Miles Morales

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Miles Morales.

Roommates- Malcolm Todd.

Yacían días que no se veían, Miles estaba realmente ocupado manteniendo a la cuidad a salvo y encubriendo su secreto de ser un superhéroe.

Como su novia, estabas realmente preocupada. Miles era distante e incluso llegaste a pensar que te evitaba.

No querias pensar mal, sabías que tenía sus deberes antes que posponerte sobre todo, no hasta que lo viste con una chica nueva, Gwen.

La cercanía de ambos era realmente notoria, había química entre ellos y lo notaste desde el primer instante que Miles "accidentalmente" jaloneo su cabello.

Tu corazón decía una cosa y tu mente otra. Tu corazón latía fuertemente por Miles, el amor era realmente incondicional pero tu mente solo pensaba que él ya no correspondía más a esos sentimientos.

Por más que intentaras negarlo, florecía ferviente de ser asegurado.

Sabías la respuesta pero, te negabas a escuchar esas palabras de su boca.

______________

-¿______? Que sucede?- La voz principal de la banda habló, Hanna. Ella te veía distraída y con la mente en blanco.

Y si, estabas en una banda como guitarrista.

Miraste a Hanna, ella mantenía su mirada en ti con notable preocupación, las palabras estaban atrapadas en tu garganta, y luego un nudo se formó en tus cuerdas vocales.

Tus ojos mantenían una expresión triste y melancólica, no tenias ganas de tocar hoy.

Lo único que salió de tus labios fueron unas mentirosas palabras "No es nada". Decidiste marcharte cuanto antes, tus ojos estaban llorosos con solo recordar como Gwen y Miles se volvían tan unidos.

Saliste del garaje de Hanna, y marchaste a tu casa

Esperaste en la parada del bus, el cielo comenzaba a opacarse lentamente. Pensaste en todas las cosas que estaban pasando últimamente en tu vida, todo estaba siendo un lío de sentimientos confusos y poco coherentes.

Querías gritar de desesperación y angustia, no querías perderlo, menos a Miles.

Pero a veces pensabas que era lo que iba a ocurrir, tus ojos se cristalizaron y lágrimas comenzaron a salir de tus ojos fríamente.

Tu cabeza dolía de solo pensar en lo que iba a ocurrir, en tus canciones comenzo a reproducirse tu canción favorita de Malcolm Todd, Roommates.

Tu cabeza dolía de solo pensar en lo que iba a ocurrir, en tus canciones comenzo a reproducirse tu canción favorita de Malcolm Todd, Roommates

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-Miles, cariño.- murmuraste en un débil hilo de voz, tu voz sonaba apagada y triste. - Necesito hablar contigo de algo serio..-

-_____? Perdóname, querida. Estoy ocupado con Gwen en algo muy important- . de fondo se escuchaban ruidos exageradamente fuertes, hasta que escuchaste la voz de una chica.

-¡Miles Cuelga ese celular! -Gwen se quejo- estamos en algo importante! - Luego de eso simplemente las voces dejaron de escucharse.

Miles colgó.

Quedaste atónita ante la indiferencia de tu chico.

Lágrimas empezaron a salir de tus ojos como lluvia, dejaste caer tu espalda sobre la pared de tu habitación y dejarte caer.

Realmente no lo esperabas, ¿Que estaba ocurriendo?

¿Había hecho algo mal? -Pensaste.

La sensación de estar rodeada de angustiosas emociones, el solo sentir que tu novio ya no confiaba en ti, todo se volvía angustiosamente morado.

Decidiste tomarte un pequeño descanso de todo, apagaste tu celular y pusiste música.

Saliste de tu habitación por la ventada, subiste las escaleras dando en el techo del edificio en el que vivías.

El hermoso atardecer se volvio molesto, te hacía sentir mal pensar en él.

Miles y tú siempre admiraban los atardeceres, tomaban sus manos y disfrutaban el momento juntos.

Tus pestañas cubiertas por lagrimas agrias, tu corazón ahora roto por la indiferencia de Miles, él ya no te buscaba más.

Suspiraste para admirar el atardecer por última vez, el sol estaba escondiéndose rápidamente, todo cubriéndose por el áspero color negro de la noche.

(...)

-Es que no lo entiendes, ____- Miles frustrado exclamaba ante la discusión que ambos estaban teniendo.

Después de días al fin pudiste hablar con él, Miles parecía nervioso ante todo, quizás esperando lo peor.

-¿¡No entiendo qué!?- Reclamé exaltada con lágrimas en mis ojos, todo se sentía como un vacío, no sabías si querías seguir con él después de esto.

Miles se quedo callado mirando el suelo, paso sus dedos por su cabello estresado.

-No puedo decírtelo.- En un hilo de voz exclamó, escondió su rostro entre sus manos.

Tu corazón se hizo pequeño, tu pecho dolía incluso más que antes.

Tus ojos se llenaron de lágrimas y mordiste tu labio con impotencia, suspiraste y miraste a Miles luego de que él te mirara con una sincera tristeza.

-Si no puedes confiar en mí... Esto no tiene por qué seguir.- Un agobiante silencio inundó la habitación de Miles, agarraste tus cosas de su habitación, uno de tus chalecos estaba a los pies de la cama, tu corazón dio un vuelco al ver un chaleco extrañamente familiar.

Ese chaleco lo conocías.

Miraste a Miles nuevamente, de sus ojos brotaban lágrimas, él trataba de decir algo pero simplemente no lo dejaste.

-No me vuelvas a buscar, por favor.- Soltaste de último para abandonar su habitación y la casa de sus padres.

Miles quedó con mucho que decir pero simplemente no podía. Un hueco se posó en su pecho, sensaciones negativas se posaron en su alma desde el instante que cerraste la puerta de la habitación.

Sabía que no ibas a volver, él te iría buscar... Quizá no como Miles sino como Spiderman.

(...)











---I Love You, Spiderman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora