Lado A(1)

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El cadáver ensangrentado de un joven yace en mi porche delantero.

Bajo la mirada hacia el cadáver, luego miro el frente de la casa. Es una mañana tranquila. El apartamento del otro lado de la carretera proyecta una sombra larga y negra en el pavimento frente a mi. Las trompetas trepadoras plantadas en el seto se susurran entre sí con la brisa, de una forma que un humano no puede descifrar. En algún lugar en la distancia, puedo oír el raspado de los camiones contra la superficie de la carretera. Y hay un cadáver en el medio de las escaleras frente a mi.

De cualquier forma, a nuestros ojos, un cadáver siempre es una presencia extrañamente exagerada. Pero esta vez es diferente. Este cadáver se mezcla con el paisaje, de convierte en uno con la diaria escena de una mañana pacífica. Luego de un rato, noto el por qué. El cuerpo del cadáver se mueve de arriba abajo deficentemente. No es un cadáver, está con vida.

Miro al muchacho. Está todo de negro. Un sobretodo negro, un traje de tres piezas, una corbata negra. Las únicas cosas que no son negras son su blanca camisa y los mensajes alrededor de su cabeza. Estos últimos moteados con rojo y blanco. Este patrón me recuerda a los ominosos personajes proféticos chinos. El sitio donde se recuesta, es en medio de las escaleras que llevan al porche delantero. Las manchas de sangre continúan hasta por las escaleras de concreto gastadas como si hubiera estado arrastrándose.

La pregunta: Qué debería hacer con este casi-cadáver frente a mis ojos?

La respuesta es simple. Si lo toco con la punta del zapato y ejerzo un poco de peso, rodará escaleras abajo hasta el suelo. Si lo hago entonces ya no será mi problema. Estará en la vía pública, el territorio del país. Todos aquellos que están en problemas en el territorio del país deben ser salvados por la piedad del mismo. Un ordinaroo cartero como yo podría irse a casa y tomar el desayuno.

No lo hago porque sea frío o una persona sin corazón. Lo hago porque es una necesidad de supervivencia. Las heridas en el joven son claramente de disparos. Le dispararon múltiples veces. Probablemente tenga más agujeros en su cuerpo de los que puedo ver desde aquí. Y como si fuera poco, está sosteniendo un montón de notas en su mano izquierda.

¿Qué significa? Nada. No significa nada excepto que su existencia es un problema enorme, y que nada bueno vendrá de involucrarme con él. En otras palabras, claramente él no es alguien con quien un simple civil deba meterse. Una persona normal con un razonamiento normal hubiese salido corriendo hasta la ciudad proxima sólo con verlo. Como Jonah en la Biblia lo habría hecho la segunda vez que se encontró con un pez gigante en el océano tormentoso.

Miro al muchacho, la carrerera, el cielo y a él otra vez.

Y luego comienzo a actuar. Primero, me acerco al joven y lo levanto por sus lados. Luego lo arrastro de los tobillos dentro de mi casa y lo recuerdo en la cama que está montada en la pared. Es mucho más liviano de lo que parece. Cargarlo no es mucho problema. Compruebo sus heridas. Hay muchas heridas profundas y el sangrado no es usual, pero si recibe el apropiado tratamiento médico inmediato no es como si fuera a morirse.

Saco el botiquín médico de atrás del armario y le realizo primeros auxilios. Pongo una toalla debajo de su torso, corto sus ropas con un par de tijeras para exponer sus heridas y verifico si hay balas dentro de ellas. Para detener la hemorragia, aplico presión en los puntos de presión: bajo las axilas, la parte interna de los codos, tobillos, detrás de las rodillas y los ato apretadamente con una tela limpia. Luego le coloco torniquetes desinfectados en las heridas para detener el sangrado. Afortunadamente para él, puedo hacer esta clase de primeros auxilios hasta con los ojos cerrados.

Una vez que acabo con el tratamiento, miro al muchacho y cruzo mis brazos. Su respiración es estable. Su sistema respiratorio y huesos parecen estar intactos. Pero no parece estar despertando. "Ya está bien, sólo échalo". Puedo oír la voz en mi cabeza. No hay nada más estúpido que tratar a un sujeto tan sospechoso. Supongo que debería escuchar aquella voz. Es lo que un hombre sabio haría.

The Day I Picked Up Dazai  [Novela ligera - Bungou Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora