Lado A (2)

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Dazai es un sujeto extraño en cada manera posible.

Sus ojos me recuerdan a un gato negro quemado, su contractura me recuerda a un gato negro quemado, su presencia me recuerda a un gato negro quemado. Tiene un tono que se hunde en el abismo del espíritu, y profundos, oscuros ojos que parecieran tener la convicción de que el sol jamás volverá a salir. Es un hombre de pocas palabras. Y su voz tiene el sonido de la ruptura que rechaza el entendimiento mutuo desde el inicio. Nadie puede entenderlo. Nadie nunca lo hará. Y él mismo lo sabe muy bien. Ese tipo de voz.

Pareciera cierto que quiere morir. Parece que todo el valor de los estándares de la vida reflejados en sus ojos son tan inútiles y feos como la chatarra. No entiendo por qué. Quizás el día en que lo entienda jamás llegará. Él parece saber eso también.

Es por eso que se quiere ir afuera. La única forma de acabar rápidamente el dolor de sus heridas y alcanzar su deseado "gran descanso" es irse de mi casa. Aún así, está incluso apartado de la muerte, porque le prohibo escapar.

Y ahí es cuando Dazai decide quejarse sobre mi existencia hasta el fin de los tiempos. De hecho tiene muchísimas quejas, sobre mis comidas, dormir, y otros pasatiempos. Una tras otra, encuentra fallas en mis cuidados de enfermero, me critica y humilla de las formas más despectivas posibles. No hay nada que pueda hacer para escapar sus críticas. Es simplemente un tirano. Yo podría haber lloriqueado como una niña de nueve años.

Pero, estoy bien. Porque sé que las críticas de Dazai no son más que una actuación para lograr su cometido. Para desanimarme.  Para deprimirme hasta que me harte de él y lo eche de mi casa como si ya no me importara. Esa sería su victoria. Así que, estoy bien, sin importar lo que se me diga. En realidad, él se habrá impresionado por mis adecuados y apropiados cuidados.

Por ejemplo, sucede esto.

"—¡Hey tu! Las gachas de avena están calientes, ¡No puedo comer así!"

"—Hey, de verdad quema mucho, ¿Sabes que no puedo usar mis manos porque estoy atado, verdad? No, no, ya te lo dije. Deja de meterlo en boca... ¡Quema!, ¡¡QUEMAAA!!"

"—¡Estoy comiendo, estoy comiendo! ¡No traigas otro! ARGHHH, espera... no me puedo mover... !!GYAAAAAHHH!! ¡Me entró en el ojo!, ¡Duele! ¡Quema! ¡DUELE!"

"—Vamos, ¿El límite del baño es dos veces por día? Haz algo al respecto, incluso los prisioneros de la Port-Mafia tienen más libertad"

"—Hey, te dije que lidies con mi aburrimiento, ¿Pero leerme libros? No es algo que hagas con alguien de mi edad, ¿Sabes? Y siempre es el mismo. ¡Y ni siquiera tiene las últimas páginas así que no sé el final! ¿Es una tortura?, ¿Es un nuevo tipo de tortura?"

Una actuación muy realista.

Lo ignoro y continuó con mis cuidados de enfermero.

Mi dedicación valió la pena. Luego de unos días, los ojos del joven están muertos y exhaustos. Me habla con una débil voz.

—No puedo... afectarlo. Este tipo... tiene aire en el cerebro.

Realmente no entiendo a lo que se refiere, pero luego de eso, Dazai se volvió más obediente ante mis palabras.

Desde entonces, Dazai cambia de estrategia. En lugar de quejarse sobre mis cuidados diarios, empieza a hacer demandas de comidas muy específicas, especialmente con los ingredientes. Supongo que quiere que me rinda. Pero soy un hombre de paciencia y perseverancia. También soy una persona muy práctica que cree que una persona que tiene las manos atadas de esa forma necesita una distracción adecuada. Entonces me convierto en un cocinero amable.

The Day I Picked Up Dazai  [Novela ligera - Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora