La habitación estaba sumida en un silencio inquietante mientras los ojos del Hanagaki se entrecerraban, recorriendo con curiosidad y miedo los oscuros rincones. Había recuperado la conciencia en un lugar desconocido, una especie de sótano con una luz tenue que apenas iluminaba la estancia. Los recuerdos del último episodio eran vagos, como fragmentos de pesadillas borrosas. ¿Cómo había llegado hasta aquí?
Su mente estaba llena de preguntas y preocupaciones. ¿Dónde estaban los Shiba? ¿Y los misteriosos mafiosos que habían aparecido en su pastelería? El corazón del joven latía con fuerza, y la ansiedad se apoderaba de él.
Mientras Takemichi cocinaba el pastel de manzana, tratando de mantener su ánimo y sonrisa encantadora frente al pelirosa, no podía evitar sentir la tensión en el aire. Sabía que su vida estaba experimentando un cambio drástico, y no precisamente para mejor.
La constante sensación de ser vigilado le había estado persiguiendo, y aunque fingía estar alegre, su mente estaba llena de preocupaciones.
El pelirosa aquel encargado de vigilar al hanagaki, llegó como si nada a la tienda y lo siguió hasta la cocina. Ajeno a la verdadera situación emocional del hanagaki, empezó a charlar animadamente, compartiendo anécdotas y experiencias. Takemichi se esforzaba por escuchar y participar en la conversación, pero su mente divagaba constantemente, tratando de descifrar quién podría estar detrás de todo esto y por qué lo estaban vigilando.
Un suspiro disimulado escapó de los labios del Hanagaki mientras vertía la mezcla del pastel en el molde.
La fragancia de las manzanas y la canela llenaba la cocina, creando un ambiente reconfortante y hogareño. Pero, por dentro, la inquietud persistía.
Después de un rato, Takemichi y el pelirosa compartieron una deliciosa rebanada del pastel recién horneado. Mientras disfrutaban del dulce sabor, Takemichi decidió hablar sobre su preocupación.
—Oye, ¿alguna vez has sentido que alguien te está observando todo el tiempo, como si estuvieran siguiendo cada uno de tus movimientos? —preguntó con cautela, tratando de sonar casual.
El pelirrojo lo miró con curiosidad, pero no pareció tomar la pregunta demasiado en serio.
—Bueno, Mitchy, supongo que todos hemos tenido momentos de paranoia. No te preocupes demasiado por eso. Siempre tienes a tus amigos aquí para apoyarte —respondió con una sonrisa reconfortante.
Aunque el pelirosa intentaba calmar sus preocupaciones, Takemichi no podía evitar sentir que las respuestas estaban fuera de su alcance.
Decidió investigar por sí mismo y buscar pistas sobre quién podría estar detrás de esta constante vigilancia.
Takemichi decidió que era hora de tomar las riendas de la situación. A pesar de las palabras reconfortantes del pelirosa, su intuición le decía que había algo más detrás de esta misteriosa vigilancia. Después de todo, él conocía bien a su grupo de amigos y sabía que no eran paranoicos sin razón.
Una vez que el pelirosa se marchó y la cocina quedó en silencio, Takemichi se sumergió en una investigación personal.
Comenzó por revisar las cámaras de seguridad en su tienda de repostería, buscando cualquier evidencia de actividad sospechosa. Revisó las grabaciones de días anteriores y notó algunas sombras que se movían cerca de su local por la noche, incluso autos estacionados por horas fuera, patrones de gente paseando a una hora exacta del dia, etc. Toda esa situación le puso los pelos de punta, casi ahora mismo podría sentir la mirada de alguien, sentía que todos lo veían, los que pasaban afuera lo veían, las sombras lo acechaban, sentía que alguien o algo lo iba a cazar, sentía paranoia , su sentidos zumbaban, les estaban avisando, y ahí, en medio de todo su caos se dió cuenta, debía de pedir ayuda, si o si.
Rápidamente se levanta y huye a la cocina, coje un cuchillo y llama a la policía con su teléfono, deseando que alguien lo ayudará, sentía que todos los miraban.
La paranoia y la ansiedad intensa era inhumana , en algún punto se dió cuenta de que no había llamado a la policía, si no que había marcado el número de alguien, no podía leer el nombre de quien, sus ojos borrosos no le dejaban leer ni distinguir lo real de lo falso, no importaba mucho, necesitaba algo , necesitaba ayuda , hasta que lo oyó.—Alo? ¿Takemichi? ¿Estás bien? Tu respiración se escucha irregular ¿Dónde estas? No importa te voy a buscar— detrás de la voz desastrosa sonaba unas llaves y un auto arrancando después —Encontre tu ubicación, estoy a diez minutos ¿Puedes respirar por mi? Cinco dentro y cinco afuera, vamos , inhala y exhala—
No sabe cuánto tiempo paso pero en algún momento sonaron pasos apresurados y su rostro fue tomado entre dos manos callosas que lo tocaban como si fuera lo más suave y delicado que existe, y ahí lo vio, vio dos ojos heterocromaticos, sentía su salvación, al fin podia respirar tranquila y sentirse seguro.
Tardo un par de segundos en reconocer la voz en aquella llamada, quien le ayudo y llegó como un héroe desconocido, ahora conocido como su amigo de la infancia, kakucho hitto, quien actualmente iba manejando su auto a toda velocidad a dirección donde se encontraba el hanagaki, deseando que cuando llegara estuviera en mejor estado.
Pasaron unos largos cinco minutos, dónde estos se acabaron con el sonido fuerte del chirrido de un auto estacionado fuera de la pastelería, dónde se bajó alguien apresurado , para luego entrar a la tienda gritando el nombre de nuestro lindo repostero.
Entro a la cocina y apenas diviso al más bajo lo tomo en sus fornidos brazos, repartiendo besos en el rostro suave lleno de lagrimas, "secando" estás.
—Kaku chan me están siguiendo, no estoy loco, te lo juro, siento que me siguen , he mirado las cámaras de la tienda, hay un auto siempre, por favor, creeme y ayudame— le hablo entre lágrimas y sollozos , sonando entrecortado mientras se agitaba cada vez más, siendo calmado al instante por el hitto, quien lo sentó en la encimera de la cocina para estar cara a cara con el chico.
—Takemitchi se que está situación puede ser complicada para ti— Hablo con calma preocupante— Pero ambos sabemos que no puedes huir , solo acoplarte a nosotros, no te harán nada, eso te lo prometo, bueno, al menos que tú lo desees— soltó con una sonrisa leve como si no hubiera marcado un antes y un después en el más bajito, quien se tenso en su lugar y procedió a llorar más, apoyando su cabeza en el pecho del más alto, quien felizmente ante la cercania le dejo besitos y cariñitos en su cabeza, suspirando ante el aroma dulce de vainilla y canela.
Ola perdí el separador de nuevo, mmm nuevo capitulo después de mucho tiempo!
Xfis comenten y den ideas de como continuar, por qué ya no se que hacer 😞, a este paso haré muchos especiales de relleno hasta que sepa que hacer con este fic 😿
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pastel boy!
Fanfiction𝗮𝗹𝗹•𝘁𝗮𝗸𝗲 Oh no! Takemichi se relaciono con gente peligrosa -personajes pertenecientes a Ken wakui -esta siendo editada y reescrita -puede q haya cosas medias turbias nc -actualizaciones lentas, muy lentas -hare mi mejor esfuerzo , así que esp...