1. Capitulo

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-¡Vamos Luz!-gritaba debajo de la ventana de su amiga-¡O volveremos a llegar tarde a la escuela!-dijo un poco molesta mientras veía a la morena ir de prisa de un lado para el otro

-¡Ya estoy!-grito felizmente mientras corriendo a sus amigos-¿Willow pasaremos por Gus?-preguntó mientras agarraba su bicicleta

-Claro que sí por eso te vine a presionar -dijo la de lentes entre risas.

El pequeño Gus no vivía tan lejos pues vivía a un par de calles pero como siempre en las pequeñas calles encuentras grandes cosas...

-¡Luz!-dijo la chica de lentes-Yo voy por Gus tu quédate aquí y come esto-le lanzó un sándwich

-Oh gracias Will, no desayune-dijo mientras su amiga se alejaba.

Mientras la joven morena de cabellos castaños comía con calma el sándwich de jamón, queso y lechuga que le había dado su amiga se encontró lo inesperado.

Una camioneta negra había parado alado de ella ya que se detuvo por el semáforo que estaba en rojo y adentro de esa camioneta se encontraba una joven de tes pálida y cabello teñido de rubio y eso se podía ver en las raíces que estaban creciendo. Por unos momentos se toparon esos ojos color miel de la joven de tes blanca y esos ojos color almendra de la joven tes morena hasta que el semáforo cambio a verde y rompieron aquella conexión que para ser segundos se sintió un largo tiempo.

-Gus gus gus gus-iba diciendo la de lentes para distraerce mientras llegaba a la casa de su amigo hasta que vio algo que le distrajo, una chica de cabello rojo más que una cereza dulce, sus ojos como el mar de las Maldivas y su piel se podía ver ligeramente rosa pero todos su pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió un golpe, pues que torpe, había chocado con un árbol mientras veía a la chica y ahora estaba en el suelo con la cara llena de vergüenza por aquellos pensamientos sobre la chica pero paso algo que nunca espero.

-¿Estas bien?-dijo la pelirroja mientras levantaba la bicicleta tirada-¿te ayudo?-le estiro la mano a la de lentes

-Ehh sí...sí-agarro la mano de la pelirroja y se levantó-Gracias-se acomodo lo lentes y ahora podía jurar que estaba roja y no solo por la vergüenza

-Ten más cuidado y por cierto mi nombre es Boscha-le dio una sonrisa la cual la hizo sonrojar más a la de lentes

-Willow mi nombre es Willow-dijo devolviendo el gesto hasta que se dio cuenta que seguía agarrando su mano la soltó en ese instante que hizo soltar una pequeña risa a la pelirroja.

-Muy bien señorita Willow-dijo mientras se acercaban a ella- Espero no ser la última vez que nos veamos-dijo para después alejarse

-Adiós-dijo la de lentes en un susurro mientras se subía a su bicicleta.

-¡Lo vi todo!-grito el moreno saliendo detrás de un árbol

-¡Ahhhh!-grito la de lentes para después caer al suelo de nuevo

-¡¿Quien es?! ¡¿Cómo se llama?!-dijo el moreno emocionado

-Es una persona que acabo de conocer y no es importante-dijo mientras se levantaba del suelo- Es mejor que nos vayamos deje esperando a Luz y no sabemos que es lo que pueda hacer-agarro su bicicleta y empezó a pedalear para regresar con su amiga mientras el moreno iba emocionado para contarle a Luz lo que había visto.

Epiderm una gran escuela para los hijos de las familias más ricas de todo Estados Unidos y de los de más países.

Desde clases de música con los maestros más exclusivos hasta deportes con verdaderas estrellas.

No es simplemente por ser una de las escuelas más ricas si no también por ser una con los estudiantes más inteligentes y como cada año la escuela le da becas a personas de bajos recursos pero con grandes talentos y hoy se decidirá quienes son lo elegidos.

-Bueno, mittens, nos vemos-dijo Edric revolviendo el cabello a Amity

-Ya déjame-dijo mientras se volvía a peinar- Y sabes que no me gusta que me digan así

-Si como digas, Mittens-dijo Emira

-Ahh...-suspiro pesadamente para después bajar de la camioneta e irse dejando a los gemelos riendo

Después de eso los gemelos se bajaron de la camioneta para ir a su salón pero como dije paso algo inesperado.

Al ir charlando de la triste vida amorosa de los dos pasaron por el salón de artes marciales y ahí sus ojos y oídos dejaron de prestar atención

El chico rubio de ojos que nadie sabía si eran color rojo, morado, rosa fuerte o una combinación de colores estaba entrenado junto a otros 5 jóvenes. Su cabello despeinado, su piel un tanto pálida escurriendo sudor y sus ojos que solo se concentraban en su contrincante.

-Buen trabajo-dijo su sensei

Mientras el chico rubio ayudo a levantar al derribado mostrando una sonrisa

-¡Ya se lo que haré!-grito Edric llamando la atención de los que estaban en el salón, y como si a Emira se la tragara la tierra, ella desapareció

-¿Que quiere hacer?- pregunto el sensei un poco molesto por la interrupción

-Entrar a esta clase- contesto con cierta vergüenza

-Muy bien, pero tú ya que llevas más años aquí deberías de saber que las inscripciones no son aquí, son en la dirección-hizo un movimiento en la cabeza que hizo al chico rubio acercarse al oji miel que se puso nervioso por el acercamiento pero para mala suerte el solo soltó un suspiro y le cerró la puerta en la cara

-Vaya primera impresión-dijo Emira saliendo de la nada

-Oh cállate -se quejo Edric para seguir caminando a su salón


 4  misterios, 4 remedios (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora