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Cap 6

A Jungkook le bastó una semana entera llevar a cabo su plan.

Era el siguiente:

Dos de cada tarea que le dieran por semana, haría mal dos o tres puntos. Dejaría a Taehyung descansar unos días y luego si tenía alguna tarea que de verdad no sabía hacer se la daría por entero.

Mientras más tarea, más atención. Mientras más atención, más satisfacción.

No es que Jungkook quisiera "prostituirse" por las tareas, era solo que quería que alguien lo viera. Y si ese alguien disfrutaba con tocarlo y demás, por él más que genial.

Después de todo nadie le prestaba atención. Que Taehyung lo tocara era una de las mejores cosas que le podía pasar.

Para colmo, Kim era guapísimo, casi como un modelo o un dios griego todo poderoso. Era alto, con el cabello negro lacio que le caía por los ojos hermoso. Una boca grande con forma de corazón y unos dedos largos dignos de un pianista y un excelente experto en la cama.

Es que Taehyung lo era. Era muchas cosas.

Era precioso.

Y eso a Jungkook le agradaba. Quizás hasta podía entablar conversaciones interesantes con él.

Claro, si es que Taehyung mostraba interés en Jungkook. Después de todo, no había quien le preguntara "Oye ¿Cómo va tu día?".

Sus compañeros no solían hablarle porque Jungkook siempre se mantenía al fondo del salón sin decir una palabra. Tenía un compañero con el que hablaba de vez en cuando (aparte de HyunJin), el cual se llamaba BeomGyu. Pero Gyu estaba más ocupado con sus verdaderos amigos que con él.

Jungkook entró al aula aquel miércoles llovioso y solo divisó a HyunJin con los ojos cerrados y la cabeza reclinada contra la pared, en un rincón del aula.

Jungkook se fue a sentar a su lado y HyunJin dio un respingo. Sus ojos temblorosos miraron a Jungkook y cuando se dio cuenta que no era Chris quien venía a atormentarlo, se relajó.

— ¿No has dormido nada o sí?

HyunJin sacudió la cabeza. Su cabello rubio y largo se meció de un lado a otro.

Jungkook notó que ya no tenía las raíces negras, sino que le había dado una nueva capa de pintura rubia.

Inmediatamente supo que Chris le había exigido que mantuviera el cabello rubio. HyunJin a veces le contaba a Jungkook que lo odiaba, que quería cortárselo y teñírselo de negro, pero que no podía hacerlo.

—Ayer se quedó en casa — le dijo a Jungkook con una vocecita —Hoy no vendrá. Siéntate conmigo — le pidió.

— ¿Chris se quedó en tu casa?

—No. Me trajo en su auto, y se fue a la suya. Por suerte su padre tenía un problema con la cañería y como él sabe de esas cosas quería que le diera una mano.

Jungkook se quedó sorprendido.

— ¿En qué universo paralelo Chris es generoso?

Y por muy raro que eso sonara, HyunJin soltó una carcajada bajita. Pero su semblante se oscureció.

—No lo sé. De todas maneras agradezco que se haya ido a su casa. Ayer nos peleamos.

—Se pelean todos los días.

—No.

—Siempre vienes con moretones —lo recriminó.

—Eso es por otra cosa.

—Pues a mí me parece que no. Y lo sabes.

HyunJin miró hacia otro lado a medida que el salón se empezaba a llenar. Afuera de la ventana, las gotas de lluvia salpicaban el vidrio. El día estaba tan gris como el humor del rubio.

—Escapar de él es imposible.

—Puedes hacerle una denuncia.

—Me mataría si lo hiciera — HyunJin se refregó los ojos y se le salió el maquillaje que llevaba en las ojeras. Un moretón castaño se formaba debajo de su ojo derecho — Aunque, creo que es preferible estar muerto antes que estar con él.