Lado A (6)

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 El búnker subterráneo es largo e intrincado, como el interior de una criatura desconocida del inframundo.

 Dazai y yo ponemos nuestras manos en la húmeda pared y avanzamos, la tenue luz siendo nuestra única guía. De vez en cuando, los insectos negros se escabullían cerca de nuestras manos. Podemos escuchar el sonido del agua goteando en alguna parte.

 Un viento sopla dentro del refugio. Es un viento frío y húmedo que huele deprimente como el aliento de alguien. Dazai y yo seguimos la dirección del viento.

—Incluso si logramos salir de aquí, —dice Dazai mientras camina detrás de mí— No significa que se darán por vencidos con la '"pintura" así como así. Necesitarás algún tipo de medidas, a menos que te vayas a mudar todas las semanas. ¿Qué piensas?

—Nada en particular. Tampoco hay necesidad de mudarme —respondo mientras avanzo—. Me han atacado bastantes veces por cosas relacionadas con mi pasado. Pero siempre he logrado salir de alguna manera. Esta vez también, viviré hasta que muera.

—Esa es una forma tan sabia de vivir —Dazai suspira.

 Entiendo lo que Dazai quiere decir. Pero en mi caso, si mi pasado viene por mí hay una parte de mí que quiere rendirse y dejarlo hacer lo que quiera. ¿Cómo debo llamarlo? ¿Culpa? ¿O expiación? No lo sé.

 Sin embargo, si involucrará a personas a mi alrededor como esta vez, no puedo seguir filosofando así. Como ha dicho Dazai, podría ser el momento de idear algunas contramedidas.

—Dazai, si fueras tú, ¿qué harías para contrarrestar...?

 Me doy la vuelta. Dazai no está allí, en el lugar que esperaba que estuviera.

 Está muy atrás, agazapado, con la mano en la pared del pasillo.

—Lo siento, pero... puedes... sólo sigue adelante... —dice Dazai con una respiración superficial—. Yo... tomaré un descanso y... te seguiré.

 Su cara está pálida. Sus dedos están temblando.

 Corro hacia Dazai y pongo mi mano en su costado para sostenerlo. Su cuerpo está tan frío como el hielo.

—¿Qué pasó?

—Cuando me secuestraron... mientras estaba inconsciente... probablemente tienen... algo...

 Devuelvo a Dazai al suelo y, en el momento en que me pongo de pie para comprobar sus síntomas, veo el futuro.

 Un destello de luz. Sonido del viento.

 Luego, el pecho de Dazai se abre de golpe, sus costillas sobresalen y de su pecho florece una enorme flor de sangre.

 Muerte instantánea.

 Es una bala.

 Agarro el cuello de Dazai y tiro de él con fuerza. Dazai cae hacia adelante. Una bala atraviesa el espacio donde estaba Dazai hace un segundo, aterriza en la pared detrás de nosotros y hace un sonido húmedo.

 Arrastro a Dazai fuera del corredor, escondiéndonos detrás de un pilar de concreto. Hay varias cosas malas que pueden pasar en la vida, pero ser atacado por un enemigo con un arma desde una gran distancia en un corredor subterráneo cerrado es definitivamente una de ellas. Por no hablar de estar desarmado, con una persona herida que no puede moverse.

—Te he subestimado un poco.

 Desde el otro lado del pasillo, detrás de los pilares, llega una voz familiar. El ex policía de pelo gris. Hay una fuerte morosidad de alguien que ha estado acostumbrado a hacer esperar a los demás en su movimiento. Es un tipo de poder que siempre tienen los policías mayores.

The Day I Picked Up Dazai  [Novela ligera - Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora