XI. El Rey de las prostitutas

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Un rato después de que los Omegas se calmaran y que Tsuyu les explicara como usar el baño. Esta se fue en busca de algo de comer para los Omegas dejando que se bañaran tranquilos.

Estaban en una clase de yacushi de mármol, lleno de líquidos aromáticos. Izuku tallando la espalda de Kaminari que estaba con el mentón apoyado en una de sus rodillas que se hayaban flexionadas en su pecho mientras las abrazaba con sus brazos. Ninguno decía nada, solo estaban así, cada uno perdidos en su mundo tratando de afrontar todo lo que estaba pasando.

— Aún no lo puedo creer... — murmuró Kaminari al aire mientras miraba las burbujas flotar en el agua.

— Lo se... Pero necesitamos mantenernos tranquilos. — aconsejó Izuku. Kaminari solo asintió. — Tsuyu dijo que tendríamos que bajar, comentó que su Amo quiere tener una conversación con nosotros para agradecernos por nuestro valerosa valentía — hablo Izuku agravando su voz con un acento extraño, haciendo soltar una carcajada a Kaminari que golpeó el agua haciéndola salpicar.

— ¡Joder, pelucita! ¡No se si reír o llorar!

— ¡Ya! ¡Me va entrar agua a los ojos! — se quejo Izuku mientras sonreía, se sintió bien al saber que Kaminari se veía un poco relajado — bueno tenemos que hablar si o si con el amo, tal vez podríamos pedirle ayuda con la búsqueda del tipo del bosque... propuso Izuku.

— ¡Estoy de acuerdo! ¿Pero usaremos las armas, verdad? Una bala es mas rápida que una espada ¿no lo crees? — dijo Kaminari volteando a ver a su amigo.

— Si, estoy de acuerdo. Pero solo la usaremos en extremas emergencia ¿de acuerdo? No quiero que nos miren como si fuéramos unos brujos de esos que quemaban en las hogueras tiempo atrás

— De acuerdo — asintió Kaminari y luego de su boca salió un gemido lastimero — ¡Lo único que me lamento es no poder usar mi laptop! ¿¡Cómo estas personas vivían sin Internet!?

Izuku solo sonrió mientras rodaba los ojos, su amigo era un caso serio.

Terminaron su baño entre chapoteos, risas y algunas bromas. Cuando salieron con una tualla envuelta en la cintura y otra en el cabello se dieron cuenta que Tsuyu ya les había dejado la comida sobre la mesita.

Los estómagos de los omegas rujieron fuertemente, ahora que veían toda esa comida, recordaban que no habían cómodo desde hace dos días y una noche, la adrenalina y el estrés, habían olvidado que su cuerpo necesitaba alimentarse de comida.

En la mesa estaba repleta desde tostadas con mantequilla recién hechas, frutillas, ensalada de vegetales y frutas, postres, carne de cerdo asado y pollo, arroz humeante, una jarra de jugo de narajan y otro de fresas un poco espeso. La comida calentita y los jugos fríos. Los hizo salibar.

— ¡Itadakimasu! — gritaron al mismo tiempo mientras empezaban a atacar todo lo que habia en la mesa.

— ¡Esto está delicioso! — Chillo de gusto Izuku mientras tenía las mejillas llenas.

Kaminari que tenía la boca llena de arroz, asintió sonriendo con los labios. Todo estaba exquisito, era mucho mejor que todas las comidas procesadas de los restaurantes, pues normalmente se usaban varios químicos para hacer crecer más rápido las hortalizas y verduras, al igual que toda la carne de los animales. Ya casi nada en en el futuro era 100% natural todo tenía algo genéticamente alterado para según los distribuidores, tener "mejor calidad"

Todo lo que estaban comiendo se sentía fresco, natural sin químicos que ayuden a crecer las plantas, ni alteraciones en la genética de estas. Todo era simplemente exquisito.

Viaje Al PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora