𝐋𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐁𝐎𝐘, prince zuko.

O4. 🗝 not in the face !

───𖦹⸙༉‧₊˚ O4 ❙ ¡EN LA CARA NO! ❜Ꞌ୭̥ೃ

huang's p.o.v

     YA EL BARCO ESTABA REPARADO Y NOS encontrábamos de nuevo en el mar, no sé si alegrarme por alejarnos de zhao de una vez o frustrarme por la sensación de estar de nuevo en aguas.

         caminaba por los pasillos del interior del barco para subir a la cubierta cuando vi a zuko en una de las habitaciones, así que me desvié de mi objetivo principal y me decidí a molestar a mi amigo.

──buenos días, principito. ──entré en la habitación y vi que estaba bebiendo algo. ──¡oh, por el espíritu de la luna! ¡estás usando la tacita que te compré! ──exclamé emocionado y zuko se atragantó con su bebida.

──no, para nada. ──negó mientras se golpeaba el pecho intentando respirar mejor, yo seguía parado apoyado en la pared interior de la habitación. ──es sólo que le pedí a iroh algo de beber y me sirvió en esta taza. ──ah, a mí no me engañas, hasta estás sonrojado, un poquito, pero igual cuenta.

──no importa. ──le dije y me senté frente a él y con agua control me serví de lo que él bebía, para presumir.

──la primera vez que te ví hacer agua control no me lo creí. ──me dijo haciendo que le mirara con una ceja alzada mientras sorbía. ──no estaba muy consciente y pensé que me lo había imaginado.

──no lo imaginaste, principito. ──contesté apoyando mi barbilla en la palma de mi mano, mirándole. ──me asusté mucho cuando te vi, había estado trabajando en mejorar mi habilidad de curación así que no se me dificultó tanto la tuya; pero no pude evitar que se te formara una quemadura. ──casi rocé su herida, y cuando me di cuenta retiré mi mano rápidamente por el atrevimiento. ──lo siento ... pero no te sientas mal ni desagradable a la vista, de cierta manera te hace ver más atractivo. ──le guiñé un ojo y él un poco avergonzado, creo, apartó la mirada.

──¿por qué no me contaste antes que eras maestro agua? ──me preguntó cuando volvió a mirarme.

──no me sentía seguro. ──comencé. ──era un maestro agua en un palacio de la nación del fuego, tenía miedo. ──jugué con el líquido que estaba en mi taza. ──me preocupaba tu posible reacción porque justo no sabía cuál podría ser.

──sabes que no te hubiera rechazado solamente por ser maestro agua... ──murmuró y yo solté una risita breve y de bajo volumen.

──lo sé, pero estaba muy nervioso y no se me ocurrió. ──miré hacia la puerta y removí mis propios cabellos. ──de todas maneras lo descubrí cuando tenía doce años o por ahí. ──zuko seguía en silencio así que decidí cambiar el tema. ──¿sabes? esa tacita me dio ideas para un nuevo apodo para ti, ──fingí que estaba pensando antes de soltar el apodo. ──"llamitas", ¿qué te parece?

──voy a meditar. ──se levantó y se dirigió a la puerta pero antes de desaparecer se detuvo y me miró de reojo. ──sigo prefiriendo el otro, sería extraño que me dejaras de decir así. ──y desapareció, yo no hice nada más que reír y me levanté para ahora sí volver a mi objetivo principal, ir a la cubierta.

     caminé por los pasillos del barco y llegué a mi destino, sentándome en el suelo de esta para luego terminar acostándome, mirando el cielo; me encontraba con los brazos cruzados tras mi cabeza y una pierna recogida hacia arriba con la otra encima. los soldados me ignoraban ya que era muy común que estuviera haciendo cosas como esta, al principio me miraban raro pero creo que se acostumbraron.