré lo necesario para ti y tu amigo , cuídense y no se muevan mucho, no quiero que tengan más daños ¿Si?—la última frase se la dijo mientras le acariciaba la cabeza, dejando encantado al pelirosa que si o si después investigará todo con respecto al chico bonito, quien acaba de cruzar el umbral del local para luego perderse por las calles poco transitadas de Japón.

El pelinegro ya había comprado los insumos suficientes para curar a ese par, ahora solo debía volver rápido, el ojiazul ya con esa idea en mente se metió por atajos que eran un poco peligrosos, sobresaltandose al escuchar un disparo en un callejón...

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El pelinegro ya había comprado los insumos suficientes para curar a ese par, ahora solo debía volver rápido, el ojiazul ya con esa idea en mente se metió por atajos que eran un poco peligrosos, sobresaltandose al escuchar un disparo en un callejón, iba a seguir pero escucho algo u más bien vio algo.

joder dónde se habra metido rindou y el bastardo de sanzu— dijo un chico que para gusto de takemichi era muy parecido al que estaba en su tienda, y sin pensarlo se acercó a el , quien le apunto con su arma y le sonrió de manera maniaca, y una mirada que para los ojos de takemichi era indescifrable pero aún así hacia que su cuerpito tiemble, y que de sus ojos bonitos brotarán lágrimas, aún así se acercó más e hizo una reverencia de saludo.

disculpa ¿Usted conoce a un chico con el cabello un poco parecido a usted y a otro con cabello roza junto a unas cicatrices al lado de su boca? Es que los tengo en mi tienda y me gustaría saber si les conoce—dijo con un nerviosismo bastante notable junto a un tono asustadizo y tímido, el hombre más alto sonrió y sin más salió del callejón, parando con una ceja alzada mirando al pelinegro , quien no se movía de su lugar, soltando un suspiro el más alto volvió a entrar para jalonear al chico fuera de este , sintiéndose levemente abrumado ante el chico de ojos bonitos, su piel era pálida y save, se notaba que era delicada, hizo una mueca ante eso, su mano quedaría marcada en el brazo del chico bonito.

-—¿Me vas a llevar con mi hermano y el loco de sanzu? O quieres que te lo pida de rodillas?— dijo con un tono juguetón, sonriendo más al ver al joven temblar ante el, sin duda el y su hermano se habían sacado la lotería. Por otro lado el menor se sentía desfallecer, se había metido con asesinos con pinta de mafiosos, no quería que algo le pasará a él o a sus seres queridos, así que sin más asintió frenéticamente y empezo a caminar a su tienda a paso acelerado, acordándose que ambos jóvenes dentro de esta estaban heridos, causando más preocupación en el y sin notarlo empezó a correr hacia su tienda, rogando que no hayan quedado inconscientes, corrió unas cuadras más hasta que llegó a esta. Sonrió ante la puerta y entro con la respiración agitada, tomo una tetera y puso agua a hervir, se colocó unos guantes que compro y se acercó al pelimorado, quien estaba más concentrado mirando a la persona que estaba en el marco de la tienda sonriendo como niño pequeño que le entregaron un dulce, sin duda matará a su hermano cuando esté mejor, en total su estado actual hay un poco de culpa del contrario.

te voy a limpiar las heridas y luego las voy a saturar, lo bueno es que no solo tengo un título en gastronomía avanzada, cualquier cosa, si tú duele o molesta algo, por favor dime, no quiero hacer las cosas mal, aparte de lo que dije ¿Te llamas Rindou? Es que tú hermano dijo tu nombre y el de sanzu san— le sonríe con nerviosismo, pero aún así su sonrisa logra cautivar a los presentes, saca un par de cosas de la bolsa y empieza a limpiar un poco, se levanta y va por el agua hervida, procedió a sanar las heridas y saturar estás, no sabe cuántos minutos lleva en eso, pero algo estaba seguro , las miradas sobre el le ponían los nervios de punta.

Ya había terminado con las heridas de Rindou, soltando un suspiro aliviado se gira para encaminarse dónde supuestamente estaba sanzu, pero se sobresalto al ver a este literalmente detrás de el, haciendo que chillara y de sus ojos salieran más lágrimas, enserio estos chicos le dan mucho miedo, llevaba mucho tiempo aguantando, solo quería tener una noche tranquila y descansar , más encima ¿Como limpiará la sangre que hay en todo el local? Se agachó y se hizo bolita en el suelo, olvidándose de su principal misión y de los presentes, quienes empezaron a discutir (gritarse) por aver echo al niño bonito llorar, quien al escuchar sus gritos solo lloro con más ganas, sentía como se le estaba empezando a dificultad la respiración y que en su pechito se le hacía una presión, se sentía mareado y cansado, empezó a hiperventilar mientras se enterraba las uñas en sus brazos tratando de calmarse , en total no era la primera vez que le pasa, cuando iba a empezar a soltar sollozos más fuertes, sintió que unos brazos lo cargaban y lo apretaban contra un pecho.

joder mierdecillas tengan un poco de decensia ¿Quieren? El bastardo de Mikey se va a enojar mucho al ver el desastre que causaron- dijo el hombre para después empezar a caminar, Hanagaki asustado se intento bajarse de esos fuertes brazos, pero sintió suaves caricias en su cabello y escucho arrullos suaves hacia su persona, causando que se relajara de sobremanera mientras se adormilaba, quedando totalmente a merced del desconocido, que tal vez ya no le daba tanto miedo, inconscientemente empezó a cerrar los ojos justo cuando el hombre se sentó en el sillón donde antes estaba sanzu, se sentía tan a gusto, tan protegido que sin desearlo se durmió en los brazos del hombre , el cual sonreía de una manera enfermiza mirando el cuerpito entre sus brazos, sin duda ese chico sería suyo.

—joder mierdecillas tengan un poco de decensia ¿Quieren? El bastardo de Mikey se va a enojar mucho al ver el desastre que causaron- dijo el hombre para después empezar a caminar, Hanagaki asustado se intento bajarse de esos fuertes brazos, pero si...

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