Entonces te das cuenta..

Capítulo 18: ¿Día de Reconciliación?

Los días pasaron rápido, y todo a estado tranquilo en esta semana, me sigo escribiendo con Piero, mi relación con Cassian está llendo cada vez mejor. Paso mas tiempo en su casa que en la mía. Liam sigue viviendo conmigo le dejé mi cama, de Edgar nose mucho, desde que Liam decidió no abrir la cafetería por un tiempo no e visto a Edgar me a escrito un par de veces pero solo para preguntarme cómo está Liam.

Piero y Liam se han estado escribiendo muy seguido, pero hable con Liam dice que son solo amigos. A Chloe solo la veo en las noches para todo el día con su mamá, no sabía que lo de la denuncia demorara tanto.

Abel y Luz siguen actuando extraño, todavía no le e preguntado nada a Abel, el tampoco me habla de Mia y cada vez pienso que lo que dijo Cassian pueda ser cierto. Alonso a estado saliendo toda la semana en las tardes cuando Chloe no estaba, lo que a mí me parece raro pero a Cassian no le importa, e intentado todo para sacarle algo sin que se de cuenta pero no lo logré, siempre termina cambiando de tema.

Hoy es Viernes y estoy volviendo de la universidad, pero antes haré una parada en una cafetería que está cerca. Al final le escribí a Mateo para vernos y acabar con esto de una vez.

Empujó la puerta grande de la cafetería, está es muy chica por dentro, tiene las paredes maltratadas y las mesas tiene un color que no combina en absoluto con el ambiente. En una mesa de la esquina lo veo.

Mateo.

Está sentado con la cabeza apoyada en la pared y una taza en las manos, mira a un lugar no muy específico con una expresión relajada, la conozco muy bien la usa cuando está nervioso.

Me acerco a el, me quito la mochila del hombro y la coloco en la mesa haciéndola un voltee a mirarme, se levanta rápido.

—Hola —dice.

—Hola —digo y me siento frente a el.

Levanto la mano y pido una café, el sigue todos mis movimientos con la mirada.

—¿Cómo has estado?

—Muy bien la verdad —respondo.

—Me alegro enserio.

Nos quedamos callados un momento mientras le damos un sorbo a nuestro café. No lo miro no me mira.

El rompe el silencio.

—Losiento, de verdad. Se que no puedes perdonarme por lo que...

—Ya te perdone —lo interrumpí dejándolo callado. Forme una pequeña sonrisa en mis labios —lo hice hace mucho tiempo.

—¿Que?

—Lo hize cuando preferí quedarme con los recuerdos buenos antes que los malos. Así que te perdono que lo nuestro quedé como algo que fue muy lindo. Ojalá encuentres a alguien a quien te quiera tanto como yo lo hize en algún momento.

Se queda callado pero después le aparece una sonrisa en la cara. Una sonrisa sincera.

—Ojala la encuentres tu también.

—¿Hablaste con Dennis? —pregunto, deja la taza a un lado.

—No, desde que te enteraste no la e visto y en realidad...no la vi muy arrepentida que digamos.

Asiento lentamente.

—Tampoco la e visto —comento.

—Escuche que trabaja en una peluquería acá cerca.

No me sorprende siempre se le dió bien esas cosas.

—¿En cuál?

—La de la esquina, se ve desde acá solo que ahora está cerrada. Es esa de aya —dice inclinándose en su asiento para pegarse más a mi tratando de señalarme la peluquería.