VI. Arete Rojo

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Japón, 20 de julio del 2021

El viaje a Osaka fue una completa molestia, tuvieron que viajar en el metro repleto de personas sudadas, malhumoradas, niños revoltosos y llorones.

Llegaron mirando todo a su alrededor como niños pequeños en un parque de diversiones, saltando y gritando lo emocionado que estaban, nadie sospecharia que esos dos eran los asecinos más peligrosos del grupo de recolección.

Estuvieron en barios lugares comprando cosas y llegaron justo en las semanas de un festival, cosa que hizo emocionarlos, casi se le olvida lo de la misión pero el festival era una buena escusa, la mayoria de las personas estarán en el festival al igual que los policías. Así que serán menos de que preocuparse a cuanto a los refuerzos.

Los aliados de su jefe les dejaron la dirección del hotel donde se ospedarian dejando algunas cosas de suma importancia para la misión.

Izuku seria el que haría trabajo de campo, tenía que prepararse para ir al museo y revisar cada rincón del lugar tratando de averiguar cuales eran las funciones del sistema de seguridad.

El clima estaba frío así que decidió vestir ropa algo gruesa para ir al museo. Se coloco unos vaqueros negro. Un suéter con capucha color gris. Anteojos de marco grueso color negro. Y sus presiadas botas rojas. Se coloco sus parches de olor y salió con una mochila donde habían como dos cuadernos y algunas cosas necesarias. Salió del apartamento y se dirigió al museo.

...

Entró al museo con una sonrisa, no lo abmitiria pero era un nerd de primera mano. Aparte de su trabajo como investigador de plantas, estar en ese museo le emocionaba, sabía que no tenía que distraerse pero es que nada más entrar las esculturas y múltiples pinturas de esa época te resivian, el museo estaba organizado por lo más nuevo hasta lo más antiguo, había algunas salas solo dedicadas a siertos pintores donde se exhibía sus más idílica pinturas.

Aprovecho de sacar su cuaderno para empezar a escribir barias cosas, su estado nerd estaba hasta su cabeza.

Es ver la calidad de la seguridad no de las pinturas... — la voz burlona de Denki se escucho por intercomunicador que llebaba Izuku

— Dos adelante, uno en cada espacio. Arriba en las esquinas de cada lugar estratégicamente puestas... — las palabras emocionadas de Izuku lo hacían reír hasta que se dio cuenta que no eran sólo palabras, sino que había escondido la información en su emoción.

Los anteojos gruesos que Izuku llevaba, tenían una pequeña cámara justo en medio, así que Kaminari podía ver todo lo que Izuku veía. Por eso Midoriya empezó a ver a su alrededor como loco mientras su emoción inconfundible hacia ver a los demás algo normal que estuviere viendo hacia todos lados.

Cuando llegó la hora de ir a la sala privada donde estaba la espada, se dio cuenta junto a Kaminari lo difícil que sería robarla.

un guardias en cada entrada y salida, cámaras giratorias en cada esquina mirando exactamente el objetivo y puedo descifrar que hay rayos láser. Conclusión: Estamos jodidos.

— ¡Esto está a otro nivel! — Chillaba Izuku con una sonrisa mientras apretaba sus dientes fuertemente, pues por dentro estaba que explotaba. 

Este definitivamente sería la misión más difícil.

Izuku se dirigió a caminar por allí, verificando todo a su paso sin dejar su emoción, hasta que uno de los pasillos miró como por una puerta se perdía un oficial ¿Oficina o el sitio de seguridad? Miro como salía alguien intercambiaban palabras y se retiraba  ¡Cambio de turno! Pensó Izuku mirando la hora en su teléfono, era las doce. Sacó de su bolsillo una de esas mini cámaras de Kaminari y salió corriendo detrás del guardia de seguridad.

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