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Cap 10

Hyunjin yacía en la bañera, rodeado de agua y con las piernas flexionadas y la cabeza entre las rodillas, abrazándose con sus bracitos.

Sus delgados y heridos brazos.

Había estado llorando durante media hora. Se desahogó por completo.

Sentía tanto odio dentro suyo. Tanta impotencia.

No podía creer que un ser humano le hiciera todas esas cosas solo porque queria que fuera suyo ¿como iba a salir de eso luego de llevar ocho infernales meses de relación con una persona así?

¿Cómo podía dejar a Chris sin que el otro se vengase?

¿Cómo lo abandonaba?

Hyunjin pensaba mil y un soluciones, pero en todas se presentaba el mismo escenario: su muerte.

Se imaginaba que lo molía a golpes en la cara, arruinando su belleza.

Imaginaba que lo estrangulaba mientras tenían sexo. Claro, si es que eso que hacían podía llamarse "sexo" porque Hyunjin no lo disfrutaba en ningún sentido de la palabra. No había intimidad, solo morbosidad.

Imaginaba que lo pisaba con el auto, que le clavaba un cuchillo, que le rompía la cabeza contra la pared.

Siempre imagina su muerte si intentaba escapar de él. 

Hyunjin suspiró y se pasó la mano por el cabello. Se le salieron algunos mechones rubios. Volvió a soltar sus lágrimas pesadas, llenas de impotencia.

Sabía lo que le hacía la ansiedad y para colmo a sus padres no les importaba demasiado. Sus padres eran como los de Jungkook.

Miserables.

Hyunjin salió de la bañera y vació el agua. Se fue a parar frente al espejo de cuerpo completo que yacía detrás de la puerta cerrada del baño. Le quitó el vapor que había quedado en el aire y mientras se envolvía con una toalla azul, se la quitó y la dejó caer al suelo.

La persona desnuda que le devolvía el reflejo en el espejo no era él. 

No se veía como se recordaba a sí mismo. Ese Hyunjin que estaba en el espejo no era el mismo de antes.

Ese Hyunjin tenía el cuerpo completo de moretones y arañazos. Tenía las rodillas hinchadas y la piel rojiza y lastimada de estar tanto tiempo arrodillado frente a su novio, haciendo algo que no le gustaba en lo absoluto.

Sus brazos, que alguna vez fueron fuertes y con masa muscular, ahora eran delgados como una ramita. Su cuello estaba cubierto de chupetones que él no había pedido.

Sus piernas eran tan delgadas como un popote. Apenas lo sostenían día tras día.

Su estómago se destacaba por la forma huesuda de sus costillas. ¿Donde estaba ese pack de cuatro abdominales que tanto le había costado conseguir meses atrás?

Se miró por completo. Notó ese cabello rubio que no le gustaba para nada. Vio unas bolsas negras debajo de sus ojos hinchados y rojos por el llanto.

Miró su entrepierna, su pelvis depilada a cal y canto, lisa como el trasero de un bebé. 

Si no se depilada, Chris le pegaba.

Hyunjin odiaba depilarse. Se hacia daño y cuando el vello corporal que cumplía la función de proteger los genitalew contra enfermedades o microbios, crecía le picaba.

Y lo odiaba.

¿Dónde había quedado ese cuerpo y esa cara de modelo perfecto?

¿Dónde había quedado ese Hyunjin risueño, bromista y cálido?

El tiempo se lo había llevado.

No. Chris se lo había llevado. Había enterrado al anterior HyunJin en una tumba en el fondo de la tierra.

El Hyunjin de cabello corto y negro, el Hyunjin de sueños y risas, ya no existía gracias a un monstruo.