Capítulo 1: En la banca esperando el bus

874 39 4
                                    

—Dennis...—me encuentro petrificada viendola mientras se viste rápidamente.

—Alana no es lo que parece.. —trata de decir Mateo.

Ya no escucho más porque sin más me doy la vuelta y salgo de la que era mi casa por más de tres años, si tres años perdidos con Mateo, como pude perder mi tiempo con alguien como el y lo peor Dennis, mi mejor amiga, mi casi hermana como pudo hacerme esto.

Camino por la calle sin saber muy bien a dónde ir, con los ojos rojos de tanto llorar -me siento en un banco a esperar el bus- ¿Ahora que haré?, me tendré que mudar, no lo puedo botar de su propia casa. Pero eso sí, no volveré a casa de mis papás, le diré a Liam que me dé un adelanto en el trabajo. Es una cafetería donde e trabajado todos los fines de semana de estos ultimos tres años, pero por mientras tendré que dormir en otro lado...

Mis pensamientos se cortan cuando siento como alguien me toca el hombro dos veces para llamar mi atención -me volteo lentamente- era un chico que está sentado en el mismo banco que yo, por estar sumida en mis pensamientos no lo había notado, levanto la cabeza para mirarlo mejor y me quedo embobada, es un chico muy atractivo, ojos color miel, cabello negro o marrón no se ve muy bien porque es de noche -bajo la vista a sus labios - son rojos, un rojo muy fuerte que hasta parecen pintados, el me mira como lo inspeccionó sin pudor lo que hace que me sonroje hasta las orejas, tiene la expresión neutra me mira, frunciendo el ceño y habla:

—Sabes trato de leer este libro —señala el libro que tiene entre las manos —y no me voy a poder concentrar si sigues llorando —dejá de mirarme y vuelve a abrir su libro

Otra vez no me di cuenta de que estaba llorando, me limpio las lágrimas con la manga de polera. Lo último que me faltaba un extraño guapo, maleducado.

—Estoy en la calle puedo hacer lo que quiera —respondo a la defensiva mientras sigo limpiando el rimel que se me corrió, siento que me mira pero no le devuelvo la mirada

—Si, pero no molestando a otros —contesta también a la defensiva

—¿Quien se pone a leer en una banca esperando el bus? —pregunto con molestia

—Yo —cierra el libro con fuerza lo cual hace que lo mire, huy ya lo hise molestar —¿Y quien se pone a llorar en una banca mientras espera el bus? —pongo los ojos en blanco.

—Idiota.

—Llorona.

—Si te molesto ¡Vete!

—Vete tu, llegué primero.

Tiene razón.

Pero no sé la voy a dar.

Se madura porfavor....

—¡Me vale una mierda!, ¡Vete tú! —le grito lo que hace que de un respingo y me mira divertido, sus ojos adquieren un brillo muy bonito.

—Pues a mi igual, ¡vete tú! —me grita lo último pero no borra su sonrisa y ya aparto el libro para prestarme atención. Idiota.

—¡Vete tú!

—¡No, tu!

—¡Tu!

—¡Tu!

—¡TU!

El ríe.

—!Ya amargada tranquilízate!

—¡¿Amargada...?!

El iba a responder, pero escuche esa vos tan conocida gritando mi nombre, lo veo a unos cuantos metros de mi corriendo, le doy una última mirada a el extraño guapo, que también está mirando a la misma dirección que yo, con el ceño fruncido, me apresuro a pararme para irme pero el ya está bastante cerca y me toma de la muñeca

Entonces te das cuenta..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora